Cristina
En estos días no me había sentido ni un poco relajada... bueno, en realidad no sé si son días. Ya no tengo idea de cuánto llevo aquí.
Me siento, saco mis alas, y con ellas y mis brazos abrazo mis piernas. La tristeza me acompaña como una sombra. Extraño a mis amigos, mi novio, incluso a mis padres... lo extraño todo. Pero hay algo que ha estado atacando mi mente últimamente, en mis sueños o incluso cuando cierro mis ojos... el inconfundible sonido del llanto de Michael, y su imagen debajo de un árbol...despedazado, llorando, sin contar la imagen de mis padres despedazados.
Siento que esto es una pesadilla y fuera a despertar en cualquier momento, pero el dolor de mis heridas me devuelve el pensamiento... de que todo esto de verdad está pasando.
Comencé a jugar con mis dedos, pero me di cuenta, de que mi anillo no estaba, solo había una cierta humedad y un trozo de hierba muerta alrededor de mi dedo... el anillo se ha derretido.
Me llevé una gran decepción, cuando vi que no podía dejarlo como estaba. La toxina que detiene mis poderes, me la inyectan cada 8 horas, creo, y no parece que falte mucho para la próxima dosis.
Acaricie mis alas, ya que al verlas no me siento tan humana. Sé que parece tonto, pero al ver mis alas me siento protegida, me llegan buenos recuerdos y me siento yo misma. Este cambio en mi dio vuelta toda mi vida, para cosas buenas y malas. De no ser por mis nuevas capacidades, tal vez no seguiría viva, pero esto ha provocado que me busquen, para apagar mis capacidades.
Me levanté con rapidez, al escuchar como abrían la puerta que estaba frente a mi celda. Por un momento pensé que era Aaron, pero la hinchada cara de Borja fue la que se presentó.
Colocó una silla frente a mi celda y de un bolso sacó un computador. Pensé que no iba a decir nada, pero me empezó a hablar:
- Me encargaron de darte dos noticias, una buena y otra no tan buena... para nosotros – dijo con cierto enojo.
Me apegué a los barrotes de la celda y con cierta burla dije:
- ¿y por qué no entras a la celda?
- Por si no lo notas, tu "amiguito" me dejó como un globo, y sinceramente quiero vivir – dijo frío.
No paraba de teclear en su computador hasta que con aspecto impaciente dijo:
- Tienes que elegir un objeto, un tipo de comida o lo que sea, para que tu secuestro no sea "tan terrible", somos demonios pero queremos que nuestros prisioneros se sientan bien, bla bla bla.
- En definitiva eso lo sacaste de una tarjeta barata de hotel – dije con una sonrisa burlona. Me miró con odio pero volvió a mirar su computador:
- ¿Qué es lo que quieres?, no tengo toda la noche. –
Lo pensé por unos momentos y luego dije:
- Que pueda pedir tres cosas – dije aun burlona. Nuevamente me miró con odio y dijo:
- Te aprovechas de nuestra buena voluntad, pero no... eso no se puede linda – dijo burlón.
- Está bien, un chelo, ya que dudo que me dejen tener un arma.
Borja asintió energéticamente mientras seguía tecleando en su computador, pero nuevamente volvió a hablar:
- Ah, la otra noticia es... que tú arma gemela anda moviendo cielo, mar y tierra para encontrarte. Atacaron la base de demonios de Chicago hace unas horas, y te digo todo con decirte que todos los demonios vivos vinieron a albergarse aquí.
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Alas de Ángel// (Saga "Alas" #1)
Fantasy"Traté de alejarme nuevamente del caído pero él se me adelantó y me recostó contra la pared de la celda, luego se colocó frente a mí: - Lo que te inyectaron, es un reductor de poderes, puedes sacar tu alas si quieres, pero serás un ángel común y cor...