Narra Mia
-Mia.-Escuché una voz lejana.-Mia despierta.-Abrí los ojos con dificultad pero pude distinguir el rostro de Abraham. Finalmente abrí los ojos y lo cogí y lo puse encima mío.-Buenos días dormilona.-Dijo y reí.
-¿Se puede saber qué hora es?-Pregunté y esbozó una sonrisa.
-Las 6:30.-Dijo y abrí los ojos como platos.
-Pero...-Me interrumpió.
-No tenía sueño y me pregunte, ¿Porque no molestar a mi hermana?-Dijo como una persona adulta. Aún me costaba asimilar lo bien que hablaba mi hermano y con tan solo 5 años. Suspiré rendida.
-Está bien, está bien.-Dije moviendo las manos.-Tienes suerte de que ayer dormí temprano y no tengo tanto sueño pero si no fuera así.-Hice una pausa.-¡Te hubiera matado!-Exclamé y él soltó una carcajada.-Vete a duchar que ya mismo te doy el uniforme.-Dije y lo puse en el suelo.
-Lo mismo te digo, Mia.-Dijo con una sonrisa y se fue a su habitación. Reí negando con la cabeza, ¡Diablos! Este niño me despertó muy temprano, tendría tiempo de sobra. Me dirigí al baño, me duché, y puse mi ropa, unos pantalones vaqueros cortos ajustados, una remera de Ramones y mis converse, me hice una coleta y me dirigí a la habitación de Abraham. Fui a un cajón y saqué su uniforme, unos calzoncillos, un par de calcetines y sus deportivas.
-¡Tu ropa esta en tu cama!-Grité.
-Vale.-Gritó Abraham. Bajé las escaleras y vi mi tía sentada en la mesa desayunado junto con mi abuelo.
-Hola Mia.-Dijo y me acerqué y le di un beso en la mejilla.
-Hola tía.-Dije con una sonrisa y le di un beso a mi abuelo. Me senté y cogí dos tostadas.
-Me conto el abuelo que te paso ayer.-Empezó mi tía diciendo, refiriéndose al golpe que el alien y la sirenita me dio con su coche.-Mia, ya te dije que tengas cuidado.-Dijo mi tía mirándome.
-¡Ya se tía!-Exclamé.
-Sé que soy pesada, pero no quiero perderte.-Dijo y asentí.
-Tranquila, me tendrás que aguantar durante mucho tiempo más.-Bromeé y ella río. De pronto escuchamos a alguien bajando las escaleras, era Abraham.
-Buenos días familia.-Dijo con una sonrisa. Se sentó y se puso a comer.
[...]
-¿Cómo está tu amigo Josh?-Me preguntó Abraham, mientras conducía para llevarlo al colegio.
-Muy bien.-Dije.
-¿Porque ya no viene a nuestra casa?-Preguntó, lo miré a través del retrovisor y vi que tenía una sonrisa burlona en los labios.
-Eres malo.-Dije riéndome.-Aún no puedo creer que pusiste gusanos en sus espaguetis.-Dije.
-Pues lo puse.-Dijo y reí. Aparqué el coche y bajé para abrir la puerta a Abraham. Caminamos hasta la puerta y mi mirada se encontró con la de alien, esbocé una sonrisa burlona mientras él me dedicó una mueca. Él venía con una niña del tamaño de Abraham, cuando estuvo lo suficiente cerca, le saludé.
-Hola alien.-Dije con una sonrisa y él bufo.
-Me llamo Tae, ¿es que nunca lo vas a entender o qué?-Preguntó en un tono de fastidio.
-Lo siento alien, ups Tae.-Dije y miré la niña que nos miraba extraño.-¿No me digas que tú y la sirenita tienen una hija?-Pregunté bromeando pero solo recibí una mirada asesina.
-Es mi hermana, ahora me iré, tengo cosas mejores que hacer.-Dijo serio.
-Ajá, cuéntame más, me importa mucho.-Dije en tono irónico, él hizo una mueca y se fue.
-La niña que va con él es mi novia.-Escuché decir a Abraham mientras lo llevaba a la puerta.
-¿Que es tu qué?-Pregunté.
-Mi novia.-Dijo e hice una mueca.
-¡Pero ni siquiera le has hablado!-Exclamé.
-No hace falta, nuestras miradas lo dicen todo.-Dijo y lo miré con cara de "¿Hablas enserio?"
-¡Que tengas buenas clases!-Dije y le di un beso en la frente y él asintió con una sonrisa y entró al colegio. Suspiré, anduve hasta mi coche y lo arranqué a toda velocidad para llegar a la universidad.
Aparqué mi coche y fruncí el ceño al ver caminos con arenas, ladrillos, cementos, es decir, materiales para una construcción llegando a la puerta de la universidad.
-¡Hola!-Exclamó alguien a mi espalda, me giré y me encontré con Josh.
-Hola.-Dije y me acerqué para darle un abrazo.
-Va haber una construcción.-Comentó Josh.
-¿¡No me digas?! Traen ladrillos, cementos, arenas y van a cocinar.-Dije irónicamente. Josh soltó una carcajada.
-Mejor entremos.-Dijo y asentí.
Llegamos a las clases, pero el director dijo que todos los alumnos del 3º grado fueran al gimnasio, y aquí estamos esperando a nuestro querido director.
-Alumnos del Instituto de St. Andrews-Dijo el director, haciendo que su voz sonara como un eco por todo el gimnasio.-Vosotros os estaréis preguntando el porque de esta reunión en este gimnasio. Sé que esta noticia es muy precipitada, pero llevamos 2 años queriendo reformar las clases del 2º y 3º grado pero no hemos podido, pero hace poco tuvimos la oportunidad de poder reformar las dichosas clases y no la perderemos. Mejor iré al grano, los alumnos de 3º grado serán trasladados a al Instituto de Cambridge.-Mi boca hizo 'O'. No puede ser, iré al instituto de pijos.-Durante el último curso, ya sabemos que ese instituto es de pago, pero el gobierno se encargará de todo. Bueno alumnado a partir de mañana vuestro nuevo instituto será la de Cambridge.-Y dicho eso se fue.
Miré a Josh con los ojos como platos, y él hizo lo mismo. Tenía la misma expresión que yo.
-No puede ser- musité.
-Vamos a convivir con pijos- murmuramos los dos a la vez.
En ese momento nos miramos y estallamos en una carcajada. Las personas nos miraban extraño mientras nosotros reíamos como dos focas retrasadas.
-Así que... pequeña Mia, ¿estás dispuesta a liarla?- preguntó con una sonrisa.
-¿Qué clase de pregunta es esa? Por supuesto mi querido amigo- dije- y tú me ayudarás- finalicé.
-Estoy a su servicio, mi bella dama- dijo haciendo una extraña reverencia.
-Que tiemble Cambridge- dije riendo y nos encaminamos a nuestras respectivas aulas.
***
-¡Josh es que eres idiota!- grite harta.
-¡No soy idiota! Solo que las ecuaciones son complicadas.
-¡Son de segundo grado! Se supone que lo tendrías que saber desde el instituto.
Josh bufó.
Nos encontrábamos en mi habitación enterrados entre libros y libros. Josh me había dicho que tenía un problema con las Matemáticas y que iba a suspender el examen. Como toda buena amiga me ofrecí a ayudarlo, pero cuál fue mi sorpresa al descubrir que no sabía hacer ni una simple ecuación y por si fuera poco mi paciencia había acabado hace una hora.
*Multimedia: El pequeño Abraham
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DIE IN YOUR ARMS | Taehyung BTS (ADAPTACIÓN)
Fanfiction-¡Niñato! -¡Idiota! -¡Bruta! -¡Niño pijo! -¡Marimacho! -¡Ególatra! -¡Fuera de mi coche! ¡Ahora! Salí del coche y una idea se pasó por mi super mente. -¿Ah si? Observa lo que hago con tu lujoso coche. Cogí mis llaves y las paseé alrededor del maldito...