¿Una Potter y Un Malfoy? | Draco Malfoy |

-La Cámara Secreta-

Capítulo 1.

En una noche tranquila y helada, en una casa de la calle Surrey en una habitación de pocos muebles, dos pequeñas camas y maletas bajo estas, se encontraban dos hermanos viendo el álbum de fotos que les regaló su amigo Hagrid. Miraban la foto de sus padres con ellos de bebés y en brazos, pasando página otra fotografía era donde estaban los hermanos con sus amigos, Ron y Hermione sonriendo y abrazándose los cuatro. Extrañaban verlos, ya no soportaban estar un día más con esa familia.

Fue entonces cuando su lechuza, Hedwig, comenzó a hacer ruidos picoteando la jaula.

― No insistas, no te vamos a sacar, no dejan hacer magia fuera de la escuela ― dijo Harry en un susurro

El ave seguía insistiendo.

― Además si el tío Vernon...― _________ fue interrumpida por unos gritos

― ¡Potter! ― gritaron desde abajo

― Lo lograste ― dijo el de anteojos molesto

Salieron de la habitación, bajaron hasta encontrarse en la cocina con su tía Petunia quien decoraba un pastel.

― Está allá. Vernon... ― señaló a la sala y fueron

― Se los advierto, si no callan al maldito animal deberá irse ― miró mal a los hermanos

― Pero está aburrido ― dijo ________

― Si sólo lo dejara salir por una o dos horas ―

― ¡Ja! ¿Para qué les envíen cartas a sus extraños amigos? No señor ―

― No hemos recibido ningún mensaje de nuestros amigos, ninguno en todo el verano ―

― ¿Quién querría su amistad? ― habló su primo y chocó hombro con Harry

― Deberían ser más agradecidos, los hemos criado desde bebés, les hemos dado de nuestra mesa y Dudley les dio una de sus habitaciones ―

― No mi cielo, son para los Mason ― dijo Petunia deteniendo a su hijo a punto de tomar del pastel

― Lo cual será muy pronto. Ahora repasemos el plan, Petunia cuando los Mason lleguen tú estarás... ―

― En la sala para recibirlos con gracia ― dijo la mujer sonriendo

― Muy bien ¿Y Dudley? ―

― En la puerta para abrirla ― decía elegante

― ¡Excelente! ― se dirigió a los hermanos ― ¿Y ustedes? ―

― En nuestra habitación ― dijo Harry de mala gana

― Muy callados y pretendiendo que no existimos ― siguió su hermana

― Que inteligentes. Por bien seré el que haga el trato para bien de mi carrera y ustedes no me lo echaran a perder Potter ―

Se retiraron, en lo que subían a su habitación e iban acercándose escucharon ruidos desde adentro, ambos se miraron extrañados que se apresuraron en abrir y entrar. Un elfo estaba brincando de cama en cama de los hermanos y cuando los miró se detuvo.