Blanco Y Rojo, El Destino De Los Uchiha [FINALIZADA]

Una simple mirada.

Y si todo lo que conocemos hubiera cambiado, si las palabras correctas hubieran sido dichas en el momento preciso.

Una niña inocente sin nada de maldad en su corazón, aunque un poco torpe he insensata, sus ojos aunque podían ver el interior de las personas ella veía aún más allá, buscando amor y compasión en cada una de ellas, la luz entre las personas.

Mientras que él un niño ambicioso, despiadado y lleno de perversión, el poder de sus ojos había sido concedido a través de la maldad y el odio. En el fondo de su tenebre corazón el deseo implacable de venganza y sangre, la oscuridad reinaba en él.

A la distancia aquella niña entrenaba tratando de enorgullecer a su padre y ser esa hija modelo.
Mientras que aquel chico observaba lo patética que se veía.

En clase ella se la pasaba observando al rubio, y de alguna manera tratando de llamar su atención sin embargo no quería ser notada. Y sus notas sólo eran promedio como los demás.
Al contrario aquel chico era aclamado por la mayoría de las chicas de la clase y en especial por aquella niña de cabello rosa y ojos jade. El chico mejor de la clase y el más misterioso al igual que esa chica.

--- ¿Qué haces aquí tan noche? --- Su voz como de costumbre era fría he imponente. Aquel chico había bajado de golpe de la rama de ese árbol y tomandola por sorpresa.

--- Emm, nada solo.. solo salí a ver las estrellas. --- La chica oculto su bolsa con kunais, su verdadera intención era poder practicar lejos de toda presión.

Aquel niño miro el cielo, las nubes lo cubrían y ni la luna podía ser vista.
Siguió caminando hasta tenerla frente a frente, la pequeña no pudo evitar sonrojarse y sentir temor dentro de ella.

--- ¿Querías entrenar?.--- Sin que ella se diera cuenta él había encontrado la verdadera razón por la cual estaba ahí.
Sin decir palabra alguna asintió con la cabeza.
Sasuke tomó uno suyo y lo lanzó a una rama que se encontraba muy alto.

--- Llega a él, lanza los tuyos y trata de llegar lo más cerca del mio.--- Sin preguntar ni mostrar emoción alguna comenzó a ayudarla.

La pequeña niña no hizo algún comentario y solo obedeció, con gran esfuerzo logró darle a la rama. Se encontraba cansada y la noche estaba por terminar, habían pasado en vela entrenando juntos. Al lanzar su último kunai cayó de rodillas rendida al suelo.

Aquel chico la tomó, llevándola en la espalda hasta su hogar, la dejo sigilosamente en su cama y salió del lugar sin dejar rastro.

A la mañana siguiente eran las pruebas y gracias a ese trabajo aquella niña pudo acertar la mayoria. Alegre de lo que habia logrado trato de buscar al chico, mas no lo pudo encontrar, por la noche aquella pequeña niña se armo de valor y salió en busca de él, justamente desde habían pasado la noche anterior.

--- ¿Y ahora que haces aquí?--- volviendo a bajar de la rama se paró frente a ella.

--- ¡Gracias! --- Con valor y firmeza expreso su gratitud y aun más inclinando su cabeza en señal de reverencia.

Se acercó a ella y le dio un toque en la frente.

--- No hay nada que agradecer, tú fuiste la que entrenó. --- el chico le dio la espalda y desapareció entre las sombras de la noche.

Ella sin dudarlo fue tras de él, aunque fuera duro y frío, no la veía débil y eso la tranquilizaba.

De la nada un shiruken y un kunai salieron de las sombras intentando darle a ella, sin darse cuenta logró esquivar lo a la perfección.

Sasuke salió de entre las sombras con una sonrisa de satisfacción mientras ella comenzaba a sentirse nerviosa.

--- No lo hiciste mal, pero debes de seguir entrenando y poder sentirlo más a prisa. Ahora dime ¿por que me seguiste?.--- Cómo la ultima vez se acercó a ella sin temor esperando su respuesta.