-¿Por qué la estabas besando de esa manera?¿Te gusta ella o algo así?- crucé mis brazos una vez que llegamos a su suite hotel.
-¿Ella? Por supuesto que no. Ella es una buena besadora, nada más.- sus dedos acariciaron mi mandíbula con dulzura. "Pero tú eres mejor". sus labios aterrizaron encima de los míos y me llevó a su habitación. Él me llevaba de espaldas hacia atrás, hacia la cama, sin romper el beso. Una vez que la espalda y sus rodillas se pusieron en contacto con la cama de matrimonio empezó a prepararse para el sexo, deshaciendo su cinturón y tirando de la camisa por la cabeza.
-Para- le susurré mientras chupaba la piel por encima de mis pechos.
Él no se detuvo.
-Justin, para.- tiré de su pelo ligeramente
Todavía no se detuvo.
-¡Justin!¡Dije basta!- mi voz salió más fuerte de lo que esperaba.
-¿Qué tiene de malo?- él jadeaba en mi cara.
-No quiero hacer esto. Ahora no.- me aparté de su cuerpo tenso.
-Si no lo hacemos ahora, entonces no lo haremos más tarde. No tengo tiempo más tarde ______. Tengo tiempo para ti ahora, vamos a hacerlo. Te he echado de menos y te quiero aquí- besó mi hombro.
-Aquí- mi cuello.
-Aquí- mi mandíbula.
-Aquí- mis labios.
-¡No!- mis manos le empujaron en el pecho, lo que le hace tropezar hacia atrás, pero sólo ligeramente.
-¡______!¡No he tenido sexo en dos semanas de ****!¡Dos semanas, no puedo soportarlo más!. Si no tengo relaciones sexuales contigo ahora, va a ser con otra chica. Entonces, ¿Quieres tener sexo o no?
¿Desde cuándo él me habla así? Muy grosero y odioso, como si me utilizara. Pero no podía tenerlo durmiendo con otra chica.
Asentí con la cabeza.
Antes de que pudiera decirle que no otra vez, yo estaba en la cama, desnuda mientras se deslizaba el condón.