Por la mañana, por segunda vez consecutiva, me desperté en una habitación de hotel vacía, llena de un delicioso desayuno. La bandeja yacía sobre mi regazo, con los desayunos igual que ayer, pero más. En la esquina derecha de la bandeja había una rosa roja y una nota, como ayer.
Mis dedos rozaron la comida, agarré la nota y poco a poco la abrí.
''Muñeca. Buenos días, te hice el desayuno de nuevo. No, yo no voy a estar enviando cartas y rosas durante todo el día, sobre todo porque yo quiero verte lo antes posible. Es probable que despiertes a las nueve, como siempre lo haces, lo que significa que estoy en el estudio de baile. ¿Sabes dónde está el corazón derecho, amor? Estoy bastante seguro de que sabes su manera alrededor de Los Ángeles, pero si no, enviame un mensaje''
Tan pronto como termines de comer, ducharte, o hacer lo que tienes que hacer, con la cabeza hacia abajo, dejé mi Range Rover para ti, ten cuidado. No me importa el coche, quiero que acabes a salvo.
Tenía muchas ganas de que vengas conmigo esta mañana porque no quería salir, pero era temprano y pensé que te vendría bien dormir un poco. Te echo de menos ya, así que date prisa cariño.
Te quiero.
Justin.''
Apreté la nota a mi pecho, sosteniéndola cerca de mi corazón. Mi cabeza inclinada hacia atrás, cerrando los ojos.
¿Por qué es tan dulce para mí?
Un suspiro escapó de mis labios antes de inclinar la cabeza hacia atrás y poner la nota en la mesita de noche.
Me apresuré a comer mi desayuno y vestirme en un par de pantalones de chándal y una camiseta antes de salir corriendo por la puerta y ir al estudio.
Durante la campaña para el estudio de la danza, empecé a recordar de nuevo anoche.
Justin me dio la pulsera, nos sentamos juntos en la playa, hablando. Sólo hablar. No hubo sexo caliente, humeante, cuando regresamos al hotel tampoco. No había sexo en toda la noche. No preguntó, o incluso hacer un leve gesto a tener relaciones sexuales. Él era dulce. Muy pronto, él me abrazó contra su pecho y me acarició el pelo, me envía en un profundo sueño.
Eso es lo que recuerdo.
Saqué el coche de Justin del garaje de estacionamiento, asegurándome de que encaje dos veces antes de ir al estudio. Empujé la pesada puerta de vidrio, y caminé a la recepcionista mientras ella me miró golpeando su goma de mascar groseramente.
-¿Te puedo ayudar?- ella puso los ojos en blanco al final de la frase. Me di cuenta que en sus manos había una revista, la revista People.
-Estoy buscando a Justin Bieber. Él está aquí ¿verdad?- me apoyé en el mostrador mirando un poco por encima.
-Mira cariño, no hay fans en voz alta más allá de esta mesa de trabajo, incluso si no eres su mayor fan. Eres bienvenida a esperar fuera para él sin embargo. Él debe estar pronto, tal vez no pronto. Yo no lo sé- ella puso sus manos en su regazo mientras una sonrisa se dibujó en sus labios. Perra falsa.
-Yo no soy un fan. Estoy..
-______- una voz gritó detrás de mí, haciendo que tanto los recepcionistas y yo diesemos la vuelta para mirar-. Vamos- Justin me hizo señas para que lo siguiera.
-Más tarde- sonreí a los recepcionistas antes de seguir a Justin en la habitación llena de gente y húmedad.
Sus bailarines estaban esparcidos por todas partes, mientras que su coreógrafo alterado algunos de los pasos, tratando de conseguir lo justo.
Sentí la mano de Justin en la mía, y me tiró a su cuerpo. Un suspiro escapó de sus labios antes de que él me besara en la frente.
-Hola- susurró por encima de mí.
Incliné la cabeza para mirarlo a los ojos.
-Hola- una pequeña sonrisa agraciaba mis labios.
-¿Cómo estuvo el desayuno?
-Delicioso, gracias.- sus labios encontraron los míos, involucrándolos en un beso suave.
-Bueno, ya casi terminamos. Cinco minutos más, quiero llevarte a ver a alguien, en realidad pocas personas. Es decir, si tu quieres ir.
-Está bien, tómate tu tiempo.
Me besó de nuevo antes de terminar su período de sesiones. Vi la forma en que sus pies se movían con gracia contra el suelo. La forma en que sus brazos se movían a su propio ritmo. La forma en que realmente se metió en lo que estaba haciendo. Todos los ojos parecían estar viendo a un punto de otro. Era tan perfecto.
-Eso es todo por hoy, aquí mañana a la misma hora- su coreógrafo gritó.
Justin llenó su bolsa de deporte Nike.
-¿Lista?
-Sí- me tomó la mano.
-Espera- él me detuvo antes de que pudiera salir del edificio-. Sólo voy a decirte a dónde vamos ahora. Mi familia tiene una reunión familiar hoy en Canadá, y tenía muchas ganas de volver. Si quieres ir, ya tengo algo para que te pongas en el jet privado. Es totalmente para ti, a Jazzy y Jaxon les encantaría verte.
-Me encantaría ir.- le sonreí antes de morder mi labio inferior.
-Pensé que sería así.