Unfinished story (Tema lésbico)

Capítulo 4

Después de unos días, les dieron una oficina a los nuevos socios en la empresa, así que comencé a ir más seguido solo para ver a Santiago, pero terminaba viendo a Kara, siempre parecía muy empeñada en hablar con Sam, la invitaba a comer, o a cenar, aunque ella siempre la rechazaba había algo de ella que no me gustaba, talvez no era nada o talvez todo.

Cierta noche salimos a visitar a sus papás, íbamos en el camino cuando me pregunto:

-¿Te gusta Santiago?-

No supe que responder, ósea me gustaba pero ¿podría aceptarlo sin más?, nunca le había preguntado sobre sus conquistas aun cuando lo sabía y conocía, pero ella estaba preguntándomelo sin rodeos. La mire y no supe si era molestia, curiosidad, o celos...Claro que celos no eran, porque los tendría.

Aún seguía esperando mi respuesta y no sabía que decirle, así que solo le pregunte:

-¿Por qué te interesa saberlo?- no esperaba que respondiera pero lo hizo.

-Es amigo de Kara y sabes que no quiero que te relaciones con ella, entonces me preocupa que intenciones pueda tener el contigo.- dijo mientras suspiraba.

Así que solo estaba preocupada, pensé, pero aun así, ¿De qué? No pude con la curiosidad, tenia días intentando averiguar por mi cuenta sin resultados así que aproveche el momento y le pregunte:

-¿Que te hizo ella? ¿Por qué no quieres que seamos amigas? ¿No eran amigas antes?

-Es algo que no te incumbe.- respondió molesta interrumpiéndome.

-Bueno si quieres que me aleje de ella o de él tendrás que decírmelo porque de lo contrario no tengo por qué hacerte caso.- le dije molesta, ¿porque ella era la única que podía molestarse y ordenar? Tenía derecho a saberlo.

-Bien si quieres saberlo te lo diré, pero prométeme que desistirás con ellos cuando te lo diga- dijo enojada.

Me preocupes al escucharla, que cosa mala había sucedido para que se pusiera de esa forma, no pude hacer más que prometerlo, pero antes de poder preguntar de nuevo llegamos a casa de mis suegros, antes de bajar del auto me dijo:

-Te lo contare en cuanto salgamos de aquí, pero no puedes mencionar nada con mis padres.- me dijo.

Asentí con la cabeza, estaba muy preocupada y tenía muchas dudas, quería saberlo todo en ese momento, la velada fue casi una tortura para mí, pero no me quedo más que esperar para regresar a casa.