Capítulo 3: Celo

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Anna corría apresurada por los pasillos del palacio llamando la atención de los sirvientes que la veían puesto que no estaban acostumbrados a ese comportamiento por parte de la niña quien sin importarle las miradas que le dirigían siguió corriendo y no se detuvo hasta estar frente a las puertas de una sala de estar donde sabia que estarían sus amados "padres". Sin pensarlo dos veces Anna empujó con fuerza las grandes puertas dispuesta a entrar, pero grande fue su sorpresa cuando, una vez abiertas las puertas se percató de la presencia del rey azul junto con sus herederos discutían con sus padres y Kusanagi sobre asuntos importantes. Instintivamente retrocedió y se escondió detrás del marco de la puerta, pero fue inútil, ya la habían visto por lo que resignada se asomó ligeramente.

— Tatara...— dijo con voz débil.

— ¿Sucede algo?

— Si... es Misaki... él...

Justo en ese momento el delicioso aroma que por las noches despertaba a Saruhiko se coló en la habitación. Inmediatamente Tatara se puso de pie y se dirigió a la puerta donde estaba Anna, Saruhiko sintió deseos de hacer lo mismo pero decidió contenerse a pesar de haberse alarmado ante la posibilidad de que algo le hubiera sucedido al castaño.

Tatara le dirigió una mirada significativa a Mikoto quien en respuesta asintió.

— Con su permiso— murmuró Tatara al tiempo que le dirigía una leve reverencia a los miembros del Clan Azul, para después salir de la sala y seguir a Anna.

***

— ¿Dónde está Yata?—preguntó Tatara preocupado.

— Misaki y yo estábamos conversando cuando de repente su celo comenzó, llamé a un sirviente omega y le pedí que lo llevara a su habitación, después fui a buscarte— Anna lloriqueo— lo siento, no supe que mas hacer...

— Descuida actuaste bien.

— ¿Seguro?
— Si, yo hubiera hecho lo mismo, además hiciste bien en llamarme, he lidiado con esta situación muchas veces- comentó Tatara justo cuando se encontraban frente a las puertas de la habitación de Misaki- Voy a entrar- dijo al tiempo que se disponía a abrir una de las puertas.
- Yo también quiero entrar, quiero ayudar a Misaki— se apresuró a decir Anna
Tatara la miró con ternura.

— Lo siento pequeña, pero no creo que Misaki quiera que lo veas en el estado en el que se encuentra.

Anna asintió y Tatara entró en la habitación para salir unos minutos después y llamar a una sirvienta.

***

Ya no lo soportaba, la dulce esencia en el aire no hacía más que intensificarse impidiendo que se concentrara tan solo un poco en la conversación que sostenían ambos reyes. Desesperado se levantó de su asiento excusándose con ambos monarcas, les dijo que se sentía mal y que debía descansar, Munakata le dio permiso y Saruhiko sin pensárselo dos veces abandonó la estancia y siguió la esencia que lo llevó hasta unas puertas. Llegó justo a tiempo para ver salir de la habitación al marido del rey rojo quien cerró las puertas con llave y llamó a una sirvienta para en un gesto confidencial entregarle la llave, no hubo intercambio de palabras por lo que Saruhiko supuso que la chica ya sabía qué hacer. Desde donde se encontraba oculto observó como la chica guardaba la llave en uno de sus bolsillos y como tomaba un camino contrario al del rey consorte y la pequeña princesa albina.

Deseoso por llegar a la fuente de aquella esencia torturadora Saruhiko se decidió a seguir a la muchacha y conseguir la llave; con pasos silenciosos caminó detrás de ella y en un determinado momento extendió la mano hacia el bolsillo donde se encontraba la llave y la sacó. La sirvienta ni siquiera se percató de eso y siguió con su camino, mientras que Saruhiko regresaba sobre sus pasos y una vez frente a las puertas habiéndose asegurado de que no hubiera nadie cerca las abrió tan solo un poco, lo suficiente para entrar. Una vez dentro no pudo evitar quedarse paralizado al percibir el verdadero aroma de la esencia en su estado puro sin contaminantes exteriores; sus ojos buscaron la fuente de tal delicia encontrándose con la grácil figura del capitán Misaki quien yacía sobre un diván jadeando, con las mejillas levemente sonrojadas y las manos sobre su entrepierna ejerciendo presión.

Fuego frío, Hielo caliente [K-project] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora