Para muchos la universidad es el reino donde pueden gobernar, muchos piensan que es la mejor etapa de la vida. Para Daine Green es solo otra parte de su vida, en cual tiene que esforzarse mucho para darle a su madre, Victoria Adams, una vida mejor que la que tenían.
Daine estaba pasando por momentos muy difíciles ya que sus padres se estaban divorciando, lo que un día fue una "familia unida" ahora se estaba desmoronando.
Daine, a pesar de que quería mucho a sus padres, no quería que su padre, Cárter Green, se acercara a Victoria, puesto que éste la maltrataba físicamente, lo cual era el motivo del divorcio. Pero Cárter no quería separarse de Victoria, por lo que ella tuvo que poner una orden de restricción contra él para proteger a Daine y a sí misma. Éste le había prometido vengarse y quitarle a Daine a pesar de que ella tenia 17 años. Ambas huyeron de Manhattan a Cleveland donde iniciarían una vida nueva.
Daine estudiaría en Cleveland University, lo cual no le alegraba del todo ya que no tenia amigos allá, pero era un sacrificio si quería alejarse de su despiadado padre.
Era 20 de septiembre, el primer día en su nueva escuela, sería "la nueva" y eso no le alegraba en lo mínimo. Durante su recorrido buscando el aula de matemáticas, Daine decidió ir a la dirección donde tal vez le darían una mejor asesoría. El director, que era un hombre mayor, de estatura mediana, cabello negro en el que relucían ciertas canas, respondía al nombre de Mr. William Smith, le dijo a un estudiante de le diera el recorrido por la universidad a Aurora.
Éste estudiante era alto, cabello café, ojos oscuros, piel morena."Hola" -dijo mientras extendía su mano hacia Daine como señal de saludo.
"Hola" -le respondió estrechando su mano.
"Soy Alex" -dijo amablemente.
"Daine" -respondió ella dedicándole una leve sonrisa.
"Mucho gusto. Eres nueva cierto?" -preguntó con curiosidad
"Si, acabo de llegar." -respondió sintiéndose algo incómoda
"Bueno empezaré por llevarte al aula de matemáticas que es la que te toca ahora verdad?" -sugirió. Ella sólo se limitó a asentir.
"Y que te a perecido todo? Te gusta hasta ahora?" -quiso saber.
"Si, bueno... Todo ha sido agradable. Es cuestión de acostumbrarme." -respondió.
Todo el recorrido transcurrió bastante rápido, Alex sólo preguntaba cosas básicas y otras personales que Daine no respondía o simplemente cambiaba el tema de conversación para que éste olvidara la pregunta."Bueno aquí es el aula de matemáticas. Espero te haya gustado el recorrido." -dijo Alex mientras sonreía.
"Claro. Muchas gracias por todo" -agradeció correspondiéndole a su sonrisa. A ella le pareció que Alex le estaba coqueteando, pero alejo ese pensamiento de su mente. No quería que él se hiciera ilusiones y menos si ella no le daba motivos. Solo podía ser un amigo. Nada más.
"Espero verte pronto" -admitió mientras expandía una sonrisa mas amplia. Ella sólo le hizo una mueca para no ilusionarlo y entró en el aula. Todos los estudiantes ya estaban adentro, el profesor aún no llegaba, por lo que todo el salón estaba haciendo relajos como niños de primer grado. Daine se encaminó a un asiento disponible detrás de una chica rubia, cabello corto, delgada, de ojos azules.
" Tu eres....?" -preguntó con sarcasmo
"Daine" -respondió confusa pero con educación.
"Supongo que eres nueva...?" -preguntaba sin ningún interés en particular.
Oh no.! Ya otra persona se dio cuenta, pensó.
"Si, lo soy." -esta vez trato de imitar el tono sarcástico."Entonces tendrás que aprender muy rápido las reglas aquí. La principal es NO TE METAS CONMIGO." -el tono agresivo no se pudo disimular.
"No he venido a meterme con nadie. No entiendo tu comentario" -explicó mientras sacaba su cuaderno para tomar apuntes. En realidad no podía tomar ningún apunte ya que el profesor no había llegado, sólo quería ignorar de manera educada a aquella odiosa chica que le estaba buscando problemas sin saber por qué.
"Más te vale" -inquirió mientras se daba la vuelta.
Daine se quedó confundida por ese ataque de aquella chica. A penas acababa de llegar y ya tenía una enemiga, lo peor es que ni siquiera sabía el motivo.
El profesor de matemáticas nunca llegó y el director suspendió las actividades académicas por falta de personal.
Daine se fue furiosa a su casa pensando en muchas cosas: tenía una enemiga en su primer día de clases, el profesor de matemáticas nunca apareció, el director suspende las actividades y estaba en un lugar que odiaba, definitivamente adaptarse sería muy difícil. Por un momento quiso rendirse e irse a su antigua casa, pero recordó la razón por la que se mudó allí y que la seguridad de su madre era más importante que su odio por ese lugar.
Cuando estaba cerca de su casa, pensó si contarle lo terrible de su día a su madre, pero no quería preocuparla con otros problemas, así que solo le contaría lo necesario omitiendo ciertas cosas.
Cuando llegó a casa, intentó entrar muy sigilosa para que su madre no la escuchara, pero fue en vano, tropezó con la esquina de la vitrina que tenían cerca de las escaleras."Daine! Eres tu?" -pregunto su madre desde la cocina.
Oh no, ya me escucho, pensó.
"Si mamá, soy yo. Ya regrese." -respondió con desaire.
"Hola, cariño. Que tal tu día?" -quiso saber
(Suspiro)
"Todo bien mamá" - su voz apagada hizo preocupar a su madre."¿Que ocurre?" -preguntó
"Nada. Solo que... -hizo una pausa.- ya sabes que es difícil rehacer mi vida, después de todo lo que paso." - confesó.
"Lo sé, pero ya nos acostumbraremos. Sé que ese hombre nos hizo daño pero...
"No mamá, -le interrumpió.- No lo nombres ahora. Quiero olvidar eso. Por favor." -suplicó
"Si, lo siento. Ve a cambiarte, te llamare cuando este lista la cena" -inquirió mientras la abrazaba de nuevo.
Daine subió, tiro su mochila a un lado y se recostó en su cama, pensando en lo que su madre le acababa de recordar, de pronto sintió que algo recorrió su mejilla, al tocarla, una lágrima se hizo presente. Cerró sus ojos para tratar de no pensar, por lo que se quedó dormida.
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My Dark Angel
FantasyUna chica nueva en la universidad. Un chico que esconde un secreto. Un amor condenado.