Capítulo III: primera impresión

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Luego de dos días en el hospital, Daine ya se encontraba en casa descansando para volver a la escuela al día siguiente. A pesar de que su madre le había dicho que no hiciera ningún tipo de desarreglo, a ella le importaba más obtener respuestas, ya que se sentía mejor decidió buscar en su habitación aquella medalla que había perdido. Luego de buscar en toda la casa, Daine concluyó que tal vez la perdió en la calle, quizás durante el accidente se le cayó y no se dio cuenta debido a que estaba inconsciente.
Sin que su madre se diera cuenta, ya que no las probable era que se opusiera, Daine salió a la calle dirigiéndose al lugar de su accidente en busca de aquella medalla. Al llegar al lugar, miró al suelo buscando cuidadosamente la medalla, pero no la encontró, al darse por vencida se encaminó de regreso a casa, ya que tal vez su madre ya se habría dado cuenta de que no estaba. Mientras se caminaba de regreso un pequeño resplandor iluminó su ojo izquierdo, observó para ver de que se trataba, una luz que provenía de unos arbustos que se encontraban a la orilla de la calle, quiso investigar y al acercarse e inclinarse para buscar entre los arbustos, vio aquella medalla que tanto había buscado, estaba un poco sucia; sin embrago Daine la tomó y se aseguró de guardarla bien en su sudadera.
Al llegar a casa su madre la esperaba muy disgustada, ya que Daine había desobedecido la orden de quedarse en cama todo el día.

—¿Dónde estabas?— preguntó Victoria mientras cruzaba los brazos en su pecho.

—Tenía que hacer algo muy importante,—respondió

—¿No te dije que guardaras reposo? —su tono se alteró un poco.

—Si, pero era algo importante que no podía esperar— se limitó a responder para no darle muchas explicaciones. Su madre no sabía nada sobre la nota y la medalla, y después del accidente no quería preocuparla más.

—¿Y qué es eso tan importante que te hizo desobedecerme? —quiso saber

—Solo algo mío, —respondió mientras tocaba el bolsillo de su sudadera para asegurarse de no haber perdido aquello tan importante.

—No quiero que salgas por el resto del día, quiero que vayas a tu cuarto, te recuestes y descanses. Todavía estas delicada y no quiero que empeore tu salud, ¿entendido?— le reclamó y su voz sonó con aspecto dominante.

—esta bien, lo siento— respondió mientras agachaba la cabeza e iba camino a su habitación. No le gustaba pelearse con su madre y mucho menos desobedecerla, pero se trataba de algo muy importante, y no podía esperar.
Al entrar en su habitación, se tiró en su cama sintiéndose culpable y confundida con respecto a su accidente y todo el cambio drástico de su vida, pensó:

"Tal vez hubiera sido mejor morir en ese accidente"

Mientras estos pensamientos invadían su mente, las lágrimas se hicieron presentes; cansada, a dolorida y confundida se sumergió en un profundo sueño, para olvidarse de todo por un momento. De pronto se encontraba nuevamente en un callejón sin salida, siendo perseguida por aquella sombra. Corría,  corría para huir de aquel mal, pero  cayo de nuevo por ese vacío sin fondo.
Se despertó de un salto, su pesadilla había vuelto, bañada en sudor se preguntó el por qué de esa pesadilla, y se dio cuenta de que esa pesadilla se hizo frecuente desde que se había mudado. Se recostó de nuevo alejando esos pensamientos, para poder conciliar el sueño nuevamente, lo cual no pudo.
A la mañana siguiente, Daine se levantó primero que su madre, ya que no había podido dormir el resto de la noche, además de que no quería tener un encuentro con su madre después de su plática del día anterior.
Después de arreglarse y desayunar, Daine se dirigió a la escuela donde deseaba que no se supiera nada con respecto a su accidente. Al llegar a la escuela Michelle, la nueva "amiga" de Daine, la esperaba en la clase de Trigonometría.

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⏰ Última actualización: May 29, 2017 ⏰

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