Capitulo 21: Eso no me sirve de nada

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-Ves lo que dijo el juez, tienes que guardar la compostura -dijo el abogaducho guardando sus papeles en el maletín

-De que hablas, me porte muy bien, mejor que nunca -dije sarcásticamente

-Porque no me tocó una más normal -dijo el mirando hacia arriba con las manos levantadas

-Si fuera así tus días aquí fueran aburridos y sin emociones

-Eso sí es verdad tu...

-Hora de irnos Diabla -dijo la guardia que tanto odio

-Me das un momento, estoy hablando con mi abogado, tengo derecho de hablar con él -le dije con el tono de voz un poco elevado y dándole la espalda, esa mujer tiene la facilidad de sacarme de quicio

-Nos da un momento, por favor oficial, le prometo que será rápido -le dijo el abogaducho con una cara de niño cuando quiere su dulce

-Esta bien abogado, pero no se me tarde mucho, vamos Marta, los esperamos afuera

-Waaaaoo me haz dejado sorprendida, tienes a todas las mujeres comiendo de tu mano -le dije aplaudiendo

-Eso no me sirve de nada, si la que me interesa ni me voltea a ver -dijo mirando fijamente, por un momento sentí que era de mí de quien hablaba

-No creo que sea así, cambiando de tema, me sorprendiste hoy, al parecer no eres sólo una cara bonita como pensaba

-Crees que mi cara es bonita, no puedo creer que me estés piropiando Samanta Rodríguez

-De todo lo que te acabo de decir sólo prestaste atención a eso, además es un decir

-¿Porque eres tan gruñóna?, relajate Samanta no pensarás pasarte toda la vida así, te pondrás viejita pronto -Me dijo el abogado señalandome con su dedo

-Vamos que me están esperando, además seguiré siendo hermosa toda mi vida -le dije caminando a la salidas a toda prisa

-Iba a buscarte justo ahora, porque duraste tanto mi niña, quería saludarte -dijo Mariana con una cara de enojó

-Quita esa carita mi viejita, ya estoy aquí -le dije jalandole un buche

-Mira como estas toda flaca, porque no estás comiendo, te dije que no pasarás tanto tiempo en ese gimnasio, es que no te cansas de darle aa ese sacó viejo -dijo ella regañandome con un dedo

-Esto es lo que más extraño de ti viejita

-De que hablas

-Nada sólo yo me entiendo

-Definitivamente, te me estás poniendo más loca ahí dentro, por favor abogado saque a está inconsciente rápido -le dijo ella al abogaducho que está detrás de mí

-Tranquila Marina eso haré

-Y tu, crees que me he olvidado de Elizabeth, dime por favor que la estás cuidando, porque sino sabes lo que te pasará cuando salgas de aquí -dijo ellas mirándome con esos ojos café

-No puedo creer que exista una persona que hace que Samanta Rodríguez se quede callada un momento -dijo el abogaducho y se escapó una risa, lo mire con una mirada de quererlo matar, el sólo trago saliva y miro a otro lado

-Si viejita la estoy cuidando, hasta la estoy enseñando a pelear -le dije muy orgullosa

-Mira como te atreves, la harás igual a ti, adiós a la bondad de esa pobre chica -Me dijo y me dio unos buenos golpes

-ahí, sólo es para que se aprenda a defender cuando no estoy, porque me golpeas

-Aunque pensándolo bien, tienes razón sigue enseñándole -dijo ella tocándose la barbilla como si estuviera pensado

-Porque no pensaste eso antes de golpearme -le dije masajeando el área en donde me golpeó, al abogaducho se le escapó otra risa y gire para darle otra mirada, pero el hizo como que estaba mandando un mensaje en su celular

-Ya es hora Diabla, vamos tenemos un largo camino que recorrer -dijo Marta sacando las esposas

-Hola Marta tiempo sin verte, la verdad me hace falta platicar contigo en las noches -le dijo Mariana dedicándole una sonrisa

-Hola Mariana, a mí también, te ha sentado bien la libertad -dijo ella mirando a Mariana de arriba abajo

-Y a quien no le sienta bien, la verdad me siento de maravillas

-Me alegró, Diabla vamos -dijo ella colocandome esas frías esposas

-Adiós Mariana me escoltaran a mí Castillo -le dije, y ella sólo movía la cabeza en negación

Todos nos encaminamos a la salida, tenía que volver a ese horrible lugar, de tan sólo pensalo se me alborotaba el estómago, al salir se me había olvidado un detallito, que la salida esta repleta de camarógrafos en busca de noticias sobre el caso o más bien tiburones atrás de una presa, en cuanto me vieron se me vinieron encima con todo un cuestionario de preguntas, el abogaducho quiso adelantarse para quitar a los reporteros del camino

-Responderé algunas preguntas -le dije apartando al abogaducho

- ¿Esta ves va a salir de  la cárcel Sr Rodríguez? -dijo uno de los reporteros apuntando con el micrófono

-Estamos poniendo todo de nuestra parte para que así sea, espero que está vez la justicia sea justa y me permita salir, para comenzar de cero

-Cuando dice que que espera que la justicia sea justa, es porque en el pasado la juzgaron injustamente, según usted era inocente -dijo otro reportero se me olvidaba lo crueles que eran

-Si así es, yo era víctima de Carlos, el me golpeaba constantemente y la justicia lo vio como el pobre hombre que una chica mató, lo cual es una mentira lo que pasó esa noche fue un accidente y ya pague por ser tan cobarde de no denunciarlo

-Cuál fue su reacción al ver a su padre en el juicio de hoy -dijo una reportera y todos me miraron a la espera de mí repuesta

Hola mis queridas lectoras, este es un capítulo especial, para algunas seguidoras que me han apoyado desde el inicio y otras que lo hacen desde ahora y me demuestran lo mucho que le han gustado mi historia.

Y estás son:
Sweet-Reality
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Muchísimas gracias por su apoyo chicas :-)



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