Tres citas

Impredecible

Segunda cita; mis expectativas eran mucho mayores a las de antes, el había sido el chico más atento y detallista de todos, de todos los que había conocido.

Sentía que todo saldría maravilloso en esta cita ya que la primera había sido perfecta...horas antes de la cita empece a hacer suposiciones -¿qué tendrá planeado? ¿Me llevara a un restaurante?- jaja no creo, es demasiado simple para el- dije en mi mente tan ansiosa y despistada.

Escuche el tono del teléfono a lo lejos, corrí hacia el con la esperanza de escuchar su voz diciendo: llegare pronto, lamento el retraso.

Conteste y...

-¿señorita Támara Dual?

-si, ella habla.

-¿usted conoce al señor Todd Murray?. Le hablamos de la policía del condado.

-si, lo conozco, ¿le ha pasado algo?.

-el joven Todd Murray a tenido un grave accidente y hemos recorrido a usted porque parece ser su novia.

No podía creer lo que pasaba, este sería uno de mis días perfectos. Desde la muerte de mi madre trato de evitar cualquier preocupación por alguna persona...

-¿cómo esta él?

...

-¿cómo esta él, policía? Por favor conteste.

-el señor Todd esta muy grave, se encuentra en el hospital central...

Deje colgado el teléfono, no me importo si el policía seguía hablando, lo único que quería era verlo, saber que estaría bien.

Entre al hospital; ya había olvidado como era estar en ese lugar, tan tenebroso y con su escalofriante aroma a medicamentos. Casi de inmediato alguien dijo mi nombre...¿quien rayos me llamaba?. No tenía tiempo para hablar con nadie, sólo quería ver a Todd y poder tomar su mano.

-¡TÁMARA!

Voltee a ver.

Era una mujer mayor, con leyes oscuros, ropa muy fina, Prada para ser específica, una fina bufanda de seda que rodeaba su cuellos la hacía destacar, elegante y de muy buen ver.

-Disculpe ¿la conozco?

-mi nombre es Sonia, soy madre de Todd, ¿sabes como esta él? no me dicen nada, estoy muy angustiada.

-Mucho gusto, no se nada; simplemente deje el teléfono cuando supe donde se encontraba.

-Eres buena chica...

Su comentario me extraño, yo no la conocía y ella no me conocía a mi, ¿cómo era posible que pudiera decir eso de mi?.

-...puedo notarlo en tus ojos, muy bellos por siento, quiero que cuides a mi pequeño, yo pronto tendré que irme.

No sabía como responder a eso, era algo alargador pero no tenía la cabeza para estar pensando si era o no lo era, simplemente le agradecí y respondí: Nunca lo dejare sólo.

Me acerque a una enfermera, pregunte por eso estado de Todd y su actitud fue demasiado arrogante para mi gusto.

-Señorita, discúlpeme pero yo estoy demasiado preocupada por él, lamento si usted tiene un mal día pero no tiene necesidad de desquitarse conmigo.

Muy molesta me di la vuelta y me dirigí hacia un sofá, junto a Sonia sin nada más que poder hacer sino que esperar y simplemente esperar.

-¿porque tiene que tratarnos así?- le dije muy molesta a Sonia que ni una sola gota se atención hacia a mi tenía, su mente viajaba a mil por hora pensando en las mil posibilidades del estado de Todd.