Capitulo 8

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Fernando

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Fernando

Cuando escuchó el grito de su cuñada en la cocina él y su hermano corrieron al lugar, miró a Paulina en el piso inconsciente creyó que por un momento su corazón se había detenido, cuando la vio notó que estaba más delgada y pálida. Se arrodilló a su lado sin saber muy bien que hacía, le tomó el pulso y escuchaba como Elena y Lucas se alborotaban a su alrededor, supo que estaban llamando a una ambulancia, su cuñada se tiró al piso y le puso algo en la nariz, pero ella no reaccionaba, entonces la levantó en sus brazos y se percató lo fría que estaba su piel. "Dios que no se muera", fue lo primero que rogó en su corazón, estaba tan pequeña en sus brazos y débil. Había creído que lo que habían tenido se había salido de su mente, pero no... ahí estaba nuevamente ese cosquilleo dulce en su estómago esa sensación de querer ser mejor para ella. Y en ese momento la quiso proteger de lo que fuera y de quien fuera. Se sentó en el sillón con ella en brazos y la sostuvo hasta que sintió el ulular de las sirenas afuera de la casa, agradeció tener cercano el Hospital. Le rozó la cabeza y sintió que sudaba frío, tocó su cuello y sintió un leve signo vital muy suave, suspiró fuertemente, y levantó la vista a su hermano que lo miraba fijamente. Pero no emitió ningún tipo de comentario, estaba igual de nervioso que su esposa con Vicente en brazos, Lucas corrió a abrir la puerta a los auxiliares de emergencias, se la quitaron de los brazos y sintió un profundo sentimiento de abandono en su corazón que pensó que tendría un ataque... le hicieron las pertinentes revisiones y sentía que estaba en otro planeta aparte con Paulina, la tenían en una camilla y él le tenía el brazo tomado. Hicieron rodar la camilla y continuó a su lado. Subió a la ambulancia y cuando cerraron la puerta, se dio cuenta de lo ridículo de la situación, Elena podía imaginarse un montón de cosas pero su hermano era otro problema, sabía que lo sermonearía y pediría que le contara lo que pasaba con lujos y detalles, pero en ese momento sabía que en lo único que podía pensar era en la mujer que todavía no reaccionaba a su lado, le estaban inyectando un líquido en el brazo. Ella era la experta en eso de "medicina", él tenía cabeza para los números, así que se dedicó a hablarle y darle ánimos. A su lado la auxiliar le explicaba que no era grave, era mucho el cansancio, y seguramente estaba con una anemia producto de perdida de sangre y cansancio. "Va a estar bien, tranquilo", podía imaginarse la cara que tenía, había estado tan asustado que no se dio ni cuenta cuando su corazón comenzó a latir con mas normalidad. Llegaron rápidamente al Hospital, que ella trabajaba, lo sabía porque durante 6 meses había seguido sus pasos, creyó que algún día lo llamaría, pero seguramente era igual a él, el orgullo les ganaba. Y ella no había vuelto su vista atrás. No es que le doliera, sino más bien sabía que si la veía pasaría lo que le pasaba ahora, no se quería separar de ella. La bajaron y vio salir unas cinco personas de la sala de urgencias, entre ellos un doctor, sí definitivamente era un doctor, por que daba ordenes y llevaba ese objeto que ocupan los doctores en el cuello. Miró la ficha y de pronto se abrieron sus ojos desorbitados y miró a Paulina.

-Pero si le acabo de decir que se fuera a la casa!- Cuando el NO MUY APUESTO doctor, dijo esto con tanta confianza, que algo se instaló como piedra en su estómago, frunció el entrecejo y se bajó rápidamente de la ambulancia, siguió dando órdenes y a Paulina la ingresaron, entonces se volvió a mirarlo.- ¿Usted quien es?- tenía deseos de decirle que era "suya", pero vio su intriga y pensó que no era momento de escenas.

- Soy cuñado de su hermana.- y soy el idiota que la dejó hace 6 meses, y se acostó con ella y la botó de su casa. Cuando oyó sus pensamientos el nudo se instaló en su garganta.

- Soy Amaro González, su amigo...- dijo en un tono que no le gustó para nada a Fernando, pero como había pensado anteriormente lo mas importante en ese momento era la salud de Paulina.

-Bueno, Paulina en la madrugada ya había presentado una descompensación.- le dijo explicándole mientras seguía al "doctorcito", el asentía como si le fuera captando todo.- Ella ya hace cinco meses debe controlar su anemia aguda, ha sido hospitalizada por varias ocaciones, debido al aborto espontáneo que tuvo...- y aquello lo paralizó, fue tan fuerte la reacción que el doctor se volvió para mirarlo.- ¿Elena no te lo comentó?- Así que, ¿Amaro conocía a toda la familia? Y... Paulina embarazada, entonces recordó las veces que el investigador privado que había contratado, le había dicho que habían días que no la veía salir del hospital, y él creía que el trabajo la tenía consumida. "embarazada... ¿embarazada? Y ¿de quién?" esperaba que no de ese doctor, cada vez que pasaba más con él sentía que tenía una cercanía especial con Paulina.

- ¿Hace cuánto estuvo embarazada?- le preguntó casi sin demostrar el remolino de emociones que sintió.

- Seis meses para ser exacto...- Su pulso se aceleró, su respiración se cortó por varios segundos... había estado embarazada de él, estaba casi seguro. ¿Qué le habría pasado? ¿Quién había estado con ella en esos momentos?

- Pero ahora está mal porque...

- Principalmente su pérdida de sangre detonó una anemia aguda, que ha sido controlada con una serie de transfusiones de sangre, pero tranquilo Elena debe estar por llegar con Lucas... hablando de ellos ahí vienen.

-¡AMARO!- gritó mi cuñada que venía entrando, con Lucas detrás y el bebé en brazos, parecía agotado tratando de alcanzar a su esposa.- ¿cómo está?

- Elena, tranquila, le decía a tu cuñado que todo está bien, nada que no se pueda controlar... ahora anda a dar los datos de Paulina al mesón de urgencias, porque al ver que venía con alguien desconocido, supuse que no sabía nada de sus datos personales, y de su enfermedad...- ¡Pero sé cómo lo hace en la cama, Idiota! Pensó Fernando tensando su mandíbula, aquel "feo" doctor lo estaba colmando. ¿Le había dicho ignorante?

- Fernando...- le preguntó su hermano.- ¿Porqué te viniste con Paulina?- no sabía que responder...

- Gracias Fernando .- Dijo Elena volviéndose a él.- Por estar con ella y no dejarla sola... pero te llamaron recién de la empresa y debes irte de inmediato, tu secretaria decía que era urgente.- y puso una cara extraña... esperaba que su secretaria loca y obsesiva, no le haya enviado fotos en traje de baño o con un sexy disfraz de gatita. Quiso poner una cara de exasperación, pero respiró profundo.

- Está bien y no hay problemas, vi que ustedes no podrían venir con Vicente, quise hacerlo sin pensarlo mucho.- Estaba excusándose, su hermano lo miró pensativo, su cuñada con el ceño fruncido... y el doctor con una sonrisa que lo puso furioso.- Bueno al parecer hay cosas más importantes que hacer, con permiso. Espero que Paulina se mejore.- le dijo a Elena y ella asintió.

Salió de aquel lugar con un dolor en el pecho, sintió que nuevamente la estaba abandonando, pero no podía hacer más... Ella no le pertenecía y nunca lo haría. Cuando tomó el taxi para partir directamente a la empresa, llamó a Ana su secretaria. Se dio cuenta que no eran fotos sexys si no que realmente algo había pasado. "Habían cosas más importantes que hacer..." Pero Paulina y su bebé no dejaron de rondar su cabeza durante el resto del día.



"Espero que me comenten, voten y compartan si les gusta la historia, y si les gustó el capítulo ahora las tendré pendientes hasta el Martes 2 de Mayo... "

Les presento al doctor Amaro González

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Les presento al doctor Amaro González... Díganme que les parece...

Una Última Oportunidad (COMPLETA)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora