Capítulo VII.

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—Mikey…— sonó más como una pregunta que como una afirmación. En seguida, con paso algo rápido, caminé hasta él; ignorando que tenía Rubén a mi lado.— ¿Mikey?… ¡Mikey!— empecé a correr para llegar aun mas rápido. Cuando lo tuve lo suficientemente cerca lo tomé por el brazo y lo hice girar para encararlo. Me quedé en shock. Él no era Mikey, aunque he de admitir que se parecía mucho.—Disculpa, pensé que eras alguien más.— tartamudeé y me volví de nuevo hacia donde estaba Rubius quien tenia cara de desconcierto.

—¿Paso algo?— preguntó con tono de exagerada preocupación.

—No, es que… Yo… Pensé que, pensé que era mi ex-novio.— solté sin querer. No lograba aclarar mis pensamientos del todo.

—Ah.— fue lo único que dijo.

Seguimos caminando y hablando sobre algunos de los que estábamos visitando. Lo triste fue que no me tomó la mano de nuevo; no se, pero me sentí vacía.

Se hicieron la 1:30 a.m. tan rápido.

—Te llevo al hotel.— dijo y me sonrió ampliamente.

—No es necesario, Rubius. Puedo ir yo sola, además es cerca de aquí.

—Alice, esto aquí esta algo solo y no me perdonaría nunca si te llega a pasar algo por dejarte ir sola.— su sonrisa se desvaneció y un Rubius serio apareció de repente.

—Bueno, si no es molestia para ti… Por cierto, ¿donde te estas quedando tu?

—En el piso de Cheeto.— al parecer algo en mi expresión lo hizo reír y soltar.— Tranquila, tomaré un taxi, no es lejos de aquí.

—Vale.

Él, amablemente, me llevo hasta la entrada del hotel. Cuando iba llegando a la habitación me di cuenta que no me pidió el número de teléfono y mi mente retorcida pensó lo peor: yo no le interesé en absoluto y que lo hace rato fue por ese momento y nada mas…

POV de Rubén.

Tomé un taxi hasta el piso de Cheeto donde nos estábamos quedando todos. Al llegar, todos estaban apretados en la pequeña sala: Dickstroyers, Cheeto, Mangel, Alex, Willy, también estaba s

Samuel y Luzu.

—Si no trajiste comida, no eres bienvenido.— dijo Alex.

—ES GRACIOSO PORQUE no tiene ni puta gracia Alex.

—¿Alice te perdonó al final?— preguntó Mangel.

—Algo así.

—¿Y qué con ella?— preguntó Willy con un tono extraño.

—Exacto, ¿acaso estamos ante la extraña presencia del Rubius enamorado que parecía haber desaparecido?— cuestionó Luzu.

—Es extraño pero no se…

—Deberías saberlo, son tus sentimientos.— apuntó Mario.

—Si, lo se, pero es que apenas la conozco y...

—Sabes su vida entera…— me interrumpió Mangel.

—Vale, apenas la conozco en persona.

—Bueno, ¡conozcanse mas! Llámala y salgan mañana. Aprovecha, en cualquier momento se va.— comentó Samuel.

—¿Se va? ¿Cómo que se va?

—Según lo que me contó Pri, el jefe llamó a Alice a último minuto, justo antes de ir al concierto, y le pidió explícitamente que hiciera el artículo de España. Y se van a mitad de semana supongo.— respondió Alex.

—Estás de coña, tío. ¿Es en serio?

—Si.

—Tengo que… ¡Me cago en todo, tío…!

—¿Qué pasa?— exclamaron todos en coro. Creo que algo en mi expresión hizo que se alarmaran.

—Olvidé pedirle su numero telefónico. Hostia…

—Si serás pringao'— exclamó Alex.

Ahora si que eres un retrasado de primera, Rubén; ¿cómo se te van a olvidar pedirle el número? Soy especial… Especial, especial, especial. Y ahora como cojones me comunico con ella si no… Un momento.

—Mangel… Tu debes de tener el numero telefónico de Martha.

—Si.

—Pídele el número telefónico, por favor.— mi necesidad fue tanta que me arrodillé a los pies de Mangel.

—Se lo puedo pedir, pero creo que ya es un poco tarde, ¿no?

—¡POR FAVOR…!

—Me cago en… Espera, eh.— rápidamente marco el numero de Martha, se disculpó y procedió a pedirle el numero telefónico de Alice. Lo anoté y me apresuré a llamarle. Mangel me hizo una señal para que no llamara aun. Esperé con cara de idiota.— Me preguntaba si ustedes iban a estar disponibles mañana para sa… ¡Oh! Vale. Entonces será luego. Rubius te agradece lo del número. Te escribo luego, adiós.— colgó.

—¡HABLA!— grité.

—Ellos van a estar ocupados mañana, van a aprovechar de ayudar con el artículo porque se van en 2 días.

—¡¿DOS DÍAS?!

Joder…

—Por pringaos nos pasa esto, chaval.— sentenció Alex.

—Y nosotros estamos de acuerdo.

Nos tocó dormirnos o bueno solo yo, pues decidí por primera vez en mi vida a levantarme temprano… Y buscar a Alice si era necesario por Málaga entera.

Ahora que pienso mejor, ¿qué pasa con Willy?

It's Crazy, But I Think Is Love? (Rubius)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora