Cap 14....
{Kendall}
Llegando al aeropuerto se me ocurrió la grandísima y estupenda (y por estupenda quiero decir estúpida) de ir caminando y no en taxi a nuestro hotel, al principio Garrett no quería pero después de unos chantajes (nieve quemada) acepto, y mientras yo cargaba a Ed y nuestra maleta el cargaba la suya.
-No sé cómo me convenciste para caminar -.- ¡nos faltan más de 20 cuadras panteoneras!
-hay tranquilo… no seas tan exagerado –abrí un mapa que nos habían dado- ¿Dónde está el hotel? O mejor dicho ¿Qué hotel es?
-El Bell-Air…
En vez de contestar me puse a buscarlo por la supuesta “zona hotelera” encontré el RIU, el Mansegiu (?) , el Spaniel…. Pero no el Bell-Air.
-¿seguro que se llama así?
-si, a de estar en las orillas… no en el centro.
¡Ah! Eso lo explicaba todo… eran… demasiados (en extremo) MUCHOS kilómetros por recorrer.
-¿¡cómo es que me dejaste convencerte de ir caminando!?
El solo rio encogiéndose de hombros.
Caminamos horas y horas (o eso me parecían ya que según Garrett apenas llevábamos 15 minutos) pero el calor me sofocaba y por traer al bodoque en brazos la transpiración
era más fuerte.
-¿Gi?
-¿sí?
-y que te parece si… tomamos… un taxi.
-¿Qué? El gran Kendall Schmidt ¿se está rindiendo?
-ppff, no… es solo que… ¡yo nunca me rendiría!
-¿Qué decías?
-que el tapiz del taxi esta lindo :$
Llegando al hotel, me di cuenta de varias cosas, uno: el hotel era de esos lujosos en los cuales una persona normal se sentiría extraño, yo me sentía así, pintado en blanco perla estaba adornado con querubines por todas partes, las puertas corredizas brillaban con todo el brillo que les habían sacado, al fondo se podía ver la entrada a la alberca, y desde donde estaba podía decir que era una alberca fabulosa. Y dos… y la más difícil para mí, igual en este lugar podría distraerme como hace años no lo hacía.
Llegamos a la recepción y nos atendió un chico… fortuna la nuestra que tuviera preferencias sentimentales… como decirlo… es… era… gay ._.
-Hola chicos, ¿ya han reservado o apenas vienen a hacerlo?
-Ya lo han reservado, al nombre de Garrett German (Garrett tiene primero el apellido de la mama a causa de que el no es hijo de Schmidt)
-déjenme checarlo… por cierto muy lindo su hijo :’3
Garrett estaba a punto de rezongar pero le pise el pie, esto me estaba divirtiendo a sobremanera, el hacía cada cara que valía la pena sacar la cámara y verlo.
-así es, tengo una reservación en una habitación platinum para tres personas. ¿Es correcto?
-sí.
-ok, voy por sus llaves y por alguien que venga para ayudarles con las maletas.
Una vez que se fue, puse el asentó mas socarrón que se me ocurrió.
-¿vez? Tu admirador no es tan mala onda…
¿Y qué recibí? Una cachetada.
Ya que el simpático chico nos entrego las llaves, llegaron los botones, solo uno de hecho, y cargo con las maletas, enseñándonos el camino que debíamos tomar para llegar a la habitación. Nos metimos al elevador -de igual forma lujoso- hasta el piso 6. A la derecha, según decía el botón estaba el mini-bar del piso, así que no tendríamos que caminar tanto para agarrar bebidas y snacks.
Una vez en la recamara 2J nos entrego un par de llaves electrónicas y se retiro.
El cuarto me impresiono, estaba dividido en varias secciones y las divisiones eran notables, de color perla (de nuevo) las recamaras, de color azul cielo –sin nubes- los cuartos de baño y de un color gris acaramelado todo lo demás, me encanto.
Un gran inicio de mini-vacaciones.