sept.

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Advertencias: Menciones de homofobia.

Mark entra y se sienta sobre su cama, y Donghyuck cierra la puerta detrás de él, apoyándose sobre ésta.

Mark se acerca al borde de su cama, y saca algo de debajo de ella. Es un disco pero, por la manera en la que está envuelto, con tanto cuidado y precisión, es uno realmente importante.

"Hyuck, y-yo... este disco contiene canciones elegidas por mí. Las he elegido especialmente para ti. Feliz cumpleaños, Donghyuck", dice, sonriendo levemente, y le tiende el disco al pelirrojo.

"No sé qué decir... gracias, Mark, no tenías por qué", agradece, observando el disco en sus manos.

"Este disco es realmente importante. Me gustaría que lo escucharas cuanto antes".

Donghyuck sonríe aún más y aprieta el disco aún más entre sus manos, prometiéndose a sí mismo que lo esuchará nada más llegar a su casa.

"¿Sabes? Realmente me puse mal cuando te fuiste. Incluso, en algún momento, llegué a odiarte. Me sentía realmente solo, estaba realmente solo", Mark empieza a jugar con los dedos de sus manos, volviendo la vista al suelo.

"¿Qué hay de tus amigos? ¿No has tenido pareja?", pregunta el menor, frunciendo el ceño.

"Yo jamás fui como tú, Hyuckie. No soy sociable, divertido y despreocupado como tú. Además, nadie se enamoraría de alguien como yo".

"Eso no es cierto", contradice, y da un paso en la dirección de su amigo.

"Tan sólo mírame. Tengo una familia destrozada, un padre alcohólico, una madre que desapareció cuando era apenas un niño."

Mark suspira, y hace una pequeña pausa antes de continuar.

"Nunca salgo a conocer a personas nuevas. Nunca bebo ni voy a fiestas. Soy aburrido, solitario, sensible, soy... un desastre. Me sentiría mal si alguien llegase a enamorarse de alguien como yo", explica, antes de sonreír amargamente.

"¿Por qué te sientes tan mal por mí?"

Las palabras salen de su boca antes de que Donghyuck pueda evitarlo, y muerde su labio inferior cuando Mark levanta la cabeza lentamente para mirarle.

Donghyuck respira profundamente y camina en su dirección, hasta que queda a apenas dos pasos de distancia de él.

"Siempre he estado enamorado de ti, Mark."

El rubio de ojos cafés se levanta y da el primer paso, sus labios se encuentran de manera suave, casi inocente, y Donghyuck mueve sus labios al compás de los del mayor, sintiendo las caricias de Mark en su cintura, causándole escalofríos.

Los brazos del menor rodean el cuello de Mark, acercándole más a él, y Mark retrocede lentamente, hasta llegar al borde de su cama.

Donghyuck cae sobre la cama con Mark sobre él, apoyando sus manos a cada lado de la cabeza del menor, tratando de no aplastarle.

Y sus labios vuelven a encontrarse segundos más tarde, las manos de Donghyuck bajan al borde de la camisa de Mark, y el mayor entiende el mensaje rápidamente, quitándose la camisa en un movimiento que causa que las mejillas del otro se sonrojen aún más.

En vez de volver a besarle, Mark empieza a repartir pequeños besos por toda la cara del menor, por su clavícula, su cuello, por todos y cada uno de sus lunares y imperfecciones.

Y Donghyuck se siente feliz. Entre los brazos de Mark, se siente seguro, tranquilo; se siente... querido.

"Te quiero, Donghyuck. Demonios, te quiero demasiado", murmura Mark, con la respiración algo agitada.

Donghyuck observa a su mejor amigo, con su cabello rubio desordenado, sus mejillas rojas y una pequeña sonrisa dibujada en su rostro.

Jamás me he sentido tan feliz en años.

Hyuck respira profundamente y muestra una pequeña sonrisa.

"Mark, yo..."

La puerta se abre bruscamente, y ambos se incorporan, alertados por el sonido de varios objetos cayendo y rompiéndose.

"¿¡Pero qué mierda!?", exclama la persona, acercándose con pasos peligrosos a ellos.

Mark se coloca delante de Donghyuck, dispuesto a protegerle.

"Fuera de aquí, por favor", pide Mark, con voz dura.

"¡Tú! ¡Convertiste a mi hijo en una aberración una vez, y lo has vuelto a hacer de nuevo! Irás al infierno, las bestias como tú no merecen ningún tipo de respeto, ¡no merecen ser queridas!", escupe el padre de Mark, apartando al menor de un empujón y tirándole al suelo.

Mark grita cuando la cabeza de su mejor amigo golpea el borde de un mueble, causando que sangre.

Tras eso, el padre se vuelve hacia su hijo, con una mirada de odio que Mark jamás habría imaginado en él.

"Tú no serás uno de ellos, Mark, tú no serás un pecador. No voy a tener un hijo homosexual, ¿¡entendido!?", grita, apretando el cuello de su hijo con una mano, cortándole la respiración.

Donghyuck observa con impotencia cómo Mark suspira y cierra los ojos, causando que una lágrima se deslice por su mejilla.

"Sal de aquí, Donghyuck. No te preocupes por mí. Corre", le ordena Mark, con un hilo de voz.

Donghyuck recuerda las tardes en el viejo árbol de su jardín, los arañazos que luego tapaban con tiritas, las mañanas con él en la tienda de discos, el regalo de Mark.

Se levanta del suelo con dificultad, apretando el disco en sus manos y, sin más, huye como el cobarde que es, como el cobarde que siempre ha sido.

No necesitas decir "te amo"
para decir "te amo",
olvida todas las estrellas fugaces
y todas las lunas plateadas.

Eeeeh macarena, aaaY.

Ya se vino el bardo, uh. Este capítulo me ha quedado demasiado largo, ayuda.

Aún no es el final, todavía quedan muuuchas cosas por pasar. No digo nada. 🌚

¡May fuera!

blue neighbourhood. ❪ markhyuck ❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora