El sonido de un timbre,
el calor inoportuno de abril,
y el pensamiento en una fotografía desteñida
en tanto, un extendido silencio sigue a todo acto.
La escolta es un libro de capítulos
de aplazadas lecturas.
Un repetido sueño en el rostro
pegado al cristal en el tren de cada mañana,
camino al teclado
que cultiva palabras en los surcos minutos-horas.
La vista clavada en los textos,
una ronda de poemas,
y el tintero agudo, posado sobre el escritorio.
Cadenas enlazadas de consonantes
se deslizan sobre una libreta muda,
aguardando...
En cada borde deambula
una tundra que se asoma absorta,
cómplice del enrarecido aire
que deambula entre los pasillos.
Una espera de rostros
escondidos en un trance bajo la lupa de rutinas,
de un desfile que no logra distinguir
un acantilado de anotaciones planas.
Un puente sin terminar,
el parloteo presa de uno mismo;
la hipnosis de un seminario sin objetivos
y las lecturas para liberarse
de la tiranía de tan compleja fragilidad.
*
Marzo 28, 2017
© 2017 Gabriela Ponce de León, La Dama Azul. Todos los derechos reservados.
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Mercurio negro
PoetryConcursando en #premiosperlados2018 La poesía es tan sólo un simulacro, elemento del acto; en tanto del alma logra liberarse en formas libélulas, trazando piruetas en el viento. © La Dama Azul.