Day 1
Narra Manu
Luego de haber estado un buen rato con las chicas hablando, decidimos acostarnos para poder charlar mejor. Dani estaba bastante distraída con su celular, mientras Agus, quién estaba tapada hasta la cabeza, intentaba descansar un poco. Vero y yo no teníamos ni un poco de sueño por lo que decidimos seguir hablando animadamente.
-¿Pueden apagar esa música? -Habló Agus con la voz ronca mientras ponía su almohada en la cabeza.
-No somos nosotras.-Contesté mirando a Vero y Dani quién se había sumado a la conversación.
Agus abrió uno de los ojos, encontrándose con nosotras calladas mirando hacia una de las paredes que, justamente, daba a otra cabaña. Suspiró con enojo y se paró de la cama, enfilando hacia la puerta.
-¿Donde vas? -Preguntó Vero con curiosidad mientras todas mirábamos a la castaña que no podía contener su enojo.
-A callar a los que están al lado.-Contestó cruzando sus brazos en su pecho, podía notarla bastante frustrada y la entendía.
-¿Irás en pijama? -Intervine yo, logrando que mi compañera encogiera sus hombros.-Yo voy.-Respondí caminando hacia la puerta.
-Gracias.-Susurró Agus, abriendo la puerta y dejándome pasar.
Al salir, el viento pegó en mi cuerpo haciéndome maldecir por lo bajo, ¿por qué no tenía puesto un buzo? Caminé unos metros hasta la cabaña de al lado y luego de subir los pequeños escalones, toqué varias veces la puerta.
La música continuaba alta y había estado parada allí un buen rato. Volví a tocar y sin tener éxito, me di vuelta para volver a la cabaña. Los ruidos fueron más fuertes y escuché una voz masculina detrás mío.
-Hey mama, ¿necesitabas algo? -Fruncí el ceño al ser llamada de esa forma y volví a girar encontrándome con el morocho de tatuajes, aún sin remera y fumando un porro. Sonreí de forma instantánea y él hizo lo mismo.
-N-no, nada. Lo que pasa es que mi amiga está durmiendo y se despertó por su música. ¿Podrías bajarla un poco? -El chico encogió sus hombros y le dio una calada a su cigarrillo de marihuana.
-O te podrías sumar a la fiesta.-Habló abriendo un poco más la puerta.- ¿O eres aburrida? -Enarqué una ceja, si había algo que odiaba era que me desafiaran.
Subí el escalón que había bajado previamente y entré en la cabaña. De repente el humo del porro invadió mi nariz. El tatuado pasó su brazo por mi hombro, apegándome a él y habló.
-Muchachos, quiero presentarles a...-Habló y me miró para que yo dijera mi nombre.
-Manu.-Contesté y todos me saludaron con un movimiento de cabeza. Segundos después, los dos chicos restantes estaban en sus asuntos, nuevamente.
-Qué lindo nombre, Manu.-Sonrió de una forma que nunca la había visto. Mordí con suavidad mi labio inferior y su mirada fue llevada hacia allí.-No hagas eso.-Habló entre dientes llevando su dedo a mis labios. Tragué con fuerza y una pequeña sonrisa se dibujó en mi boca.
El tatuado me ofreció una cerveza, la cual acepté gustosa mientras él continuaba fumando. Ambos estábamos hablando sentados en su cama mientras los otros, sentados en el piso, bebían su cerveza.
-¿Tu nombre es una incógnita? -Pregunté cuando se hizo un silencio.
-Nunca me lo preguntaste bbygirl.-Contestó sonriendo de lado.-Me llamo Nate.