-Estás jugando conmigo.-No, lo siento.
Minho se afirmó el cabello algo molesto, conocía de sobra sus gestos. Así que antes de que explotara, le cambio el tema de conversación.
-¿no te apetece darte un baño?
Minho apenas lo había mirado un instante, pero fue el tiempo suficiente para que el se diera cuenta que la tela de la polera que llevaba puesta era muy fina, y de que, por debajo notara su cuerpo desnudo.
-Quizás más tarde, primero arreglaré el tema de la cama y veré el estado financiero...
-Muy bien. Bueno.... estaré en la playa si me necesitas.
Cuando Key se marchó, Minho respiro hondo y se apoyó en el respaldo del sofá. No estaba preparado para ver a Key, descalzo y cubierto con una fina polera. Reconocía su cabello castaño y sus ojos a juego, pero ¿siempre había tenido ese cuerpo? ¿como no se había fijado nunca en su cuerpo o en el atractivo de su piel? Y ya que se había fijado, ¿como iba a dejar de hacerlo?
Minho frunció el ceño. Aún estaba dolido por su última relación que había tenido con un hombre y no tenía intención de liarse con otro, y mucho menos con su secretario. Sería algo totalmente inapropiado.
Ni siquiera debía pensar en su aspecto. Ni preguntarse si su piel seria tan suave como aparentaba ser. O cómo se sentiría al quitarle la polera y explorar su cuerpo con las manos y la boca.
Apretando los dientes, se obligó a centrar su atención en la pantalla. Decidió no hacer nada con respecto a la cama tendrán que compartirla, decidió que debía de estar sufriendo una tardía reacción ante lo sucedido en los últimos días. Si no, nada podía explicar el deseo que se había apoderado de el al ver a Key. Ni Siquiera era el tipo de hombre que a el le gustaba. Nunca había pensando en su aspecto. Siempre había preferido hombres con más cuerpo, no tan delgado y pequeño como Key.
Taemin ¿solo habían pasado tres días desde que había estado a punto de casarse con el? No podía creer que ya no sintiera deseo por otra persona. Tenía que detener su pensamiento en ese mismo momento. Tenía tres semanas por delante, y tendría que mantener las manos alejado de él.
Podría hacerlo. Podría hacer todo lo que se propusiera. Se había resistido a distracciones mucho más tentadoras que Key y se resistiria a el tambien. Tenía trabajo que hacer. Y trabajar era lo que Choi Minho mejor sabía hacer.No sabía en que momento había llegado al lado de Key, estaba recostado en una hamaca con el torso descubierto. Y el con un vaso de jugo frío en su mano, solo se imaginó que Key tendría sed y decidió llevarle algo para beber.
Extrañamente puso el vaso de jugo cerca de su piel para que Key despertaba, cosa que hizo al instante.
-Pensé que tendrías sed.
-Gracias.- dijo Key recibiendo el vaso con jugo, el que bebió agradecido rapidamente.
-¿Como esta el agua?
-Estupenda ¿quieres probarla?
-Esta bien. - se puso de pies, Minho decidió que era mejor hacer eso que quedarse mirando el cuerpo de Key.
Juntos caminaron hasta el agua, el agua cristalina permite que vieran sus pies claramente.Minho hubiera deseado que no fuera así. Ya le costaba bastante mantener la vista alejada de el. En cuanto llegaron a una zona mas profunda, comenzo a nadar hacia los arrecifes. Era agradable hacer un poco de ejercicio. Y mucho menos peligroso que estar junto a Key, y fijándose en la poca ropa que llevaba.
Cuando por fin se detuvo, sacudió la cabeza para retirar el exceso de agua de su cabello y que no le entrara en los ojos. El sol se reflejaba contra la superficie del agua y Minho tuvo que entornar los ojos para encontrar a Key, que estaba flotando sobre su espalda.
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Luna De Miel (MinKey) ADAPTACIÓN
Storie d'amoreChoi Minho , un magnate en el mundo de los negocios, estaba acostumbrado a tener la última palabra... Hasta que lo dejan plantado en el altar. Pero en lugar de desperdiciar su luna de miel, decidió llevarse a Key, su secretario, a un viaje de negoci...