-Y ya te he organizado la luna de miel- dijo Key, después de darle el último mensaje a Minho. Él había estado fuera de la oficina todo el día y el teléfono no había parado de sonar.-Bien, bien- dijo Minho, mirando los mensajes. No se había quitado la gabardina y todavía tenia gotas de lluvia sobre los hombros.
-¿No quieres saber los detalles?- Minho frunció el ceño y lo miro.
-Supongo que sera mejor que me los digas por si Taemin me pregunta los detalles esta noche cuando me llame por teléfono. - Key le entregó una carpeta con toda la información, leyó lo que le había entregado con un completo silencio, hasta que asombrado y algo asustado lo miró- ¿Nos vamos el 23 de Septiembre hasta el 19 de Octubre? acaso ¿estás loco? no puedo perder semejante cantidad de tiempo en una banalidad y frivolidad como lo es una luna de miel. Tengo trabajo.
-Me dijiste que te reservará lo que consideraba apropiado.
-¡No puedo creer que pienses que será apropiado para mí estar lejos de la oficina por tanto tiempo!
-Es tu luna de miel, un momento especial. Es importante que tu matrimonio empiece bien, si puedes permitirtelo, y está claro que puedes hacerlo.
-No me refiero al dinero, lo que no puedo permitirme es estar tanto tiempo fuera.
-Yo tampoco me refiero al dinero, pero seamos conscientes haces un escándalo por una luna de miel, y por casi 26 días, no quiero ni pensar cuando salgas de vacaciones, aunque conociéndote es probable que esa palabra no exista en tu vocabulario. Es una cuestión de prioridades ¿que es más importante, la empresa o tu matrimonio?
Minho miró a su secretario personal con un gesto parecido al disgusto ¡el sabía lo que debía responder!, con pesimismo, recordó los días anteriores que había pasado con Taemin, viejos tiempos, cuando solo el sexo importaba, una cena agradable y el trabajo. Ahora todo es demasiado distinto. Taemin tenía que volver a la realidad. Estaba claro que para el, su trabajo era más importante que esta frivolidad.
-Hablaré con Taemin, y una vez aclarado este punto, tendrás que cambiar las fechas de los vuelos.
Pero esa misma noche cuando se lo comento a Taemin, el grito emocionado y le dijo cuán feliz le hacía que considerara tantos días juntos. Que sería una excelente oportunidad para conocerse. Pero ya se conocían ¿qué más quería?
Minho había confiado en que Taemin acortará la luna de miel. El ansia por el éxito era algo que tenían en común, o al menos, así había sido hasta que Sungmin se volvió loco por la boda. Entró a su oficina molesto, al día siguiente, Key se encontraba conversando con alguien, como siempre... Se acercó a él, y le dijo en un tono molesto.
-Deja las fechas como estaban.
Key le sonrió cuando le dio la espalda, Minho se lo merecía por negrero, por todas esas veces que lo había dejado en la oficina hasta tarde sin poder cobrar horas extras, y no es que ganara poco dinero, simplemente quería molestarlo, y finalmente lo había logrado. Su teléfono comenzo a sonar y se despidió de la persona con la que conversaba antes de atender el llamado.
-Hola ¿Hablo con Key? Soy Taemin, el novio de Minho. Minho me ha dicho que tu podrías ayudarme con algunas cosas.
-Claro....- pero esas "algunas cosas" se convirtieron en tres hojas tamaño carta de notas, pero Key tenía que admitir que Taemin era una persona cálida a través del teléfono.
-Eres un encanto por ayudarme con todo esto. ¿Esta Minho disponible?
-Dame un segundo...- Keu dejo a Taemin en la línea de espera y llamó a Minho por la extensión personal. - Tengo a Taemin en la línea.
-¿Taemin?
-Si, tu prometido.
-¿Que quiere?
-Que voy a saber yo...- Key respondió de mala forma, escucho gruñir molesto a Minho y trato de remediarlo en seguida.- supongo que quiere hablar contigo de alguna cosa de la boda.
-Ahora no puedo hablar
-Ya le he dicho que te pasaría la llamada.
-Ahg, demonios ¡está bien!
Hijo de su mamá... que culpa tenía él que estuviera ocupado o tuviera cosas que hacer, no era su responsabilidad, y le estresa pensar que tenía que ayudar a Taemin además de hacer su trabajo. Pasaría esa semana de largo con todo lo que tenía que cumplir.
Cuando la llamada de Minho había terminado, lo llamó a su oficina, tomó un block de notas y entró a su oficina, sentado sobre sus piernas en la silla frente a él.-Ayudaras a Taemin en lo que te pide. Pero no quiero que por nada del mundo, dejes tu trabajo de lado.
-¿Ok?- ¿que debía responder sinceramente? lo escucho quejarse un buen, rato, lo único que agradece es que estaba apunto de terminar la jornada laboral, escucho a Minho y lo tranquilizo un poco, en esos pocos días Minho se había abierto a él, más que en los meses anteriores. No sabía que sentir al respecto a eso. Llegado el final del turno, se despidió de Minho, quien se quedó agarrándose el cabello molesto, gritando a todos los dioses que le devolvieran al Taemin anterior...
No era su problema.
ஒ
Key saludo al personal que encontró a su paso, subiendo al ascensor, esa tarde sería la última vez que vería a Minho, antes de su boda y los empleados habían organizado una despedida para desearle buena suerte. Esperaba que Minho apreciará el detalle y les dedicara una sonrisa, habían sido unas semanas demasiado ocupadas y estresantes, esa misma mañana en el metro, llamó a sus amigos para organizar una fiesta, necesitaba relajarse, y olvidarse de lo que lo estuviera molestando. Cuando llegó a su piso, estaban todas las luces apagadas, generalmente Minho le ganaba y encendía todo, pero esta vez no había pasado. Una vez que llegó a su escritorio tuvo que reconocer que Taemin tampoco lo había llamado en los días anteriores. Se supone que había llegado hace unos cuantos días a Corea. Y sabía ese detalle porque el mismo tuvo que arrendar un departamento para él.
Dejó su chaqueta en su asiento, y noto que la puerta de la oficina de Minho estaba abierta, él nunca la dejaba así, algo temeroso se acercó y prendió las luces de su oficina, se asustó cuando vio a Minho cubrirse los ojos.
-¡Demonios Key, apaga esa luz!
-Qué actitud... ¿nervioso por la boda? ¿por dónde quieres que empiece?
-Puedes empezar por cancelar la boda.
.
.
.
.
ESTÁS LEYENDO
Luna De Miel (MinKey) ADAPTACIÓN
RomansaChoi Minho , un magnate en el mundo de los negocios, estaba acostumbrado a tener la última palabra... Hasta que lo dejan plantado en el altar. Pero en lugar de desperdiciar su luna de miel, decidió llevarse a Key, su secretario, a un viaje de negoci...