9: Rapidez mental y el entrenamiento

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- Ni que estuviéramos en la película "Viven"- resopló Konan con tristeza cuando dije que "eso que está ahí no es mi padre, es sólo carne". (Recomiendo esa película, supongo que Sudamérica sabe cuál es porque se basó en hechos reales. En esa película lloré dos veces a moco tendido TT_TT).

- ¿Entonces puedo comérmela?- intervino Zetsu. Me mordí el labio y asentí. Decidí apartar la vista.

- Tengo que salir de aquí y ayudar a mi madre- apreté los puños. 

- No puedes salir- me recordó Kakuzu en un suspiro cansino-. Estás condenada aquí dentro, como nosotros. 

- Por mí como si tengo que arrancarme la piel a tiras para que Jiraiya me saque de aquí- refunfuñé, pateando el suelo con rabia y dando vueltas en círculos por el salón, pensativa-. Si mi madre corre la misma suerte, o peor aún, que esa cosa que tiene en el vientre la mate, entonces sí que Orochimaru se ha condenado a muerte lenta. 

- Akira...- quiso decir Itachi. No lo dejé hablar.

- Esa barrera sólo la puede traspasar Jiraiya...- pensé en voz alta, doblando un brazo sobre mi pecho y apoyando el otro codo en él, agarrándome la barbilla con el brazo alzado y sin dejar de moverme por el salón.

- Akira...- insistía Itachi.

- Sólo pueden entrar y salir objetos, y las personas que vayan junto a él...

- Oye, Aki...

- Su sangre puede traspasar el jutsu, así que...

- Akira, escúchame un...

- ¡Si Orochimaru se hace con la sangre de Jiraiya podría entrar aquí!- ladré, asustada. 

En ese preciso instante Sasori gruñó y lanzó sus hilos de chakra hasta mis piernas, dando un fuerte tirón y haciéndome caer de espaldas al suelo con estrépito. Me froté la parte trasera de la cabeza con una mano y con la otra los lumbares.

- ¿A qué ha venido eso?- protesté. 

- Ése es tu problema, Akira- dijo por fin Itachi, suspirando-. Piensas mucho, actúas poco. Ignoras al enemigo y te centras en tus propios problemas. Si no lo hicieras así, en batalla no habría quien te venciera. 

- ¿Insinúas que soy una egocéntrica?- me crucé de brazos y torcí las caderas, molesta.

- No exactamente.

Fruncí el ceño.

- A lo que voy es a que necesitas rapidez mental... y un entrenamiento adecuado.

- Ya veo por dónde vas...- rio Hidan, divertido. Lo miré, confundida.

- Pues yo no- me hundí de hombros. 

- Anda, ven aquí- llamó Itachi, moviendo dos dedos hacia su rostro. Me acerqué y me condujo hasta la cocina, donde tiró ocho cuencos de ramen en la mesa, puso una bomba de Deidara en uno y una galleta en otro. Luego, los dio todos vuelta y empezó a mezclarlos a toda pastilla, a tanta que apenas se distinguían los cuencos. 

- Encuentra la bomba- apremió Deidara.

- ¡Tú quieres matarme!- me indigné.

- No voy a hacerla reventar, baka... La reventaré lejos de ti, que me das lástima.

- Para hoy, Akira, no para mañana. Encuentra la galleta- insistió Itachi, sin dejar de mover los cuencos.

Fiché uno con la mirada tras unos minutos de intentos fallidos y pareció como si sólo viera ESE cuenco, por lo que no me resultó muy difícil voltearlo hacia arriba y sacarlo de la amalgama de cuencos. Y dentro, estaba la galleta: una deliciosa galleta con pepitas de chocolate (*¬*). Itachi sonrió.

- Bien, aprendes rápido.

- ¿Y con esto qué he hecho?- me rasqué la cabeza mientras con la otra mano me iba comiendo la galleta, feliz de la vida.

- Si te concentras en un solo punto, el resto no es tan difícil: pongamos en una batalla de verdad, en la que estás contra ocho hombres...

- Y todos quieren violarte salvajemente, caso similar al que estás viviendo ahora- interrumpió Hidan a las risas. Le metí una patada en la pantorrilla, escuchando a un Itachi con los ojos en blanco y menando la cabeza.

- Ignora lo que ese idiota acaba de decir. Ocho hombres contra ti, estás sola, y todos te empiezan a atacar a la vez. ¿Qué haces?

- Me concentro en el más fuerte de todos y procuro eliminarle a él primero- probé a decir, terminándome la galleta.

- Exacto: con el más fuerte inutilizado, el resto es pan comido- volvió a sonreír.

- ¿Y el entrenamiento? Dudo mucho que alguien aquí dentro se enfade de verdad conmigo- me limpié las miguitas de galleta justo cuando Tobi entraba a la cocina tranquilamente. 

Abrió una caja de metal sobre la encimera, pero la dejó caer con estrépito al suelo y pegó un grito.

- ¿¡Quién se ha comido la última galletita!?- chilló, furioso. 

- Ella- Itachi y Deidara me señalaron. Tobi enseguida se volteó hacia mí, y cuando me vio limpiándome las migas de la cara, montó en cólera. Entonces entendí lo del "entrenamiento": debía salvar mi vida de un furioso Tobi come-galletitas. 

Eché a correr al salón, donde había más espacio para una posible lucha, y allí me preparé para la defensa. 

- Tobi, vamos a hablarlo...- probé a decir, nerviosa.

- ¡Las galletitas son sagradas!- sentenció él, echándose encima de mí. Lo esquivé y entonces sí que empezó la batalla.

Moviéndome como una anguila por el salón, esquivaba los ataques de Tobi y de paso le propinaba algunos, siempre pensando con claridad y empatando las estrategias con la realidad. Todos los demás se limitaban a observar. 

En un resbalón, conseguí que Tobi se cayera de culo al suelo, así que de inmediato avancé hacia él y lo agarré de la garganta. Quiso moverse, pero me senté sobre su estómago, cerré sus piernas con las mías y agarré sus brazos, mirándolo fijamente a "los ojos" (bueno, al agujero de la máscara, exactamente). 

- Anda, ya sé cómo reducir a Akira en cuanto se me despierte el...- empezó a decir Hidan. Se vio interrumpido por Kakuzu, quien le dio un fuerte capón en la cabeza, haciéndolo callar. 

Solté un gruñido evidentemente de molestia ante su comentario y me levanté, cediéndole una mano a Tobi para levantarse.

- Mira, haré una cosa: cocinaré una tanda de galletas sólo para ti, ¿vale?- sonreí. 

- ¡Sí, sí, sí! ¡Arigato, Akira-Chan!- se puso a dar saltitos de alegría Tobi. Pasé al lado de Itachi y le murmuré una pregunta, deteniéndome a su lado un segundo y mirando por encima del hombro al hombre saltarín.

- ¿Y de verdad este tío es traidor y violador?

Itachi se limitó a hundirse de hombros, antes de que yo me fuera a la cocina a preparar las galletas.

(En la foto, Tobi con sus cookies xD)

Protegida por los Akatsuki (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora