Estoy tieso y frío, su mirada es perturbadora, pero no puedo dejar de verle a los ojos también, la verdad, es que aquí nadie había hecho eso antes.
«La persona» empieza a levantar su mano y me apunta con su dedo índice, lo que provoca que se me esfume el color del rostro al instante, me hace una seña haciendo un ademán de acercamiento con su mano, yo obedezco inconscientemente y voy hasta donde esta «la persona» y nos quedamos frente a frente, sin decir una sola palabra, sin ningún tipo de expresión, solo viéndonos.
Al cabo de unos segundos eternos, se gira y señala la puerta, como insinuando que yo debo entrar allí, luego se retira lentamente hasta la tercera puerta que tiene esta casa y simplemente entra a esa habitación, dejándome varado, lleno de dudas, más de las que ya tengo, y solo me limito a mirar la puerta... ¿realmente debo entrar?, Puedo hacerlo y no cierro la puerta, solo la entre uno, que martirio este lugar.
Me quedo allí un buen rato, esperando no sé qué, una parte de mi dice que entre, ya que en la habitación pasada superé mis miedos, otra dice que no, por la expresión en la que salió «la persona», que no inspira ningún pensamiento bonito.
Por enésima vez, no hallo que hacer.
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Muerto en casa.
Misterio / Suspenso¿Cómo te sentirías si un día despiertas en una casa desconocida con una cantidad de personas igualmente desconocidas?. Nadie habla, nadie te mira, todos están ahí por un propósito, el cual te ánimas a descubrir por el desespero del encierro, el sile...
