Capitulo Dos.

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Toco la puerta de la casa de Scarlet y segundos después me abre la madre de Scarlet; Eugenia.

-Pasa Lauren, que bueno es verte de nuevo por acá.- Dice Eugenia embozando una sonrisa.

-Gracias, ¿podría decirle a Scarlet que he llegado? Y me da gusto verte Eugenia- Digo con una pequeña sonrisa y tratando de sonar y aparentar un poco de educación.

La casa de Scarlet es muy grande, tiene unas escaleras inmensas y el color blanco de las paredes hace que se vea un más grande, es una casa con mucha iluminación y el olor a rosas que se encuentran en el jardín sembradas impregnan con su aroma toda la casa, esta casa si me resulta familiar. He estado la mayor parte de mi vida en esta casa y conviviendo con estas personas casi toda mi vida y quiero que así sea durante mucho tiempo.

-Mi niña estoy un poco ocupada, porque no mejor subes a su habitación.- Dice Eugenia secándose las manos en el mandil que lleva sujetado a la cintura.

-Si está bien, yo subo, nos vemos Eugenia.- Digo mientras subo las escaleras.

Me acerco a la puerta de la habitación de Scarlet y escucho risas y balbuceos. No sé de lo que se trata pero debo de averiguar quién está en esa habitación.

No dudo ni en tocar la puerta y entro de golpe y veo a Scarlet con una chica de cabello oscuro y tez blanca que no se ni de quien se trata, están tomadas de las manos y parecen como si acabaran de hacer algo terrible, algo desagradable y lo noto porque las dos al verme saltan del susto y la chica aun no conozco lleva el short con el cierre abajo y están sentadas de frente a frente.

-Oh Lauren has llegado- Dice Scarlet levantándose de la cama y dirigiéndose a mí.

-Scarlet ¿Qué es lo que estabas haciendo?- Digo mientras llevo mis brazos hacia mi abdomen para cruzarlos y noto que mis mejillas están calientes y sé que es por la rabia.

Estoy enojada con Scarlet.

¿Por qué estoy enojada? ¿Será porque me mintió? Me dijo que estaríamos solas para platicar por algo serio.

-Nada, no estamos haciendo nada Lauren.- Dice Scarlet secándose la frente y noto que se ha mordido el labio mientras me ha contestado.

-¿tú crees que soy tonta? Claro que estaban haciendo algo.

-¡Hey tranquila! Solo era un juego.- Dice la chica aun ni conozco y ya quiere comerse a mi mejor amiga.

-Tú no te metas.-Le respondo mientras le lanzo una mirada asesina.

-Scarlet ¿Por qué me hiciste venir? ¿Acaso esto es "lo importante" que tenías que decirme?- Digo mientras señalo a la chica.

-Sí, de esto te quería contar y que se quedara el día de hoy con nosotras para que la conozcas. Se llama Halsey.

-Podemos ser buenas amigas- Dice Halsey ofreciéndome la mano.

-No gracias no quiero estar involucrada en su fiesta de lesbianas.- Les digo a Scarlet y a Halsey mientras me doy la vuelta y me dirijo a las escaleras. Sé que me han dicho otra cosa pero el odio y el dolor no me deja escuchar lo que me han dicho.

Me siento traicionada mi propia amiga me mintió, solo quiso que viniera ¿para qué? ¿Para un trio? No, yo no quiero formar parte de esto, la quiero y apoyo que tenga preferencias sexuales a las mías pero por lo menos me lo hubiera dicho y las cosas sean diferentes.

Abro la puerta de la casa y Eugenia me detiene del brazo.

-¿Qué pasa no te ibas a quedar?- Dice Eugenia arqueando una ceja.

-No Eugenia, no tengo ganas de quedarme en esta casa y menos con ellas.

-¿Qué ha pasado haya arriba?

-Nada, solo que no me siento de humor para tener una "fiesta".

-Bueno espero y sea solo eso.-dice Eugenia mientras suelta mi brazo.

-Adiós Eugenia- Le digo mientras la abrazo tan fuerte, sé que este podría ser el último abrazo que le dé, la última vez que la vea. Después de esta pelea con Scarlet y de cómo le he hablado no me querrá volver a dirigir la palabra.

La traiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora