"Basta de esto"

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Saco la llave de mi mochila y entro a la casa, es lunes así que no hay problema de entrar y esperar ver borrachos o a mi madre tener sexo con sus amigos.

La casa parece que está sola, así que dejo mi mochila en la cocina y me dirijo al refrigerador, tomo lo primero que veo que sea comible y de mi agrado; una manzana.

Me siento un rato en el sofá y algo me está molestando al momento de sentarme reviso que es y es una cartera varonil, vaya creo que sus amigos si están aquí, subo a mi habitación, entro y noto que mi cama esta desarreglada, dejo mi manzana y me dirijo al baño para quitarme esta ropa tan molesta, comienzo a quitarme la ropa y estoy decidiendo si tomare una ducha o no.

Comienzan a llegar mensajes a mi celular, me coloco una blusa larga para cubrir todo mi cuerpo que está desnudo, sé que estoy sola en mi habitación pero eso nunca se sabe. Reviso los mensajes y son de un número desconocido.

*Te veías tan hermosa el día de hoy con esos jeans apretados que me hacen saborearte más.

Ame cuando saliste a la lluvia y tu blusa se mojó.

Creo que tu blusa, el tipejo con el que estabas y yo terminamos mojados.*

¿Quién estará vigilándome? Me estoy angustiando por esto, quizá sea broma de alguno de mis amigos que ha tomado el celular de otro u otra y ha mandado estos mensajes de muy mal gusto, pero nadie estaba en la escuela cuando Eric y yo fuimos. Quizá y sean mensajes de Eric, ¿Pero como pudo conseguir mi numero? Bueno eso es lo de menos.

Dejo mi celular y me dirijo a tomar una ducha.

(...)

Salgo de la ducha y me dispongo a cambiarme, salgo de mi habitación y me dirijo a la cocina para tomar algo de agua. Me acerco a la cocina y escucho ruidos en ella, me acerco más y más y noto que se encuentra Evelyn en ella; si ella fuera una de las madres normales diría que está haciendo la cena pero como no es su caso sé que está haciendo cosas que obviamente tendrán que ver con sexo o alcohol.

Escucho ruidos un poco más agudo seguido de gemidos, trato de no dar un paso más pero mi curiosidad me gana y me acerco hasta donde se escuchan los ruidos. Evelyn está situada en la barra de la cocina sentada y un chico que podría decir que tiene unos 23 años está frente a ella introduciendo su lengua en su vagina. Evelyn no tiene respeto alguno por su casa, por nuestra casa si más el enojo me come por completa y no dudo en decirle algo al respecto.

-¿acaso podrías tener algún respeto por esta casa? O al menos mientras me encuentre en ella.

-mmm no lo sé, esta también es mi casa y puedo hacer lo que me, ee plazca- dice ella con la voz entre cortada por lo tan excitada que se encuentra.

-solo te estoy pidiendo un poco de respeto por esta casa y sobre todo por mí.

-no estoy haciendo nada malo o algo que sea fuera de lo normal.

-date a respetar, ¡Por un demonio ya estas grande y no debes de hacer este tipo de teatritos!- digo ya un poco más molesta de lo que estaba.

-no es ningún teatrito- dice gimiendo- solo disfruto de mi vida, tu deberías hacer lo mismo adorable Lauren.

-No te atrevas a decirme que es lo correcto y como debo de divertirme.

No la dejo que continué con esta pelea tan estúpida así que me retiro y me dirijo a mi habitación. Entro en ella y me recuesto para estar lo mayor tranquila posible, ignorando todo ruido que provenga de la cocina.

*entra la llamada de Scarlet*

No puedo evitar sonreír y tardo un poco en contestar ya que lo estoy dudando un poco en cómo me contestara y que es lo que se tratara esta platica. No estoy molesta con ella o no bastante.

-Hola- es lo único que logro decir.

-Hola pequeña ¿acaso me has olvidado?

-Ah n-no yo jamás podría olvidarte.

-Bueno eso es bueno saberlo, pero en fin quiero que vengas conmigo a una fiesta esta noche.

-¿esta noche?

-Si claro tonta esta noche.

-Bueno ya es un poco tarde no estoy de ánimos.

-Oh vamos Lau, tienes que venir conmigo. Sabes pasare por ti a las 8:00, vale.

-Bueno iré pero con una con una condición, quiero que me prometas que no me dejaras sola.

-Prometo no dejarte sola, bueno sabes que, iré en un rato más a tu casa y decidiré por ti algo de ropa. No quiero que me dejes en ridículo, Okey.

-Okey, nos vemos.

Cuelgo la llamada y trato de recostarme un rato. Sólo unos minutos después me quedo dormida.

La traiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora