My light (Staxx)

Quinto capítulo

Mañana nos vamos de esta asquerosa casa, llena de insultos y golpes. Me pongo mi pijama y me acerco al balcón como cada noche. Miro las estrellas y les cuento lo sucedido hoy, y por primera vez en mucho tiempo, no les cuento lo que me ha hecho Rob, sino ese beso con Frank...

Miro hacia la acera donde hace unos días lo vi, con la esperanza de encontrarlo, pero... no, no está.

Espero unos minutos más, noto como mis parpados quieren descansar y cuando van a cerrarse, veo dos ojos oscuros, las observo y veo que son los ojos de él... del hermoso castaño.

Cuando lo veo, todo mi sueño expira poso toda mi atención en esa preciosa sonrisa. Nos quedamos los dos observándonos. Pero en ese instante se escucha una música de fondo, será de alguna fiesta. Lo miro y veo que me hace señas con la mano para que baje a la calle.

Yo rápidamente niego con la cabeza. Él pone sus manos en forma de súplica al mismo tiempo que hace un puchero. Con un gesto le digo que espere, entro a mi habitación y camino por el pasillo hasta llegar a la puerta de la habitación de Rob.

-Rob cariño – susurro en su oscura y silenciosa habitación.

Al no obtener respuesta vuelvo a mi habitación, me cambio el pijama por mi ropa y bajo a la calle sin hacer ruido.

Abro la puerta y veo al castaño en la acera de enfrente sentado en el suelo mirando hacia mi ventana.

Salgo del portal y quita unos segundos la vista de mi balcón para posarlos sobre mí y rápidamente los vuelve a poner en el balcón.

Pero cuando se da cuenta que soy yo se levanta del suelo como un rayo y viene hacia mí. Está casi a mi lado y estira su mano para que la coja. Y sin pensármelo la cojo, empieza a correr y me lleva hasta el callejón donde hace unos días me defendió.

-Buenas noches princesa – susurra en mi oreja haciendo erizar toda mi piel.

Sonriente lo miro y beso su mejilla. Y en su rostro se dibuja una sonrisa gigantesca.

-Me permite este baile – dice él al escuchar que una canción lenta sonaba de algún lado.

-Por supuesto – digo acercándome más a él.

Pone sus manos alrededor de mi cintura mientras yo poso mis brazos alrededor de su cuello, quedando los dos muy cerca mirándonos a los ojos.

Empezamos a movernos lentos, al ritmo de la canción. Nuestros ojos no se separan.

Hasta que me acerca más a él, haciendo que apoye mi cabeza en su pecho y él apoya su barbilla en mi cabeza.

Noto como su respiración choca contra mi pelo y como su pecho sube y baja lentamente por su respiración. Yo tengo mi cabeza apoyada en su cómodo pecho y mi cara está mirándolo a él. Levanto mis ojos veo como tiene los ojos cerrados y una grande sonrisa en su rostro.

Se nota que es feliz. Pero conmigo no puede serlo...

Me dejo llevar por sus movimientos lentos y dulces, cierro mis ojos. Y todo a nuestro alrededor desaparece solo existimos él, la música y yo. Me olvido de todos los moratones por mi cuerpo, del dolor y del monstruo. Centrándome solo en él y nuestro baile.

¿Podrá él hacerme feliz?

Termina la canción lenta, pero nosotros seguimos abrazados de la misma manera.

Me separo un poco para poder mirarlo a los ojos y aún los tiene cerrados, no puedo evitar reír. Se ve tan adorable así.

Cuando me escucha reír su sonrisa muestra sus blancos dientes al mismo tiempo que abre sus ojos.