My light (Staxx)

Segundo capítulo.

-TÚ LEVANTATE YA Y PREPARAME ALGO PARA COMER – grita él en la puerta de mi habitación mientras entra y me levanta cogiéndome bruscamente del brazo.

Cuando me suelta salgo corriendo hacia la cocina, le preparo rápidamente el desayuno y se lo dejo en la mesa.

-Hoy no estaré en casa volveré esta noche, no quiero que salgas de aquí ¿vale? – dijo mirándome a los ojos.

Me giro para no mirarlo, pero me doy cuenta de que ha sido una mala idea cuando noto que me coge con fuerza del pelo y tira de mi para que le mire a los ojos, los miro y sus ojos estan oscuros de rabia y furia.

-¡CUANDO TE HABLE MIRAME A LA CARA ¿VALE?! – me grita y yo asiento levemente.

Me suelta el pelo y me abofetea y con esa simple vez consigue tirarme al suelo, noto como mi mejilla se pone caliente, seguro que está roja; sigo dolorida en el suelo cuando noto su pie derecho que impacta contra mi estomago muy fuerte, empiezo a toser y él se agacha hacia mi y con sus dedos aparta lentamente un mechón de mi pelo.

-Como salgas de casa no sabes lo que te espera.... – me susurra haciendo que su asqueroso aliento choque contra mi cara. Tras decirme esto escupe en mi cara y sale de casa dando un portazo.

Malherida me levanto del suelo y voy al baño, me miro en el espejo y observo mi horrible aspecto, tengo el pelo desecho, los ojos rojos de tantas lágrimas, mi mejilla roja por el golpe y aún tengo su escupitajo en mi cara, el cual no dudo ni un segundo en limpiarlo.

<< ¿Viviré por siempre este infierno? >> Me pregunto todos los días esperando algún día poder responder mi pregunta...

Me quito la ropa, dejando al descubierto todos los moratones que él me había echo alrededor de mi cuerpo, lleno la bañera y me meto en el agua caliente, relajándome y recordándome a mí misma, que hoy estaría tranquila y que nadie me haría daño.

* * *

Mierda tengo que bajar a comprar maquillaje ya que me queda muy poco y necesito para tapar mis moratones, pero me ha dicho que no salga de casa... Saldré porque es necesario, espero que no se entere.

Me visto, tapo con el poco maquillaje que me queda mis moratones y cojo el dinero de la mesa, bajo al supermercado, dónde hace unos días me encontré con ese guapísimo chico de ojos castaños. Entro y me dirigo rápidamente al pasillo de maquillaje, buscando el más barato.

-Eres demasiado preciosa, no creo que te haga falta utilizar maquillaje... seguro que esas imperfecciones que quieres tapar con ese líquido te hacen perfecta –dice la suave voz que hace unos días también escuché, miro de reojo y allí esta ese apuesto chico que vi días atrás por primera vez.

Hago como si no lo estuviera escuchando, cojo un bote de maquillaje y me marcho hacia la caja.

-Adiós preciosa, espero volver a verte –me giro un poco para mirarlo y allí esta con una preciosa sonrisa en su rostro –si algún día necesitas ayuda aquí me tienes –dice el chico de sedoso cabello oscuro, mostrando su blanca dentadura.

Rápidamente me doy la vuelta y voy casi corriendo a la caja. Salgo del supermercado y el cielo esta ya casi negro debido a la hora que es. Voy de vuelta a casa cuando alzo la mirada y... no, no puede ser... Él alza la cabeza y cuando me ve fuera de casa, tensa su mandíbula y cierra sus puños con fuerza mientras se pone rojo por la furia.

Viene casi corriendo hacia mí mientras yo simplemente me quedo paralizada de miedo. Cuando él llega a mi lado, me coge de un brazo con fuerza y me lleva tirando de mi a un callejón, llegamos y me coge del pelo con fuerza para lanzarme contra una pared, pongo mis brazos como escudo para no hacerme daño y del impacto caigo al suelo. Noto como su pie me da una patada a mi abdomen y se agacha muy cerca de mi cara.