Capítulo 13

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Narra ___.

—Empiezo a creer que ya no lo odias, y eso es frustrante. Me hace creer que estas perdiendo la mente, o te hicieron algún tipo de brujería. —se burló Jane.

—¿Debo agradecerte eso?.—cuestioné un tanto enfadada.

No era tan malo dejar de odiar a Wesley, ¿O sí?

—No.—negó mirando a otro lado.—¡Pero por dios!, ____.—bufó.—No sé si sea yo y mi imaginación, pero empiezo a creer que te gusta.—soltó, mirándome un tanto animada y sorprendida de sí misma.

Fruncí él ceño mirándola fijamente.—¿Gustarme?.—me Burlé.—¡Oh, claro!, me gusta demasiado después de que me hizo sufrir demasiados años.—dije, notablemente sarcástica.

Recibí una mirada de aburrimiento por su parte, y entonces entró él doctor.

—Tus padres han firmado, ya estas oficialmente libre, ___.—dijo sonriente.

—¡Al fin!.—exclamó Jane levantándose de su lugar en la silla a lado de la camilla, dónde yo yacía con ropa diferente a la que llevaba en la mañana.

Ya qué la ropa que llevaba e la mañana era la bata que otorgaba él hospital.

La miré de mala manera, ella no debía ser tan grosera.

Yo soporté estar aquí casi una semana, y no me comportaba de tal modo.

Por su parte, él doctor dió una carcajada que a ambas nos sacó de orbita.

Quizás si tenía humor.

...

—¿A dónde fue Tucker?

—No lo sé, ¿Porqué debería saber?.—preguntó de mala manera, oh querida Jane debes dejar tu humor de mierda a un lado.

—Porqué...—Sonreí, sacando un gran ramo de flores detrás de mi.—...quiero entregarle esto como agradecimiento al haberme acompañado y cuidado cuando estuve en él hospital.—Relamí mis labios mirando su expresión. La cuál fue estraña para mi.  Me miraba sorprendida y decepcionada. ¿Decepcionada de quién?, ¿De mí?, ¿Porqué?.—¿Qué?, ¿Crees que hice mal en comprarle flores rojas?

Ella negó.—No creó que debas dárselas, ___.—habló.

—¿Porqué?

—Porqué no.—pausó. — Además, ¿Desde cuando cuando una chica le regala flores a un chico?.—arqueó una ceja, mirándome irónica.

—Desde qué a mi se me ocurrió. —reí divertida.

—Eres rara.—soltó emprendiendo camino hacía la escuela.

Dónde yo la seguí aún riendo.—Lo sé.

...

Yo sólo lo estaba buscando, pero claro, lo había olvidado, hoy era junta de padres.

Por lógica, los padres de los alumnos estarían con sus hijos recorriendo los pasillos.

Y así, seria más difícil encontrarlo.

Entonces la situación ocurrió al revés.

Tucker me encontró a mi.

—Hey, Hola.—saludé, tomándolo por él hombro. ¿Acaso quería huir?

—Uh, hola... ___.—se giró hacía mi.

Lucía, ¿Molesto?

—¿Estas bien?.—cuestioné preocupada.

Él asintió nervioso, y vaya cortante que se encontraba él día de hoy.

¿Acaso hoy se comportarían diferente todos?

Miró de una forma que no pud distinguir hacía él ramo de flores en mis manos.

Tragué saliva con dificultad, y apreté los labios.

—¿Nuevo pretendiente?. —cuestionó, soltando una risilla seca.

¿Qué diablos ocurría con él?

Se estaba comportando como él imbécil que era hace años.

Cuando me trataba como mierda.

Claro, ¿Cómo pude olvidar al Wesley de mi pasado?

Aunque se comportará gentil, aún habitaba un estúpido dentro de él.

—Si, es decir...—Pausé, la voz no me salía con facilidad, esto era una mierda. Estaba volviendo a actuar como una estúpida chica nerviosa y aterrada.—Yo...

—Wes.—sonrió acercándose detrás de mi hacía Wesley, plantando un beso en su mejilla.

¿Qué diablos...?

—Hola, cariño.—sonrió mirándola directamente a los labios, mientras ella relamía los suyos. Y yo, sentía como me apuñalaban unas millones de veces por la espalda. Ella giró hasta mí, con una mirada curiosa y asombrada.—Oh, hola ___.—saludó, fingiendo una sonrisa.

—Eres una perra.—pensé. Claramente soy demasiado cobarde para decírselo. Pero, si ella era mi ex-mejor amiga, al menos debía saber lo que pensaba al respecto.

—Hola, Mary.—saludé con una gran sonrisa.

Ella miró hacía las flores, mientras Wesley aclaraba su garganta, Mary sonrió mirándome fijamente hacia los ojos.—¿Nuevo pretendiente?.—cuestionó divertida, alzando ambas cejas, con una gran sonrisa.

Miré a Wesley, quién se encontraba con el semblante serio y entristecido mirando hacía él suelo.

Sentía un nudo en la garganta, y dudaba en poder hablar, así que solo asentí con una media sonrisa.

No pensaba entregárselas ahora, mucho menos frente a su novia.

—Y-yo, debo irme.—Murmuré dando vuelta en mi lugar, emprendiendo camino hacía otro lado, con la mirada abajo.

—Hey, ___.—llamó. Giré sin ánimos mirando cómo Mary y él estaban agarrados de la mano.

¿Qué nos había pasado Wesley?, ¿Qué había hecho mal?

Deberias Odiarme |W.T|Where stories live. Discover now