Eterno 30 de Marzo- Club Penguin (+13)

Prólogo- Noche sin respuesta

Un pingüino corría con todas sus fuerzas agarrando de la aleta a otro. Se notaban sus expresiones de miedo y desesperación. Pero uno no se dejaba invadir por ello.

Se trataba de Pingüino Jet-Pack. Quien corría llevando a Rookie de su aleta. Podrían volar. Pero el Jet Pack estaba en mal estado o simplemente sin combustible. Y la gorra de hélice tenía torcida ambas aspas. Así que no era una opción.

Igualmente ellos no estaban en buenas condiciones. Pingüino Jet Pack poseía algunos golpes y heridas. Así como el esmoquin algo roto.

Rookie era el que lucía fatal. Su camisa hawaiana poseía manchas de sangre al igual que un vendaje que cubría uno de sus ojos. Debido a ello no portaba las gafas en el rostro. Si no colgado en su camisa.

Tras un rato de correr se escondieron en un callejón. Rookie quedó detrás de Jet. Este último vigilaba la entrada del callejón para evitar cualquier sorpresa.

-Estamos a salvo... Por ahora- dijo Pingüino Jet-Pack

-Crees que los demás estén bien?- preguntó Rookie bastante exhausto. Pero en estos momentos no podía detenerse a descansar. Menos en su condición- Y si ya los han...?-

-No pienses en eso Rookie! Somos agentes secretos. No nos matarían tan rápido- respondió Jet tratando de calmar a su compañero- Se que los demás estarán bien -mentía Pingüino Jet-Pack con tal de que Rookie siguiera de pie- Sólo es cuestión de que nosotros lleguemos al faro y nos reunamos. Solo hay que seguir hasta el muelle y cruzar a la playa-

-Pero porque no fuimos desde la EPF hasta halla? En lugar de dar toda la vuelta?-

-Ya ves que todo fue de improvisto. Y tu teléfono nos mandó con el, hasta la bahía. Ahora debemos volver-

-Porque no mejor me dejas? Sólo soy un estorbo. Con trabajo veo y ya estoy cansado. Es más rápido que solo uno vaya y yo dudo sobrevivir-

-Rookie...-

Antes de que pudieran seguir hablando oyeron unos gruñidos. Sabían que debían irse.

Jet agarró de nuevo a Rookie de la aleta y empezaron a correr. Al pingüino verde le costaba seguir el ritmo de Jet. Ya que este iba a más rápido.

Pasando por el muelle, llegaron cerca del bote pero para su mala suerte Jet pisó mal torciéndose el tobillo y agachándose.

-Ggg...-

-Jet! Estas bien?!- preguntó Rookie al ver la tremenda reacción de su amigo.

-M-Mierda... Mi tobillo- dijo en voz baja. Normalmente no es decir palabras de ese tipo. Pero sufrir tal descuido en un momento así molesta a cualquiera.

-Ven! Deja te ayudo- dijo Rookie quien estaba a punto de agarrarlo pero este le puso a aleta enfrente como señal de negación.

-No! Tu adelántate. En un momento te alcanzo-

-No. No pienso dejarte solo- haciendo caso omiso a la orden de Jet, Rookie lo ayudó a levantarse y apoyar el brazo de Jet en su hombro.

-Rookie. Dejame. Puedo hacerlo solo-

-Así como me llevaste corriendo, yo también te haré el favor. Estamos cerca solo, aguanta un poco si?- decía Rookie mientras iban a paso lento ya llegando a la playa.

Pero antes de salir del muelle, una bola de nieve grande los impactó a ambos, dejándolos tirados en el suelo.

Al voltear a ver quien fue el que lo lanzó, mostraron una expresión de desesperación. Era quien menos se esperaban.

Era Herbert. Pero no tenía buen aspecto. Cubierto de sangre. Sus patas de color rojo y las delanteras mostrando sus garras, que goteaban el mismo líquido.

Este tenía una mirada baja. Pero se notaba una ligera sonrisa de oreja a oreja. Así como el hecho de tener pequeños ataques de risa apenas vió a ambos pingüinos en el suelo. Se notaba una inestable aura de locura alrededor de el.

Sin perder el tiempo, ambos pingüinos empezaban a alejarse poco a poco como podían. Pero había una notable desventaja.

El oso los alcanzaba con solo caminar. Pero su camino se veía interrumpido por bolas de nieve que los otros dos lanzaban. Pero no lo pararía para siempre.

Para su mala suerte, la condición de Rookie y su visión, le hacía fallar muchas veces. Hasta que de milagro uno dió en los ojos de Herbert tapando su visión. Obligándolo a despejar la nieve. Dándoles tiempo.

-Rookie. Por última vez. Debes irte!- ordenó Pingüino Jet Pack a pesar de saber la respuesta del otro

-No! No te dejaré solo! No estando tan cerca... Ustedes son mi familia...-

-Rookie. No llores- dijo Jet tratando de calmar a Rookie- Mira, juro que estaré bien. Reunete con los demás. Haré otra distracción y te veo ahí. Si?-

Luego de pensarlo rápidamente, Rookie veía que no llegarían a nada si seguía así.

-Bien...- aceptó Rookie de muy mala gana. Escondiendo ese sentimiento frente a Jet- Veré si hay refuerzos. Por favor. Tu eres un hermano para mi. No mueras-

Con esas palabras concluyó Rookie para irse corriendo de ahí. Rogando por la seguridad de Pingüino Jet Pack

Este último, tenía que pensar la forma de detener a Herbert antes de que este recupere la visión. Y las probabilidades de sobrevivir daba un resultado muy bajo.

Jet se levantó y se quitó el Jet Pack. Si se lo quitaba debía tener un plan que lo incluyera. Tenía un poco de combustible.

Sacando el teléfono lo amarró con la correa y activó una función que nunca pensó usar. Justo a la vez, Herbert logró quitarse la nieve. Observando a Jet y llamando su atención lo que éste tenía en las aletas.

-Hey!- gritó PJP- Atrápalo!- lanzando el Jet Pack, y siendo atrapado por el oso. Comenzó a correr con todas sus fuerzas.

Herbert solo vio el jet pack. Notaba el teléfono pegado y parpadeando. Efectivamente. Estaba en modo de auto destrucción. Y antes de que pudiera soltarla...

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-Huh!!!- alguien despertó sobresaltado. Era Herbert. Mostraba una expresión de miedo y respiraba muy agitado así como ver todo a su alrededor y revisarse con tal de no encontrar quemaduras

Pero pasados unos minutos logró calmarse. Pero sin dejar de pensar en lo que había soñado. Se sintió tan real

-Ok. Nada de ver ánimes con Klutzy antes de dormir- fue lo único que dijo el oso para darse cuenta de otro detalle y empezar a buscar a su amigo cangrejo. Que para su alivio estaba dormido en el sofá- Ah... Entonces solo fue un sueño...- dijo en voz baja ya más calmado- Por cierto que día es?-

Herbert se había levantado. Y en un reloj despertador estaba la hora y la fecha. 30 de Marzo.

Y sabía que significaba

-Vaya... Hoy debe ser el primer día de autonomía. En otras palabras, nuestro primer día sin jugadores. Oh bueno. No es que cambie nada- de pronto alguien tocaba la puerta- Lárguense. No quiero visitas- de nuevo tocaron la puerta- Te lo advierto. Tengo una bonita bola de nieve para enterrarte- una tercera vez tocaron la puerta. Haciendo llegar a su límite

Sin quedarle de otra, abrió la puerta.