No Hay Manera De Escapar A La Muerte

12 Dudas.

Giré la vista y estaba mamá ahí, no la había visto, pero estoy tan cansado y con los ojos cerrados eso tenía mucho sentido.

(...)

Día jueves, desperté 10 minutos antes, como mi cerebro está acostumbrado a arruinarme las mañanas, me levanté y realicé mis labores típicos antes de dirigirme a la escuela, en el espejo del baño noté que tengo bastantes ojeras pese a que he dormido bien estos días, lo ignoré y continúe mi día aburrido que tal vez me sirve para saber hasta que punto he soportado este planeta que se viene derrumbado cada segundo, tal vez ya está derrumbado y sólo estoy dándome cuenta del espectáculo que recibo.

Realicé el viaje de costumbre a la escuela hasta llegar a la combinación en el metro, estaba ella, Amada.

- Hey - la asusté por detrás.

- Me asustas - miró con cara de no haber recibido mi llamado por sorpresa.

- Creí haber escuchado que tu madre te llevaba a la escuela.

- Ya no, ayer por la noche la llamaron avisando que su horario de atención sólo será después de clases con los chicos más grandes y pues yo quedé aquí - exclamó con un misero toque de fastidio en el rostro.

- No creo que eso afecte mis visitas.

Nos interrunpio el tren que llegaba a la estación.

- Creo haber escuchado que tendrás 30 minutos más con mi madre - me observó con una cara única con la que un padre mira a su hijo a ver pasar una linda mujer.

- Supongo que no está mal pasar media hora más con ella - me agrada mucho y es casi un milagro que suceda eso.

- Dime chico malo, ¿ Qué tal tus 17? - cambió el tema con un ligero golpe en el hombro.

- Muy bien...

- Sí, lo dijo ella.

- Tu madre es una buena mujer.

- Tu eres buen chico, no la había visto comprar un libro para un paciente.

- No se que responder a eso.

- Sólo di que la vida es maravillosa.

- La vida es maravillosa - respondí seco.

- Ahora dilo de verdad.

Nos interrumpió nuevamente el sistema de transporte público avisando que hemos llegado a nuestro destino, la escuela.

- La vida es bella.

- Esa es una película.

- ¿ No dijiste que diga eso?

- No, la vida no es bella, es maravillosa.

- No sé que maravilla le ves.

- Conocerme es una maravilla - volvió a hacer ese gesto coqueto.

- Te gustan las flores - dije antes de entrar a la sala puesto que ya habíamos avanzado hasta allá.

- Me gusta quererme.

Comenzó la clase a la cual ahí llegué justo a tiempo y con una sorpresa de Amanda, fué una clase muy aburrida, pero estuve pensando en lo que dijo Amanda sobre las maravillas, tal vez como un "yo en el país de las maravillas". Bastante poético, pero creo que en mi mundo no hay espacio para las maravillas. Terminó la clase y salí al patio y aprovechar un poco de aire fresco que sólo regalan uno de estos días de baja temperatura.

No la ví en la descanso, no se porqué estaba esperando a que ella apareciera y me diera una larga conversación de estas en donde puedes estar horas defendiendo tu punto de vista y aunque esten poniendo una idea contra otra se disfruta de esta charla en carácter de discusión.