18. Erick

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   Está todo listo para comer, sólo falta que el agua llegue a su temperatura y listo. Hace meses que no comía con mi mamá una buena once o una once cualquiera, nos distanciamos mucho y ya es hora de arreglar las cosas. Se escucha el pitido de la tetera y paso el agua al termo para luego llevarla a la mesa y sentarme frente a mi mamá, nos acostumbramos a dejar el asiento principal de lado en honor a papá.

Ella preparó su té y yo mi café, suspiro, estoy listo.

- ¿Y bien?

- Máx, estoy preocupada.

- Lo sé, eso me dijiste.

- No es sólo que lo diga, me gustaría saber realmente que le sucede a mi hijo.

- Sabes bien lo que pasa.

- No soy adivina, Máximo.

- Lo siento - bajé la mirada - comencemos otra vez.

- Estoy preocupada - me dio en el gusto.

- ¿ Qué crees que sucede?

- Hemos estado distanciados, ya no hablamos como antes - se echa en cabello hacia atrás - No sé que sucede en tu vida y tú no sabes nada de la mia, esto no es natural en madre e hijo.

- Lo siento - tomo un sorbo de café - Pero es complicado.

- Entonces comienzo yo - se sienta más derecha, bebe un poco de café y aclara la voz - Soy Marina Paredes, tu madre y no tengo trabajo, me paso las tardes buscando algún lugar para trabajar, cocino y hago el aseo de esta casa fantasma.

- Soy Máximo Acker Paredes y soy tu hijo - solté una pequeña risa - estudio, leo y estoy en casa de Andrés, bueno, voy a la escuela, porque nunca estudio - solté otra risa acompañado de mi mamá - ¿Listo?

- No, nos falta.

- ¿Qué pasa?

- No prestas atención ni en clase ni en tu casa, estamos tomando té en bolsa y café que nos regaló la señora Marta, no tengo trabajo.

- Oh, ya veo - pongo cara de sorpresa.

- ¿Qué te parece si hacemos esto una rutina?

- ¿Presentarnos?

- Hablar.

- Tienes razón, volveremos a ser unidos - sonrió.

- mañana pasaré a tu escuela en la tarde e iremos juntos por un trabajo para mamá, ¿ok?

- Ok.

Hablamos de Andrés, de el clima, de las fiestas, de libros y otros temas sin mucho contenido, ordenamos juntos y me fui a mi cuarto.

  Hoy fue un día muy raro, muy aterrador, pasé mucho miedo en más de un momento, pero parece que acabó bien y todo esto me relaja un poco, se siente bien volver a ser hijo.

(...)

¡Despierto tarde! Son las 07.30 ¡llegaré tarde!

Me visto y tomo mis cosas sin arreglarme y parto corriendo a tomar la micro. Una vez en el paradero espero y espero.

- Un cuarto para las 7, ¡joder! - digo sin pensar al ver mi reloj.

Un señora me mira con mala cara y se da vuelta, sigo esperando y no hay pistas de micros. Ya 07. 53 cuando pasa una e intento meterme como pueda, pero la gente es demasiada y no me deja pasar.

-¡Joder! - grité esta vez.

- Cállese, niño - indica la misma señora que me hizo vista gorda hace unos minutos.

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⏰ Última actualización: Jan 20, 2018 ⏰

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