Capítulo 5.-

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Ranma observó a Akane marcharse a la caja para comprar su almuerzo, mientras sus amigos seguían hablando acerca de la fiesta que realizarían esa noche. Deseaba acercarse y almorzar con ella, pero desde que habían comenzado la universidad se habían mantenido a distancia cuando estaban en público y mucho más desde que habían dado un paso más en su relación, nunca lo habían conversado, solo había sido un acuerdo tácito, comportándose de la misma manera de siempre, pero en privado, era otra cosa. Ranma puso una sonrisa boba al recordar su primera vez, hace casi ocho meses.

Flash Back.

Ranma y Akane estaban en el dojo practicando las katas que pronto enseñarían a sus alumnos. Estaban solos ya que Nabiki y Kasumi se encontraban preparando algunos detalles de la boda de la última y Soun se encontraba de visita en casa de Genma y Nodoka.

— Venga Akane, solo debes darme un pequeño golpe – se burlaba Ranma, esquivando todos los golpes que Akane le lanzaba. Burlándose de ella en cada golpe al aire.

— ¡Cierra la boca! – le gritó Akane, lanzando un golpe con el puño cerrado al pecho de Ranma, pero este fue más rápido y la tomó del brazo para hacerla girar sobre sí misma, quedando él a su espalda, tomándole ambos brazos para inmovilizarla.

— Gané – susurró en su oído, para luego morder suavemente la oreja de Akane, provocando que suspirara e intentara liberarse, sin mucha convicción.

— Quiero verte – dijo Ranma, dejando que su mano libre acariciaba el cuello de Akane, bajando por sus pechos y llegando hasta la cintura donde liberó el cinturón que ataba el Ki de Akane, lo que permitió que se abriera, dejando al descubierto su sostén blanco, por el calor no llevaba una camisa abajo – Estos son nuevos – agregó el chico tocando la suave tela de la pequeña prenda.

— ¡Ranma!, puede venir alguien – dijo Akane – Vamos a mi cuarto – en un par de segundos Ranma ya la cargaba entre sus brazos y corría con ella hasta llegar a la habitación, donde la lanzó a la cama y se arrojó sobre ella. La beso mientras sus manos la recorrían por completo. Posicionándola sobre él, le quitó el Ki y el sostén para, por primera vez, ver sus pechos al desnudo, no supo hacer más que acariciarlos torpemente y depositar suaves besos sobre ellos.

— Quítate la camisa – le pidió Akane. Como pudo Ranma se quitó su camisa china, dejando su pecho desnudo en contacto con Akane, quien suspiró al contacto y volvió a atacar de manera furiosa los labios de su prometido, obligándolo a recostarse, tomando el control, comenzó a depositar suaves besos en su rostro, bajando por su pecho, hasta bajar con timidez hasta la cintura de su pantalón, donde podía apreciar la erección de Ranma, lo acarició por sobre el pantalón.

— Akane, por favor para – gimió Ranma, con sus manos se agarraba fuertemente a la ropa de cama para poder contenerse y no tomarla en ese mismo momento, ya que era algo nuevo para ambos y no quería asustarla y mucho menos hacer algo apresurado y que ella no lo disfrutara como él.

— ¿No te gusta? – preguntó Akane alzando su mirada hacia el rostro de Ranma.

— Me encanta – logró decir Ranma, pero no pudo continuar ya que Akane siguió con sus caricias y con mucha suavidad comenzó a bajarle pantalón, mientras se mordía el labio inferior, un gesto que a Ranma provocaba mucho.

– Akane, si sigues no podré parar ...– dijo Ranma entre gemidos, deteniendo las manos de la chica.

— No quiero que te detengas – dijo Akane, Ranma la observó con ternura y se incorporó para observarla de frente, dejando sus narices frente a frente.

— ¿Estás segura? – pregunto Ranma, en respuesta solo recibió un asentimiento y sin poder evitar la beso mientras la ayudaba a quitar sus propios pantalones lo más rápido posible, y cuál fue su sorpresa al verse totalmente desnudo frente a Akane, ya que ella había bajado el boxer también.

Aprendiendo a ser padresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora