SEIS

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La conexión que teníamos era increíble y el cariño que estaba sintiendo con ese beso, también. Ella había vuelto a pasar sus manos alrededor de mi cuello y yo agarraba su cara con cariño, acariciándole parte de la espalda.

No era un beso de locura, sexual, no. Era un beso de cariño, de pasión, de amor. Despacito y poco a poco fuimos separando nuestros labios, dándonos cortos besos.
La miré a los ojos y la encontré con una tierna sonrisa, ya sin rastro de las lágrimas. Yo me reí y apoyé mi frente en la suya, respirando hondo.

Había soñado TANTO este momento.... Que no me podía creer que hubiera llegado.

Agarré sus mejillas y le recorrí la cara con mis labios, dándole suaves besos.

- Qué bonita eres, cariño -Le decía entre beso y beso.

Ella estaba más vergonzosa que nunca, tanto que estaba muda.

- ¿Qué pasa? -Le pregunté casi riéndome, volviendo a abrazarla por la cintura, sin que ella hubiese dejado de rodear mi cuello.

- No sé -Se reía- Esto es tan raro

- ¿Raro? Esto -Le di un suave beso en los labios- Es de todo menos raro.

Y sonó su móvil, como no. No podía faltar una llamada para interrumpir un momento precioso.

- Es mi Mamma, me iba a llamar tarde cuando acabara el evento.

- Claro, claro, cógelo

Le liberé la cintura y ella se alejó con esa sonrisa que todavía había sido incapaz de borrarse de la boca. Supongo que yo estaba igual.
Fue hasta la cama y cogió el móvil que había dejado allí tirado, yo simplemente la observaba.

- ¡Mamma! Come stai? -Ella me miraba mientras hablaba- Sí, tutto bene, tutto bene.

Tengo que confesar que, si hablando español me gustaba, cuando hablaba en italiano es que se me caían las bragas. Y más teniéndola allí en una cama enorme, mirándome así, con ese vestido tan increíble y... siendo ella, básicamente.

- ¿Cosa? – Me senté frente a ella y me extendió su mano, la cual tomé - Sì, domani sarò lì

Después de acariciarme unos segundos, me daba besos en el brazo mientras escuchaba a su madre. Yo, sin poderlo evitar, me acerqué a ella y comencé a darle besos, comenzando por la cara y siguiendo por el cuello. Ella no podía evitar reírse.

- Sí, los periodistas se portaron bien -Su respiración se comenzaba a agitar y yo no podía dejar de disfrutar con este momento.

Mis besos iban bajando cada vez más, agarré el tirante de su vestido y lo deslicé por su hombro.

- No sé por qué hablo español mamá, io que ssse -Decía ya nerviosa, riéndose y agarrando mi cara, consiguiendo que parara y que la mirara.

Me echó una mirada amenazadora para que me detuviera, pero eso solo consiguió provocarme más y negué con la cabeza.

- D'accordo mamma non ti preocupare -La miraba mientras me mordía el labio inconscientemente... Escucharla hablar italiano era tan sexy.

Ella vio mis intenciones de volver a acosarla a besos y se levantó riendo, alejándose unos pasos y dejándome allí. Salió a la terraza para acabar de hablar y yo me tumbé en la cama mirando el techo, tomando una bocanada de aire.

No podía evitar reírme como una imbécil, mi estado de felicidad en ese momento era absoluto. Cerré los ojos y me concentré en recordar lo que había pasado.

βlumettrα | TiemροDonde viven las historias. Descúbrelo ahora