Capítulo 3
Camino al salón preguntándome constantemente una y otra vez ¿Por qué a mí? Creo que esa pregunta quedara en eso en una pregunta, nunca había estado tan emocionado por una clase de historia, aunque dentro de mi sabía que era para convivir y poder tapar esas imágenes tan tétricas, en fin, me senté delante de un salón pequeño con muchos carteles coloridos y demasiados números y letras alrededor, entra calmadamente por la puerta el maestro de historia un hombre algo calvo, obeso y con un bigote que fácilmente le cubría la boca, Dé inmediato el profesor avienta sus cosas al escritorio y se postra en su silla y nos pidió que nos presentáramos y que dijéramos que avíanos echo en las vacaciones, la parte más humillante del primer día de clases, como siempre le toca primero al que más miedo tiene de exponerse ante los ojos penetrantes de los otros 30 compañeros, no les podía decir que sentía que me miraban o que tenía como una especie de viajes astrales, imagínense que el primer día sea el niño raro que sueña con asesinatos y cosas así, para cuando me toco a mi no sabía que decir, mientras pensaba mi corazón se alteraba cada vez más los carteles coloridos se transformaban en círculos giratorios que me mareaban con tan solo dirigir la mirada unos minutos a ellos. Sentía como esos ojos de los demás eran como pequeñas espinas que se clavaban en mí, lo único que recuerdo fue que me senté y no contesta, dirigí mi mirada asía el pupitre, pasaron unos cuantos minutos y las luces comenzaron a fallar lentamente ese salón cálido y luminoso se convirtió en una aula fría y oscura, de pronto se comienza a moverse la silla poco a poco hasta situarse enfrente de mí, pero ahora ya no estaba acompañado me encontraba solo en con una silla enfrente todo el salón y los alumnos que tenía desaparecieron cayendo encima de ellos una cortina de oscuridad, de un momento a otro empieza a salir de una pequeña esquina como especie de líquido espeso y con un olor a desechos, de pronto ya no era un charco si no que se convirtió en un rio una constante bonanza de agua la cual empezaba a inundar el lugar oscuro en el que estaba, empezó a encontrarse tanto liquido en ese lugar que me llegaba al cuello y después se encontraba tapándome cada vez dejándome más en el fondo y cada vez haciendo inútiles mis ganas por salir a la superficie, cuando por fin mis intentos tuvieron frutos y pude salir pero ahora no estaba en un lugar oscuro sino todo lo contrario estaba en unos rápidos con una fuerza tan feroz que era capaz de arrastrarme tan fuertemente que no tenía ni siquiera de donde tomarme , esto cada vez se volvía en una constante prueba de supervivencia la cual no estaba dispuesto a perder cuando por fin pude detenerme y por obra de una gigantesca piedra con la que choque, ahora solo tenía que subir a tierra firme para secarme y poder encontrar la forma de salir de esto, lamentablemente la roca se encontraba llena una especie de musgo, el cual me impedía salir del agua al menos por ahí, pensé que si daba que la corriente me llevara a un lugar que estuviera plano, o si el agua me tragaba antes de encontrar dicho lugar.
Así que no lo pensé dos veces deje que la fuerza del agua me llevara, deje mi vida en manos de unos rápidos con una corriente tan fuerte que, si me impactaba de nuevo con otra roca fuera mera coincidencia, llegue a un punto donde podía tocar el fondo, no tenía la facilidad de caminar pero al menos era algo, de un momento a otro mi pie se atora en una raíz, así que decidí salirme de ese rio así que me arme de valor para caminar y ya no dejarme guiar por la fuerza de rio . Ya por fin de nuevo me encontraba teniendo el control de la situación, empecé a indagar en donde estaba que especie de paisaje me rodeaba si era en donde ya había estado o si era completamente nuevo ese lugar para mí, pero antes de que pudiera echar un vistazo a lo que me rodeaba el agua comienza a vagar y de nuevo el manto negro se apodero del momento y la silla cobro movimiento y se volvió a ubicar en el lugar que le pertenecía, y ese sitio oscuro se convirtió en la linda postal de un salón de clases normal que era en el único lugar que quería estar, añoraba tener tan solo un momento haciendo cosas normales como una persona normal, en cuanto dirijo mi mirada nuevamente al pizarrón y veo a el mismo profesor dándonos clases pienso que ese lapso de tiempo en lo que no estuve en la escuela fue mínimo, comenzaron todos de un instante a otro a levantarse y a tomar sus útiles y guardaros en su mochila lo que quería decir que la hora de escuela había terminado y tenía que dirigirme a casa.
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Las 3 caras de la verdad.
HorrorUna historia vista de tres puntos de vista diferentes descubre quien es el malo de la historia...