—Si el día de nuestras bodas estaba atacada de los nervios, hoy ni te cuento.
Rebeka se deja caer en la cama junto a Lucas, quien llevaba media hora de reloj intentando dormir al pequeño Izhan. Hacía poco más de dos días que habían vuelto a España, esta vez el motivo era la boda de Irene y Sergio, quienes tras poco más de un año comprometidos, por fin iban a dar el sí quiero ante el altar.
—Que rápido pasa el tiempo —admite el gallego sin apartar la mirada del pequeño.
—Demasiado.
El 2021 había sido tan intenso y especial como el 2020. Un año lleno de alegrías y nuevas aventuras. El detonante de aquel año había sido el nacimiento de la pequeña Laia, quien ya había cumplido un añito; poco después llegó la boda de Maya y Marco quienes a día de hoy disfrutaban felices en Madrid junto al pequeño Max de dos años, y otro renacuajo o renacuaja en camino; Ale también alegró ese año con la inesperada noticia de su embarazo, y el nacimiento de los pequeños Cristian y Blanca en enero de este mismo año; posteriormente llegó la ansiada boda de Rebeka y Lucas, quienes un mes después de esta también informaron de que el pequeño Izhan, que ahora tenía seis meses, venía de camino.
Claramente este año no iba a ser menos, y dejando de lado el nacimiento de los pequeños Carvajal, y el pequeño Vázquez, Toni y Alejandra también se habían prometido. Aunque los protagonistas de ese año claramente iban a ser Irene y Sergio con su espectacular boda en la tierra natal de la vasca. Quienes de momento no habían dado noticias ni de boda ni de niños habían sido Sergio y Sofía, que disfrutaban día a día de su relación pero sin compromisos futuros por el momento.
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@rebeka_kroos Sois lo mejor que me ha pasado en esta vida 💜🍼
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