Las palabras que nunca me atreví a escuchar .

16

De nuevo he soñado contigo.
Tú, dejándome sin aliento en mis noches.
Alimentando mi imaginación con tus imperfecciones.
¿Qué esperas de mí?
No puedo evitar extrañarte.
¿Entiendes o no?
En estos momentos estoy gritando tu nombre y tú todavía no me conoces.
Estoy llorando tu partida y todavía es muy temprano para que te vayas.
No puedo dejar ir esto.
No es eso.
No puedo dejarte ir.
El verte marchar me está matando.

Las últimas palabras que te dije no fueron las que gritaba mi corazón.

Tampoco fueron las que mis ojos imaginaban apreciar.

Mucho menos eran las que los dos queríamos oír.

Pero no me dejaste escapatoria.

Tú diciéndome que todo estaba bien, mientras yo no podía verte a los ojos.

Cariño, tus ojos.
No reconocí tus ojos.
No podía ver tu ser ni mucho menos tu alma.
¿Qué paso con tu sinfonía de temores?
¿Tu recital de melancolía?

Quiero escucharlos por última vez, 

Déjame escucharlos.

Cariño no te imaginas lo miserable que me sentí al ver tus ojos y no verme dentro de ellos.

El no verme.

El no vernos.

Imaginar que solamente te quise de a poco.

Porque tenia mucho miedo de entregarte mi alma.

Nadie sabe que cometí el error de hacerlo al revés.