Capitulo 3

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Luego de todo lo que sucedió con Berni mi padre comenzó a tomar medidas innecesarias, sabia cuidarme sola, no necesitaba a mis hermanos conmigo todo el tiempo, de echo soy la que mejor pelea de los 5 podría decirse, excepto mi padre que el sí pelea mejor que yo.

Era sábado por la mañana así que decidí ir a entrenar al gimnasio y luego salir a correr.

Me puse una calza hasta un poco más debajo de la rodilla y un top deportivo, me hice una coleta, tomé mi móvil y los auriculares y me fui al gimnasio.

Al llegar decidí comenzar con boxeo. Puse unas vendas en ambas manos para que mis nudillos no se marquen tanto y comencé.

Cuando tenía 5 años un hombre me secuestro, estaba tan asustada, no comprendía que sucedía, porque me decía todas esas cosas horribles de mi papa y mi familia, solo quería huir y estar en los brazos de mi padre. Ese día, cuando mi padre me rescato comprendí que éramos. Una familia poco normal, una familia que no recibía completamente el amor que debía recibir, una familia que debía estar acostumbrada al dolor, una familia que sufriría perdidas, y sobre todas las cosas una familia que no puede enamorarse de nadie si no quiere que la otra persona resulte herida. Y eso paso, la muerte de mi madre y la muerde de la esposa de mi hermano, al menos pudimos salvar al pequeño Oliver.

Volví a la realidad cuando sentí mis nudillos sangrar. Había roto las vendas y la piel de mis nudillos había desaparecido. Cure mis heridas y vende ambas manos. Decidí descansar un poco mis manos y salir a correr. Vivíamos en las afueras de la ciudad para tener menos vecinos, aunque teníamos algunos no muy lejos.

Oh diablos, James venia corriendo en frente mío, no tenía tiempo para tapar mi cara o desviarme ya que me vio y aminoro el paso por lo que tuve que hacer lo mismo, quite mis auriculares cuando quedamos frente a frente.

-Emma, ¿Cómo estás?

-James, bien

Me sonrió algo incómodo, sé que no le pregunte como estaba solo quiero seguir corriendo sin distracciones, Ni tampoco quiero que crea que alguna clase de amistad puede ocurrir con nosotros.

- ¿vives por aquí?

-si, a unas cuantas calles de aquí- dije desinteresada.

-oh, creo que nos veremos seguido ya que vivo a 2 calles más abajo.

-genial, debo irme, adiós.

-adiós Emma, nos vemos.

Puse mis auriculares en su lugar y seguí con mi recorrido, cuando el mediodía había llegado volví a mi casa, debía ducharme con urgencia, estoy sudando como un cerdo.

Me despojé de mi ropa y me metí bajo la regadera.

Vivimos en una casa grande por supuesto, de tres plantas, 10 habitaciones, y ocupa toda una manzana, tiene un gimnasio muy amplio en la tercera planta con una piscina climatizada en el mismo piso. Tenemos una piscina exterior también para utilizarla en verano, cada uno de los integrantes de la familia tiene su propia habitación, aunque las que sobran están ocupadas con todo tipo de armas, algunas con objetos de tortura, algunas con químicos para cuando necesitamos hacer que una muerte parezca natural.

El gimnasio y la piscina están en la tercera planta, las habitaciones donde dormimos están en la segunda planta, en la primera planta tenemos un living muy amplio, una biblioteca, la cocina, la mesa para comer y otra mesa gigantesca en la que entran 36 personas, para cuando mi padre trae a sus clientes para cerrar un trato.

Para ocultar lo que realmente hacemos debemos tener una fachada y le hacemos creer a la gente que tenemos una empresa de aparatos electrónicos, lo cual es verdad, pero es algo de lo que se encargan los empleados, muy pocas veces pasamos por ahí, pero de vez en cuando lo hacemos para que los empleados no sospechen nada.

SalvameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora