Recuerdos

107 12 25
                                    

Luego de la reconciliación, los Namikaze invitaron a los Uchiha a su hogar. Una vez dentro Minato preparaba bocadillos, mientras Madara tenía que soportar que sus sobrinos y sus parejas estuvieran algo acaramelados. Por lo que decidió ir ayudar a Minato

- ¿Necesitas ayuda?

- Ah, Madara-san, no es necesario, hoy son nuestros invitados

- Bueno... digamos que...

- Entiendo, bueno, podría cortar ese jamón en trozos

- Claro

Mientras Madara realizaba su tarea, pudo ver una foto de Kushina, era una mujer de apariencia amable pero algo le decía que no era una esposa abnegada

- ¿Y a qué horas llega su esposa? - oyó el cuchillo caer - ¿Qué pasa?

- Nada, solo que no lo sabe, mi esposa murió hace 2 años

- Lo siento, no quise

- Está bien, mientras la recordemos, ella seguirá con nosotros

Minato se acercó a la foto con una tierna sonrisa, demostrando que aún había amor por su esposa, Madara solo suspiro

- ¿Y es casado, Madara-san?

- No, de hecho estoy soltero por el momento, aunque... - dudoso de seguir

- Si no quiere no lo diga

- Hace tiempo tuve una relación con Hashirama

- ¿En serio?

- Si, llegue a tenerle cariño, pero... nuestro carácter era muy diferente, aparte el imbécil de su hermano no agradaba ni yo a él

- ¿Tobirama-san?, pero si es agradable

- Se ve que no lo conoces... aunque no funciono entre Hashirama y yo terminamos como amigos, y dime, ¿no piensas en tener pareja de nuevo?

- Bueno... aun extraño a mi esposa, pero... conociéndola sé que ella desea que encuentre a alguien, pero ese alguien aun no aparece por el momento

Madara y Minato intercambiaron sonrisas, minutos después volvían con los aperitivos, galletitas con jamón y queso crema, pero no se imaginaban encontrar a sus hijos y sobrinos en unos acaramelados besos

- Ejem, siento interrumpirlos, pero les dije que se comportaran

- Lo sentimos, tío... Minato-san

- E-está bien... - respondió sonrojado Minato

Deidara y Naruto estaban más que muertos de la vergüenza, pero al ver la sonrisa de su padre se sintieron mejor. Mientras tanto en la casa Uchiha

- Madara-ojisan... Itachi... Sasuke... necesito ir al baño...

El pobre Tobi seguía encerrado en el closet, cuando escucho abrir la puerta principal abrirse

- ¿Hola? - se escuchó una voz

- ¡Aquí estoy!

Al escucharlo, el dueño de la voz camino hacia el closet, encontrando a Tobi amarrado a una silla, viendo la tele

- ¡Izuna-ojisan!

- ¿Tobi?, ¿Por qué estás aquí? - desatándolo

- Bueno, Madara-ojisan, Itachi y Sasuke salieron - llorando - no quisieron llevarme

Pídela y Yo la PongoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora