Let's get out of this place, cause you're starting to waste.

245 51 16
                                    


"¡Es un acosador!" Exclamó Ryan al dejar caer su mochila con tal brusquedad que causó un estrepitoso ruido en el salón de clases en el cual reinaba el silencio por parte de los adolescentes, que tan sólo habían llegado minutos antes para lograr copiar la tarea antes de que tocara la campana. Al ser interrumpidos le dedicaron una mirada cargada de impaciencia al joven, la cual fue devuelta antes de hundirse en su asiento.

"¿De quién estamos hablando?" Inquirió Spencer en voz baja, automáticamente arrepintiéndose de no haber bebido la taza de café que tuvo frente a él en el desayuno.

Ryan no respondió de inmediato, se encargó de primero buscar en su móvil los mensajes de texto de la noche anterior para mostrárselos a su amigo "¿Lo ves?"

"¿Osos?" Preguntó un Spencer doblemente confundido, al igual que resignado pues cerró su libreta para finalmente rendirse en sus deberes escolares. Soltó una profunda bocanada de aire al ver a su amigo. "¿No crees que estás exagerando? Es normal que quiera tratar de ser tu amigo, después de todo lo aceptamos en la banda, y sin mencionar que prácticamente lo salvaste aquella vez que lo golpearon en la fiesta"

Ryan se quedó estático ante la mención de aquel viernes por la noche. Su incomodidad podía percibirse a metros de distancia, tal vez por la manera en que casi hunde su rostro sobre el libro de historia como sí este fuera lo más interesante que alguien haya escrito nunca. "¿Te menciono algo al respecto?" Preguntó con cautela, tratando de disfrazar sus nervios en un tono de indiferencia. No le mencionó nada a Spencer sobre el supuesto beso y tampoco tenía planeado hacerlo. Porqué a su parecer no era gran cosa, todo el mundo lo hacía todo el tiempo. No debía hacer un escándalo sobre algo tan simple. O al menos eso era lo que trataba de creer.

"No, sólo lo que tú mencionaste" Spencer tendría que ya haberse acostumbrado a la incógnita que podía llegar a ser su mejor amigo, pero era pedir demasiado. Aún no lo lograba. "¿Sucede algo? Ryan sabes que te apoyaría cual fuera la situación."

El mayor negó un par de veces antes de recuperar el color en su rostro por el alivio y una vez relajado decidió olvidar el tema, bueno, tratar de hacerlo. No tuvieron más tiempo para hablar, pues fueron interrumpidos por la profesora que prosiguió a rendir el curso habitual de su clase, el cual básicamente consistía en pararse frente a los alumnos, leyendo un poco más alto que un susurro mientras los demás, desde su asiento, continuaban la lectura. Ryan hacía un esfuerzo inhumano por permanecer despierto, pero no tan grande como el que hacía por prestar atención. Aunque en lo último se rindió en cuestión de minutos. Así que enfocó su mirada en su libreta, trazando en los bordes dibujos carentes de sentido y escribía una que otra frase que cruzaba por su mente.

Sintió vibrar su bolsillo derecho y cerró los ojos como reflejo. Verán, nuestro protagonista es una persona que se abstiene de proporcionar datos personas a los demás, el cual incluye su número de teléfono. La lista de personas que podrían mandarle un mensaje de texto se reducía a un círculo social bastante corto. Pero, por un extraño motivo, tenía la sensación de saber quién era el remitente y la simple idea de ello le provocó un vuelco en su corazón.

No quería lucir desesperado al responder tan pronto, pero sí le buscaba durante horas de clases debía ser por una cuestión bastante importante o al menos así trató de justiciar el temblor en sus manos al sacar con cierta dificultad el móvil de tan apretados pantalones, o al menos así los describiría Spencer.

Ryan miró la pantalla del celular con incredulidad. Un mensaje de una compañía telefónica, vaya. Sí alguna vez consideró cambiarse de compañía ahora estaba bastante claro que jamás lo haría. De mala gana recostó su cabeza sobre uno de sus brazos. Con su última decepción, la clase pareció alargarse más de lo normal. Pero no se alargó más su tortura, pues finalmente terminó por sonar la campana interrumpiendo a la profesora. No tuvo intención de quedarse, ni siquiera para escucharla explicar las instrucciones del proyecto que supuestamente había encargado la semana pasada.

Ya cómo un hábito llevaba los auriculares puestos, a un volumen suficientemente alto para que quien estuviera a su alrededor fuera capaz de escucharlo y evitar acercarse. Aunque al parecer no siempre parecía funcionar, pues en medio del pasillo al caminar a su casillero fue interrumpido, logrando sobresaltarlo.

"Te encontré" Ryan desconoció la voz al inicio, pero casi soltó sus libros al percatarse de quién se trataba.

"¿Me buscabas?" Replicó, disfrazando su sorpresa con indiferencia.

Brendon esbozó una amplia sonrisa cómo respuesta. "No tendríamos que esperar a que acaben las clases para hablar. Podríamos irnos ahora mismo."

Ryan se dedicó a observarle, expectante. No tenía ni la menor idea de que esperar de Brendon. Nunca le había tratado lo suficiente para poder predecir cuál sería su próxima acción o cómo reaccionaría ante tal circunstancia. Y en aquel momento el conocerle no parecía tan mala idea.

"¿Estás seguro?"

"Claro, ¿Por qué no?" Ryan se preguntó sí no le cansaría sonreír. "Aún hay bastante movimiento en los pasillos, siguen llegando estudiantes. Sí nos vamos ahora nadie se dará cuenta, además no me digas que los maestros te echaran de menos. Creo que eres todo menos participativo"

Le dio un simple asentimiento. "Tienes razón"

Brendon se mostró claramente satisfecho ante su respuesta y palmeó suavemente sus hombros "Vamos, mí auto está en el estacionamiento".


La historia va algo lenta pero me gustaría que conocieran un poco más las distintas personalidades antes de adentrarme directamente a una relación. Así que una disculpa. Prometo actualizar con mayor frecuencia, el último mes fue un completo desastre. 

Caraphernelia » RydenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora