The End

- ϛ -6

La semana había trascurrido de manera acelerada y rutinaria. Ali miraba el reloj cada dos por tres a la espera de que las charlas terminara para salir corriendo como caballo desbocado hacia su habitación y cambiar su atuendo de mujer ejecutiva a un atuendo cómodo que facilitara sus caminaras con el ángel de ojos azules.

Cada vez se adentraba más en la abundante vegetación del bosque en la búsqueda de sus amigos de cuatro patas y por supuesto a la espera de Theo, que trascurrida las cinco de la tarde aparecía de en medio de los arbustos con las manos dentro de los bolcillos.

Seguían sin entender por qué cada día iba al bosque a la espera de él. Tal vez la tranquilidad y la sensación protección que le trasmitía era el motivo suficiente por el cual seguía yendo detrás de sus pasos, pero fuese ese el motivo o no, necesitaba aferrarse a algo que la convenciera que estar cerca de ese hombre no significaba peligro para su bienestar.

No solo le había creado cariño a la manada de lobos que los acompañaba todas las tarde en su recorrido ya fuese en canoa por el rio con Polar en brazos, apodo que le había dado al cachorro por su pelaje blanco como la nieve y seguía cuidándolo como un bebe para que su patita tuviese una mejor recuperación aunque ya caminaba con mayor facilidad le gustaba tenerlo en brazos, que podía decir. Tardes de pesca mientras los lobos se divertían clavándose los dientes y Ali y Theo esperaban a que algo mordiera su anzuelo o carreras por las cumbres de las montañas que decidiera el perdedor que debía cortar y alistar la cena de todos después de recolectar algunos frutos de la zona, setas y pescado.

El hombre le gustaba hablar mucho, más de la cuenta pero a ella no le molestaba escuchar como las palaras fluían de su boca, en cambio se quedaba embobada mirándole el rostro incluso después de que el terminara de hablar y él sonreía al verla tan distraída por su presencia. Ese gesto anonadaba a Theo.

Podo saber algunas cosas poco comprometedoras que la motivaran a buscar quien era en google.

Le gustaba comer un buen filete y eso lo sabía porque al final del día sacaba de la nevera un trozo de carne y lo asaba sin importar que hubiese suficientes alimentos recolectados para comer. Según su padre, la música que tuviera notas de piano relajaban el alma y aclaraban la mente por eso tocaba el piano y se le daba muy bien o eso le decían sus hermanas. Ese día espero a que el la animara a colocarse de pie y la llevara a un lugar donde le ensañase como tocaba el piano, pero esas palabras no llegaron y se decepciono al no saber cómo aprobar su talento. Casi todos los días hablaba de su madre y lo bella y bondadosa que era. Se la describía una y otra vez y en el rostro de Ali se reflejó la imagen de una señora con piel blanca como la leche, enormes ojos azules y mechones rubios y brillantes como los de su hijo. Theo no menciono si tenía a alguien esperándolo en casa o una mujer con la cual él estuviese manteniendo una relación de hecho no hablo de relaciones a exención de cosas básicas de su familia. Un hermano mujeriego, hermanas que se creen inferior a las otras, una madre valiente y un padre egoísta frio y calculado o esas fueron sus palabras en el momento en el que Ali decidió abrir su bocota y preguntar por su padre.

Desviando el desagrado que provoco el mencionar a su padre, Theo le menciono a Ali que la vista que le ofrecía su apartamento en el wes end avenue la cautivaria porque se notaba que ella era una buena detallista de paisajes o eso notaba cuando la pillaba disfrutando del paisaje a su alrededor.

Ali no pudo evitar sonrojarse al imaginarse en una situación comprometedora donde la ropa sobrara entre ellos.

Theo trataba de que la morena se abriera de alguna manera pero fracasaba cuando terminaba de contarle algo relacionado él y esperaba a que ella hiciera lo mismo pero no sucedía y Ali era consciente de ello.