— Oh, dama mía.
— ¿Si?,mi querido Adrien
— ¿Hiciste los postres que te pedí?
— ¡Oh! Los eh olvidado por completo.— dije soltando la charola con el juego de te que traía en las manos.
De repente la sala comenzó a inundarse con agua que salía del juego de té.
— ¡My lady!, meeewgooo, mewwwgoo. — Oh pobre chat está completamente salpicado.
— Cómo lo siento amado mío, pero debes de admitir que te hacía falta un buen baño.
— Pero me ensucie jugando con los pequeños, nada es más hermoso que pasar el día con la familia, solo mira esos angelitos.— Nuestros pequeños se veían tan tiernos.
Nuestros pequeños...
Amado adrien...
¡¿Familia?!— A-a-adrien. ¿Qué es todo esto?.— Pregunte con muchos nervios.
—¿Cómo?, pues has dejado caer el té, ¿Qué otra cosa habría de suceder?.— Pregunto algo extrañado.
— Me-me refiero a ellos, ¿Quién es su madre?.— Pregunte realmente aterrada.
— Oh mi alteza, eso es cruel, ¿Lo dices por qué perdí a la pequeña Emma el otro día?, si es por eso prometo ponerle correa.
¡¿Que demonios había pasado?!, esto era un desastre y flotábamos sobre... ¿una dona?
— Mari.
No quería escucharlo, todo esto era un caos y no sé cómo llegué aquí
— Mari, abre los ojos. — seguía diciendo Adrien
— ¡Marinette Dupein Cheng!.
—¡¿Que?!.— Finalmente abrí los ojos, y me sorprendí de ver la panadería. Será mejor que me levante.— Auch.Trate demasiado rápido y termine propinándole un buen golpe a Adrien.
— Ay, Mari eso sí que ah dolido.
— Lo-lo si-siento.— conseguí decir apenas.
— No te preocupes.— dijo con esa bella sonrisa que tanto le admiraba.— Oh no, otra vez la cara de pérdida, ¡Mari no te desmayes de nuevo!.
De inmediato cambie mi cara de boba por una sonrisa nerviosa.
— Uff si que me has dado un susto.— dijo quitándose una gota de sudor imaginaria de la frente.
Se preocupada por mi, Adrien agreste se preocupaba por mí eso me provocaba una inmensa felicidad. Pero no, Marinette tenía que arruinarlo con sus paranoias, tal vez el solo estaba preocupado por Ladybug, quien si no ella lo ayudaría a proteger París.
—Pero, ¿Por qué me desmayé?
— No lo se solo empezamos a charlar empezaste a reír y te desmayaste, el maestro tuvo que posponer el asunto del que quería hablarnos.
Demonios, mis nervios echaron tiempo importante a la basura, realmente me sentía apenada, pero más vergüenza me provocaba el recordar el sueño con Adrien.
—¡Marinette!, ¿Que tienes?, tu-tu cara está muy roja.— esto solo sirvió para aumentar mi sonrojo, pero vamos Matinette, no es el momento. Tome una profunda bocanada de aire y me dispuse a pararme.
— Ya, estoy bien.— me levante, pero sentí una punzada de dolor en mi tobillo y me tambaleé un poco.
— Ah ya veo, aún te duele un poco el tobillo ¿cierto?.— vi que hizo un ademán de convertirse pero lo detuve.— Oh, ¿Están tus padres en casa?
— Nop, pero falta poco para que lleguen y no quiero que se encuentren con esta sorpresita, ah y gracias por traerme Chat o Adrien.
— Lo hizo chat, así llegamos más rápido.— dijo y después me regaló otra sonrisa.
— Bueno, será mejor que pida un taxi.
Salimos de la casa y tomamos el taxi, el silencio entre nosotros era algo incómodo, parecía que ambos queríamos decir muchas cosas, pero ninguno podía empezar una charla. Entonces como enviado del cielo el taxista empezó una conversación.
— Oh, ¿Usted es el joven Adrien Agreste?, debo decirle que me encanta su trabajo.
— Oh, si lo soy, se lo agradezco mucho.
— Usted si que sabe lo que hace, mi pequeña nena es una fan suya, es ella.— El taxista señaló con su cabeza a una pequeña foto.— Su nombre Rosaline, es mi motivación.
— Debe usted de ser un muy buen padre.— dije yo con una sonrisa. En cambio Adrien trataba de hacerlo, era un tema duro para el.
Por lo de su madre me supongo. Y al parecer no fui la única en notar el cambio de humor del gatito.
— ¿Señor Agreste? ¿Le sucede algo?.— Pregunto el taxista con un poco de pena de haber causado un mal momento.
— Yo... estoy bien.
No lo está, no lo está y aunque como Adrien me muera de la vergüenza de hacer esto, también es mi Chat mi compañero, necesita el de alguien apoyo. La verdad es que moría de nervios pero allí estaba yo abrazando a Adrien Agreste, al chico de corazón puro del que eh estado enamorada todo este tiempo, supongo que al ser también Chat me dio un poco más de confianza.
El se sorprendió por mi repentina muestra de afecto. Parecía en shock, pero poco a poco comenzó a pasar sus manos por mi espalda, solo puedo luchar para no apartarme de el, para no ponerme toda tiesa ante su tacto, pero realmente necesitaba que alguien le diera una abrazo, y yo no era quien para negárselo.
Los segundos se volvieron eternos, ambos sentíamos temor de terminar el abrazo y que nuestra burbuja de incomodidad se volviera a inflar. Afortunadamente llegamos al nuestro destino, antes de bajarnos Adrien le regalo un autógrafo y una foto al amable caballero, el hombre le regreso el más de la mitad del dinero a Adrien, pero ninguno de nosotros se lo permitiría así que le di el resto y le dije que no al no recibirlo nos sentiríamos mal.
— Bueno, ¿Lista para esto?.— Dijo Adrien mirando hacia delante.
— Creo que si. — nos volteamos a ver y chocamos el puño como siempre al final de cada batalla.
Con cada paso que daba el nerviosismo retomaba gran poder sobre mí, sin embargo era un tema serio y no podía darme el lujo de ignorarlo.
Adrien estaba apunto de tocar la puerta cuando un saludo nos sobresaltó.
«ADRIEN»
— Hey, Mari.— Dijo un chico agitando la mano en señal de saludo, me era familiar.
— Ah, hola Theo, ¿Cómo va tu día?.— pregunto Marinette acompañado de una dulce sonrisa.
¿Cómo no pude darme cuenta antes de que esta chica era My lady?. Su sonrisa era embelesadora, era tan tierna y reconfortante. Me pude dar cuenta de algo, la sonrisa de Marinette era totalmente diferente a la de Ladybug, la de Mari te hacía sentir en completa calma y tranquilidad, mientras que la de la enmascarada te provocaba deseos de seguir adelante y luchar.
Espero ver algún día esa sonrisa en rostro de Marinette.— Theo, ¿Hey estás allí?. Marinette pasaba si mano por delante del chico hasta que finalmente reaccionó.
— Ah si claro, es solo que...— su rostro se empezó a poner rojo, tal vez de donde venía era más frío y tenía calor.
— Me alegra, bueno hasta luego.
El chico le dio un beso en la mejilla a Marinette, la cual se sorprendió un poco, el chico, tras notar esto se limitó a responder un "Es-es lo que hacemos en mi familia" y se fue completamente colorado, beso a MY PRINCESS, si algo estaba claro es que lo tendría bien vigilado
🐱🐞
Siento la tardanza, 😅
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Se repitió
FanfictionCometí un error, no volverá a suceder- dijo el maestro Fu Pero ¿quien realmente le aseguraba eso? El destino de los héroes era incierto y en medio de tanto caos una desgracia no era nada inusual, el hecho de que los héroes anteriores las hayan evit...