-¿Cuándo pensabas decírmelo?- preguntó Derek sentado en el sofá de su apartamento, mirando a Lydia molesto.
-¿Cómo lo supiste?- preguntó la rubia fresa asustada.
Nunca lo había visto tan molesto, al menos no desde que comenzaron a acostarse y acabaron involucrando sus sentimientos, cuando dijeron que no lo harían porque aquello sólo era sexo.
-Malia me lo dijo, ella dijo que merecía saber - dijo mirándola fijamente.
Lydia no dijo nada, sólo se quedó parada viéndolo con temor. Se sentía como cuando era pequeña y su madre descubría que le había mentido, como aquella vez cuando tenía diez años y dijo que fue Prada la que rompió uno de sus floreros favoritos.
-¿No ibas a decirme que estás embarazada? ¿Pensabas guardar el secreto y luego qué?- preguntó levantándose.
-No lo sé, Derek- gritó Lydia. -¿Crees que es fácil para mí, que no estoy asustada?- preguntó, sintiendo las lágrimas en sus ojos. -¡Tengo diecisiete años, Derek!- gritó sollozando.
-¿Y qué ibas a hacer? ¿Ibas a deshacerte de ese bebé?- preguntó el moreno gritando.
-No, no lo sé- dijo Lydia tapando su rostro con ambas manos, mientras el llanto se hacía cada vez más fuerte.
-Creí que confiabas en mí- dijo Derek con tristeza.
-Lo hago, lo hago- dijo Lydia susurrando. -Es que no sé qué hacer, ¿cómo se lo digo a mi madre, Derek? Va a estar tan decepcionada de mí- dijo tapando su boca con una mano, intentando dejar de llorar.
-Yo estoy contigo, Lydia y no voy a dejarte sola. Estamos juntos en esto, ¿sí?- le preguntó acariciando su mejilla. -Te amo Lydia- dijo mirándola a los ojos, tratando de transmitirle todo lo que sentía por ella.
-Perdóname- dijo abrazándolo y escondiendo su rostro en el pecho del moreno. -Perdóname, Derek- dijo mojando su camiseta con sus lágrimas.
-Shhh, no estás sola. Estoy aquí y no voy a dejarte nunca, Lydia- dijo él, acariciando su espalda.
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Dydia [one-shots]
Fanfiction"-¿Derek...?- preguntó la joven, mirando primero a Stiles y luego a quien se suponía era su novio. -Sí, pero puedes decirme Miguel- dijo sonriendo y tomando a Lydia de las mejillas. -No sabes cuánto te extrañe- finalizó estampando otro beso en sus l...