Capítulo 1

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Era temprano por la mañana cuando me desperté deseando como todos los días que el día terminara malditamente rápido para poder volver a casa a tumbarme en mi cama como de costumbre a ver cualquier cosa sin sentido que hubiera en la televisión hasta caer dormido para volver a despertar de nuevo en otro día que como los otro seguramente odiaría, como toda mi desgraciada vida tan condenadamente rutinaria y aburrida.

—En serio que odio las mañanas— susurre para mis adentros colocando mis manos dentro de mis bolsillos para iniciar la marcha.

Tome el autobús como de costumbre, para ir al trabajo que me provocaba dolores de cabeza todos los días por mi malnacido jefe que en realidad era alguna especie de sociópata molestando todo el día con sus gritos y regaños, el tipo sí que tenía problemas, tenía un terrible carácter. Simplemente su vida era tan desdichada y triste que creía que todos los demás deberíamos ser igual de infelices que él, y que por alguna extraña razón disfrutaba de hacerme la vida imposible especialmente a mí.

–Buenos días— salude a nadie en particular mientras caminaba desganado a mi pequeño cubículo donde me pasaría las siguientes seis horas y media aplastado.

—¡Buenos días Byun cariño!.— saludo efusiva la pequeña pelirroja con melena de leona a la cual me refería como Suni.

—¡Oh! que hay Suni como amaneciste hoy, ¿Cómo van las cosas con chester? ayer realmente te veías muy preocupada—.

—Arrrg horrible todo fue un caos, no tengo idea de que pudo haber comido, ¡mi departamento estaba lleno de vómito por todos lados!, pase toda la noche limpiando su desastre y el veterinario no me respondió hasta hoy en la mañana— Hizo una mueca—condenado perro siempre me hace lo mismo, si no lo amara lo suficiente hace tiempo lo hubiese echado a la calle—.

—Tranquila, siempre dices lo mismo —sonreí— el pobre chester no tiene la culpa de que se aburra solo en tu apartamento todo el día—.

—Creo que en definitiva lo voy a poner en adopción—frunció el ceño.

—Reí burlonamente —Está bien pero tú y yo sabemos que no puedes vivir sin él, nadie jamás sería capaz de soportarte si no Chester—.

—Me soportas tú— sonrió pícaramente llevándose una mano a la maraña de cabellos para alisárselo.

—Sí, supongo que no tengo más opción no puedo deshacerme de ti por más que lo intente de todos modos, simplemente se llama resignación— levante los hombros juguetonamente disponiéndome a salir huyendo triunfalmente antes de que ella empezara una pelea conmigo.

—Tan adorable como siempre cariñito—.

Me apresuré a tomar mi lugar en el escritorio sin tomarme la molestia de despedirme de Suni, igual regresaría a molestarme como de costumbre más tarde. Encendí el viejo ordenador para realizar la edición que tenía pendiente de la página web que había solicitado un "cambio totalmente fresco y radical" para el aniversario de la nueva empresa con la que habíamos firmado un contrato la semana pasada.

[Suni era lo que se podría llamar mi mejor amiga, demasiado llena de energía y de ella misma como para entender que las amistades no tendrían por qué ser obligadas hasta el punto de la resignación, muchas veces había intentado que me dejara en paz pero la mujer simplemente no entendía de razones, y en algún punto que no recuerdo de alguna manera empezó nuestra amistad. Era insoportable pero simplemente me había acostumbrado tanto a ella que terminó así.]

—Byun el jefe requiere que el sitio web quede para las 3pm de hoy, y solicita que vayas a verlo a su oficina—.

—Suspire—De acuerdo Dae voy enseguida, gracias—.

My Stupid Dear BossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora