Capítulo 6

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Después de la proposición que Park me había hecho, con una extraña sensación de duda y molestia salí de su oficina con el estómago hecho un lío.

Eran las 6:30 y tenía exactamente 30 min más para decidir qué hacer. Caminaba dando vueltas en círculos y juro que sentía que en cualquier momento iba por terminar abriéndole un hueco al suelo.

— ¿Ahora qué? — dije molesto en voz alta rascándome la cabeza estresado — ¿voy?, ¿no voy?, ¡Arrrrg Esto es un maldito fastidio! — tome mi celular y teclee el número de Suni desesperado. Dejó sonar 3 tonos antes de tomar la llamada como siempre, ella solía decir que 3 tonos eran necesarios para ser dignos de su preciosa atención, porque la gran Suni no respondía por cualquiera.

— ¿Aló? — escuché su voz del otro lado de la línea demasiado formal.

— ¿No tienes registrado mi número? — le dije a modo de reclamó.

— ¡Cariño! — me reconoció con euforia — lo siento bebé pero mi teléfono enloqueció y perdí todos mis contactos, no sabía que eras tú si no hubiese respondido a la primera — dijo con tono meloso.

— Patrañas, tú y yo sabemos que tienes una manía por dejar sonar el teléfono al menos 3 tonos, a veces pienso que un día de estos voy a estar en una situación de vida y muerte y si mi única salvación es llamarte para pedir ayuda pienso que soy carne muerta sin duda alguna — dije rodando los ojos aunque no podía verme.

— No seas así cariño — río — sabes que en mi corazón tu eres especial y mi instinto maternal no me permitirá dejarte morir —.

— Bueno como sea no llame para esto necesito tu opinión en algo, es serio Suni así que por favor nada de bromitas — solté esperando su respuesta.

— Bien suéltalo — me dijo del otro lado entusiasmada.

— Park me invitó a salir... bueno no exactamente, me pregunto si tenía planes y luego me dijo que lo viera en la entrada de la empresa a las 7 — solté mientras esperaba alguna reacción de su parte pero en cambio solo escuche silencio — ¿Suni, sigues ahí? — pregunte al continuar sin respuesta alguna — ¡¿Suni?! —.

— Santa mierda, si aquí estoy estaba procesando esto — la escuche reír fuertemente del otro lado de la línea — ¿cómo paso esto?, no me dijiste hace apenas unas horas que Park te seguía haciendo la vida imposible, dios esto es completamente loco ¿vas a ir no? —.

— ¿Qué?, no, si, ¡bueno no se!, ¿debería?, ¿por qué debería? — dije aún muy confundido y desesperado.

— ¿Cómo que por qué, acaso no tienes curiosidad?, que te pasa Baek, a lo mejor es algo bueno tal vez quiera disculparse además ¿Qué tiene de malo?, no es como si te fueras a acostar con él es una simple salida casual — me dijo intentando convencerme.

— Te escuchas casi como él — dije molesto.

— Deberías ir — río — no veo el inconveniente y de todos modos no tienes nada que perder —.

— ¿Y mi dignidad? — le dije dramatizando mientras llevaba una mano a mi pecho.

— ¿Cuál, la que perdiste al nacer? — se carcajeó — deja de ser tan bebé y apresúrate a recoger tus cosas, solo te quedan 5 minutos —.

Estaba a punto de refutar cuando caí en la cuenta de sus palabras y mire mi reloj asustado.

— ¡Demonios Suni, cuanto tiempo llevamos hablando!, me tengo que ir te llamo luego — me despedí rápidamente.

— ¡Adiós cariño!, no olvides el bálsamo labial — alcance a escuchar del otro lado del teléfono antes de colgar.

— ¡Cállate Suni! — me ruboricé — ¡adiós! —.

My Stupid Dear BossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora