Carrera.

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Algo un poco más corto, no tengo tanto tiempo ahora. ¡Comentad!

-Joder Nick – Harry se deshizo del agarre de Louis y tiró hacia un abrazo a su amigo.

Él lo miró – Tienes que irte ahora.

-¿Quién es él, Harry? – Louis interrumpió cargando la maleta del rizado.

El ojiverde abrió la boca pero la cerró inmediatamente cuando escuchó bufidos y pisadas desde la entrada. Miró a Nick y este le señaló la escalera lateral de la casa. Harry jaló a Louis y ambos corrieron hacia el ventanal.

Louis lo miró -¿Es esto seguro?

-Salimos mejor parados por aquí que quedándonos.

-Tengo un buen cuestionamiento sobre tus relaciones – Louis gimió por el peso de la maleta - ¿Qué hago con esta cosa?

Harry bajó la mirada por la escalera y agradeció mentalmente vivir en un primero – Lánzala.

Louis no se hizo esperar y la deslizó por la pared. Justo a tiempo cuando un tío de metro noventa se comenzara a escuchar por la casa. – Ahora tú – Susurró el rizado a Louis. Éste le miró y Harry supo que después tendría una intensa charla.

-No me importa, Nick – El grito se escuchó hasta donde estaba Harry, colgando en una escalera de metal. El rizado sabía que lo más sencillo sería seguir bajando, pero la curiosidad le ganó – Ahora dime, ¡¿DÓNDE COÑO SE HA METIDO ESE MODELO DE MIERDA TUYO?!

Harry fue empujado hacia abajo con la ayuda de Louis quien jaló de su pie. Ensimismado todavía no registró el camino de regreso hacia el auto. Demasiado tarde cuando vio a dos tipos que reconoció bajar de un Van negra.

-Joder, joder, joder – Louis tapó la boca del rizado.

-Actúa natural, todavía no nos han reconocido – Harry pasó por alto el “nos” de Louis y lo siguió de vuelta hacia la furgoneta. El mayor le sacó el seguro y lanzó la maleta de Harry en el asiento de atrás. –Venga, Harry.

-Gracias – El rizado se ajustó el cinturón a tiempo. Louis pisó el acelerador a fondo y mandó el auto a unos cien km/h en el barrio. La velocidad suficiente para atraer la atención de todos - ¿Qué haces? – Harry le miró asustado.

Louis alzó una ceja – Distraerlos para que tu amiguito pueda salir ileso – Apretó la mandíbula – A demás Niall nos está esperando con otro auto.

-¿Cómo? – Harry le arrugó las cejas confundido.

Louis alzó un móvil – Hace cinco minutos – Silencio – ¿Quién era él?

-¿Nick? – Harry casi rió por el estado celoso de Louis – Es mi compañero de piso. Trabaja en la radio.

-¿Grimshaw? – Louis se relajó al volante – No lo reconocí. Estabas con él en el desfile.

-De hecho – Harry asintió. Miró por el espejo retrovisor y se giró hacia Louis – Nos siguen.

-Claro que lo hacen.

Louis dobló en una esquina y condujo a velocidad normal hasta un callejón, perdiendo de seguro a sus perseguidores.

-¿Aquí nos espera Niall? – Harry preguntó confundido.

Louis le tomó por la barbilla y le beso, aplastando sus labios y haciendo que Harry abriese la boca. Antes de lo que el rizado hubiera querido se separó. – No, sólo quería besarte – Y sonrió.

Harry rodó los ojos - ¿Algo más que quieras hacer?

-Tengo – Louis le miró y enarcó una ceja – Un par de ideas.

Harry le golpeó en el brazo. Louis habló – Mejor vamos desde aquí a pie.

-¿Está cerca?

Louis negó – Como veinte minutos.

 -Genial.

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