Un barco y una brújula en los baños del aeropuerto.

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Espero os guste y gracias por vuestro apoyo. Por eso lo he escrito.

Y sí, también subiré uno el lunes.

Zayn no resultó ser tan malo como Louis creía que iba a ser, le dejó un pasaporte a Niall y accedió a ayudar a Harry para pasar desapercibido en el aeropuerto. Un gran logro considerando que era un modelo en medio de todo el ojo público.

-Pero si tú también eres famoso.

-Así es, pero los medios lo encuentran demasiado aburrido para crear escándalos – Sonrío Niall y le golpeó suavemente las costillas después de que Louis dijera que no necesitaba ningún arreglo para aparentar que seguía en Londres.

-Gilipollas- Louis rodó los ojos - ¿Dónde has metido a Harry?

Zayn negó con la cabeza - ¿Acaso crees que lo voy a meter de equipaje para que no le vean?

Louis alzó una ceja.

-En el baño – Zayn respondió rápido antes de volverse hacia Niall y seguir su charla.

Louis sonrío con suficiencia y se encamino a paso rápido hacia dónde suponía estaban los baños de varones, se deshizo del manojo de nervios que tenía y entró. Harry estaba mirándose al espejo mientras hacía caras raras. Louis pensó que tal vez estaría pensando algo profundamente, o sacándose los mocos. Cualquiera de las dos era válida. Se deslizó por detrás disimuladamente para que Harry no le viese y observó el lugar. Era bastante amplio, con una fila de  lavamanos frente a los espejos y unos tres urinales contra la pared lateral. Frente a ellos estaban las casetas separadas, Louis se aseguró que se tuviesen la cerradura y se deslizó detrás del rizado que se estaba lavando la cara. Deslizó ambos brazos por la cintura de él y sonrío.

Harry se deshizo del agarre.

Louis arrugó el ceño y esperó a que Harry hablase, pero no lo hizo. Si las miradas inexpresivas matasen, bueno él seguiría vivo porque el rizado no sabía actuar. Vio tristeza y decepción deslizarse por el rostro del menor y Louis seguía sin entender el porqué de aquello. Le tomó de la mano pero Harry la rechazó también antes de suspirar.

-¿Sabes? – La voz de Harry sonó rota, como mil cuchillos clavados en su estómago Louis miró a los ojos verdes del rizado. Seguían siendo igual de hermosos como siempre – Sé muchas cosas de ti, muchas más de las que siquiera me has contado.

El color de la cara de Louis se drenó de golpe - ¿Pero qué…? – Antes de que pudiera terminar la frase Harry le lanzó un objeto a la cabeza. Si no lo hubiera atrapado a tiempo probablemente tendría un bonito moratón por todo el ojo derecho. Era su teléfono. Tenía siete llamadas perdidas.

Eran de Eleanor.

Antes de que Harry huyera de la habitación como un gatito mojado. Louis le tomó por el brazo y le acercó contra la puerta de uno de los cubículos. –Escúchame, Harry.

-Pensé que eras gay con algo de orgullo en ello– Escupió hacia Louis – Pero estás tan encerrado hasta el fondo de un jodido armario, joder Louis – Le miró y ahora sus ojos refulgían de ira – Creí que sería sensato sentir algo por ti.

-No conoces ni la mitad de lo que yo soy, rizos – Louis suspiró pero una sonrisa tiró de sus labios al oír decir a Harry que le quería.

La puerta del baño comenzó a abrirse lentamente, el ojiazul cambió de peso e introdujo a Harry dentro del cubículo.

-Y no quiero hacerlo, conocerte digo – Harry se cruzó se brazos dentro del lugar y miró hacia la cerradura – Ahora dejadme salir para poder coger un avión que me lleve a la otra punta del país.

-No hasta que me escuches – Louis susurró – Y baja la voz.

Harry arrugó la nariz pero cuando habló lo hizo en un susurro – No quiero estar contigo.

-Falacias.

-Gilipollas.

 Louis sonrío al escuchar al rizado maldecirlo. Al menos no estaba tan enojado como hace un momento que casi le deja tuerto con su móvil. –Eleanor es…

-Tu novia – Harry interrumpió – He tenido tiempo suficiente para ver en línea que lo ha sido desde que tienes diecisiete.

-…Mi barba – Louis arrugó el ceño – Joder Harry, en serio eres un sicópata.

El ojiverde bufó – Eso no te hace a ti menos imbécil.

-Touché – Louis sonrío.

Bueno, al menos Harry no le golpeó tan fuerte como él había esperado. Con un movimiento de su mano Louis sintió su mejilla enrojecer al igual que los ojos de Harry, éste de desmoronó en la tapa del baño y sollozó un par de veces. O eso creyó Louis al verlo mover los hombros, porque cuando levantó la vista tenía los ojos secos. El ojiverde se inclinó hacia adelante y trató de levantar la mano hacia la cara de Louis. Pero la dejó morir a mitad de camino.

-No puedo seguir haciendo esto, Louis – Susurró y su voz se quebró.

-¿Hacer el qué? – El ojiazul se arrodilló a la altura en la que estaba Harry y pasó ambas manos por sus mejillas secas.

-Seguir fingiendo – Harry le miró – Cuando te he gritado así, bueno, creo que ha sido una llamada de atención a mí mismo también.

-¿Qué quieres decir? – Ahora Louis estaba confundido y su cara todavía ardía.

Harry aclaró su voz para que no volviese a quebrarse – Creo que me entiendes, hay veces que he sentido como que hay un momento en el que no puedes volver atrás, y todo se está haciendo una mierda porque las mentiras se están convirtiendo en tu realidad y realmente no quieres que sea así – Pasó su mano por uno de sus ojos – Y luego conoces a alguien que realmente puede ser la cuerda que te arranque de esta marea de mierda porque eres como un ancla y solo sirves para hundirte.

-Y lo único que quieres es poder subir a un jodido barco y arrancar de una maldita vez en el rumbo correcto y alejarte de todas las mierdas que te están pasando. Sí, conozco el sentimiento. Pero dime ¿Ese alguien soy yo?

Harry asintió. Louis le tomó de las manos.

-Se mi barco, Harry y sácame de aquí.

El rizado se mordió el labio – Todo barco necesita un rumbo, Lou.

-Entonces déjame ser tu guía, Harry, déjame ser tu brújula.

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