Night Dragon

Hola de nuevo, ahora ya no necesitamos presentaciones pues creo que ya me conocen. Bien esto es el inicio de un nuevo yo, de alguien que está destrozado y solo con sed de venganza tras perder a la persona que más amaba en el mundo, me la arrebataron y fue él, fue Apolo...

Bueno, como les dije: La bestia ya no podrá ser detenida hasta que consiga lo que quiere.
Así que aquí está la bestia, es hora de acabar con él...

Comencé a entrenar cada día más duro, cada día mi odio iba creciendo, cada día tenía más ganas de matarlo y mi parte humana iba desapareciendo poco a poco.
Mis trajes los vi como basura que es débil, así que hice uno nuevo, uno con apariencia agresiva que inspirara miedo a quien lo viera. Para que cuando volviera a encontrarme con Apolo, este se sienta horrorizado y desee la muerte.

El nuevo traje fue algo así: Casco completamente redondo, las aberturas de los ojos tenían la forma de una media luna, en el casco en la parte de la boca tenía un tipo respirador el cual administraba un gas para hacerme más violento y perder aún más el control, ahora el traje estaba completamente cubierto de acero negro(una aleación que yo mismo hice, aún más resistente que el acero blanco, consistía en acero blanco fundido con diamantes y obsidiana), en los nudillos tenía picos para destrozar a golpes a cualquiera, tenía compartimientos a la altura de las costillas los cuales contenían dagas, la espada la adapté al traje, adapté mayor tecnología al casco el cual ya poseía vista de rayos x y térmica, podía desactivar circuitos enemigos y algunas armas. El traje era completamente negro, el traje tenía escamas de acero negro, escamas como de dragón pues es a mi gusto la criatura más feroz y fuerte que haya podido existir.

Creé nuevas armas como granadas de carga eléctrica, pequeños detonadores, minas de ácido y transmisores.

Todo estaba listo menos yo, debía seguir entrenando hasta superar mis límites.
Una noche mientras entrenaba volví a escuchar esa voz en mi interior que hace tiempo no escuchaba:
-Hola, David, me recuerdas cierto, bueno me enteré de lo de ella y solo pasaba a hacerte una oferta.
+¡No, sal de mi cabeza! Ella hizo que te superara y que no volviera a caer.
-Pero dime ¿Ahora dónde está ella? Jajajajaja.
+¡Cállate, maldito! No te burles de ella. *Se me comenzó a quebrar la voz.*
-Ya veo, realmente la amabas y buscas venganza. Mmm, hablaré sobre la oferta; si tú me dejas al mando entonces lograrás tu venganza, serás imparable.
+¿En serio? Pero... yo le prometí que no iba a volver a hacerlo *Salió una lágrima.*
-Sí, también juraste protegerla y no pudiste hacerlo, así que lo mínimo que puedes hacer es vengarla.
+Creo que tienes razón, lo haré porque la amo aún. *Me solté en llanto.* Solo dame unos momentos antes de dejarte el control.
-Está bien, pero que sea rápido.

Tomé una foto de ella que guardaba en mi cartera junto con el collar de mi cuello y mientras lloraba dije: Azul, juro que te vengaré *Besé ambas cosas y volví a la plática con el "dragón".*
+Listo, solo prométeme que cuando acabe todo esto me dejarás de nuevo el cargo.
-Sí, lo prometo, un placer hacer tratos una vez más contigo, jajajaja.

Tomó el control de mí, ahora ya no tenía juicio alguno sobre las personas, para mí ahora todas eran simples manchas que debían ser removidas, simples seres insignificantes.

Esa noche nació: "Night Dragon"