Catherine

26 2 0
                                    

Conseguí un apartamento y me instalé en él, dejé a mis padres solos en su casa pues ya estaban recuperados completamente y no necesitaban de más cuidados míos.

El apartamento era algo pequeño pero suficiente para mí. Ahora también debía de conseguir un buen trabajo pues la herencia no me iba a durar para siempre y tampoco me la iba a gastar toda.

Conseguí un trabajo de medio tiempo como asistente de detective, traducido a: ser un sirviente de alguien superior. Bueno, por lo menos pagaban bien. Y podía usarlo para encontrar a Apolo y conseguir mi cometido.

Yo le serví a un famoso detective de la ciudad llamado: César. Él era famoso por ser muy bueno en su trabajo, nunca se equivocaba. Él era alto y siempre usaba un traje gris y zapatos negros, su tez era pálida y su cabello corto y canoso, tenía bigote y de vez en cuando usaba un sombrero gris con pluma negra como de cuervo.

También tenía una compañera llamada: Catherine. Ella era de mi edad, tez intermedia, ojos cafés, pelo negro largo lacio, nariz fina, grandes pestañas y fina voz.

Nos dieron una larga introducción al trabajo y luego nos presentaron entre nosotros. Nos vimos y ella quedó algo impactada y yo igual, era bonita, pero no podía sacar de mi mente a Azul, aún le faltaba mucho para eso. También me sorprendió que teníamos los mismos puntos de vista, algo nos decía que íbamos a ser grandes compañeros.
Después de eso conocimos a César. Él era duro pero cálido después de que tomaba confianza. Catherine no paraba de mirarme. Ella se acercó y me pidió mi teléfono y dirección con la excusa de que por ser compañeros debíamos tenerlas; yo no me opuse y se las dí.

Llegó el fin del primer día y llegué a mi departamento, tenía flojera de hacerme algo de comer así que pedí comida china. Comí y luego de eso me di una ducha, cuando salía de ella sonó mi teléfono, era Catherine...
+¿Bueno?
-Hola... ¿David?
+Sí, ¿Eres Catherine?
-Claro, este... Solo te llamaba para saber si tenías planes esta noche.
+(Me quedé sorprendido) No, estoy libre, mmm... ¿Quisieras ir a cenar?
-(Ella estaba emocionada) Sí, pasó a tu casa a las 8.
+Está, bien, Catherine.
-Hasta luego, David.
Me alisté para salir, me puse una camisa azul a rayas y un pantalón de vestir negro.
Llegó ella, tenía puesto un vestido rojo, se veía linda.

La llevé a un restaurante italiano, llegamos y nos sirvieron vino tinto.
Comenzamos a charlar:
+Entonces... Esto se podría llamar cita.
-Sí, eso creo, David.
+Oye, ve al grano, sientes algo por mí y ambos lo sabemos.
-Solamente diré que una acción dice más que mil palabras...
+Sí, cierto, pero...
*Ella se acercó a mi boca y me besó*

Night DragonWhere stories live. Discover now