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—jazz— afirmó Minho mientras la música reposaba por todo el salón— estimulante.

Jungkook asintió con una sonrisa. Últimamente era lo que escuchaba.

Había estado sintiéndose extraño, aunque no era un sentimiento malo, al contrario, estaba feliz como no se había sentido antes en su sola vida.

En las entrevistas, mientras Jimin jugaba piedra, papel y tijeras con Minho y algunos mánager, jungkook no podía evitar mirarle, tenía una sonrisa que derramaba miel y él no era amante de las cosas melosas y cursis, de hecho odiaba lo dulce, y ahí estaba, observando como Jimin movía de abajo a arriba sus pequeñas manitas, y sonreía expandiendo, emanando y brillando felicidad en todo momento. Parecía que después de todo se llevaban bien Jimin y a aquel que ya había golpeado un montón de veces el pelirosa.

...

Jimin veía una imagen en su computadora, la contorneaba con sus ojos y las palabras de Jungkook resonaron en su cabeza.

los hombres normalmente, toleran a su primer chica.

Si, quizá no entendía.

—¿Qué estoy haciendo?— se cuestionó a sí mismo.

Acomodó sus gafas y observó por última vez la foto de; Jungkook, Hyuna y al parecer el nombrado Young Mi, juntos, parecía vieja, ya que los tres se veían mas jóvenes.

La guardó, guardó la fotografía en una carpeta. Debió borrarla, debió hacerlo.

...

Como Jimin había estado viviendo en casa del castaño, se encontraba recostado en el colchón sin absolutamente nada que hacer. Jungkook nunca se encontraba ahí los primeros días, pero conforme pasaron algunos días, comenzó a aparecer ahí, algo realmente extraño, ya que, como le había mencionado Minho, esos últimos días Jungkook tenía el calendario lleno, así que escuchar ruido proveniente de fuera de su habitación, era extraño, pero ya se había estado acostumbrando.

Salió, solo para saciar la curiosidad, encontrándose con una aguda y bien sonada armonía de piano.

Dio unos pasos hasta asomarse al pasillo de la sala de estar, donde Jungkook descansaba su cuerpo sobre un pequeño banco de madera y sus manos se movían delicadamente por sobre las teclas, algo que, involuntariamente, le hizo cerrar los ojos al pelirosa.

No sabía si debía acercarse, pero su cuerpo reaccionó primero antes de poder razonar correctamente.

Al estar cerca, quizá Jungkook sintió su presencia por que giró un poco su cabeza sin dejar de tocar y le miró con una pequeña sonrisa que Jimin copió al instante.

Jungkook movió la cabeza a lo que Jimin entendió que se acercara, y así lo hizo, teniendo la confianza de sentarse lentamente a lado del castaño.

Unos segundos después, la musica dio por finalizada y Jungkook miró a Jimin mientras las comisuras de sus labios se mantenían elevadas levemente.

—¿puedes bailar?— cuestionó y Jimin se avergonzó un poco ante aquello.

—c-claro que puedo— dijo con fingida arrogancia a lo que el castaño rió y enseguida el pelirosa le copió.

—entonces adelante— expandió su sonrisa y movió la cabeza para que éste se levantara y así lo hizo, aunque algo tímido.

—bien.

Después de unos segundos de preparación la música comenzó de nuevo y Jimin, sin pensarlo dos veces, los movimientos al acorde del sonido hicieron presencia.

Antifan » Kookmin 곡민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora