O7

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YoonOh corría a clases de matemáticas. Estaba más que retrasado.

Iba llegando 40 minutos tarde, fue mala idea haberse quedado toda la noche en la casa de Taeyong viendo películas y jugando juntos.

Sí, como pensó, no lo dejaron ingresar a clases. Debía esperar a la próxima o al receso.

Se encogió de hombros sin importancia, era la cuarta vez en esa semana, dos ausencias en clases y dos llegadas después de quince minutos a clases.

Doyoung salió enojado en el receso a buscar a su mejor amigo.

‒ ¡YoonOh! ‒ se escucharon dos voces llamarlo al mismo tiempo.

Taeyong y Doyoung competían por la atención del menor.

Jaehyun observó a ambos lados, intentando decidir con quién ir.

Doyoung se encogió de hombros y se acercó más rápido que Lee. Tomó el cuello de la camisa del uniforme de Jaehyun y lo arrastró lo más lejos posible de Taeyong.

‒ Jung, necesitamos hablar. 

YoonOh se sentó en el césped del patio principal del colegio y observó atento a su hyung.

‒ ¿Por qué te estás ausentando tanto a clases? Me preocupas. ‒ Doyoung adoptó la misma acción que el menor y se sentó en frente de él.

Jung YoonOh se encogió de hombros inocente.

‒ ¿Es por Taeyong? Mira, es algo estúpido... ‒ Jaehyun lo interrumpió.

‒ No es él, no tiene nada que ver.

Doyoung elevó una ceja con sarcasmo.

 ‒ Pequeño, no nací ayer, sé que es por eso, no diré nada al respecto, porque no debo entrometerme, y bla, bla, bla... ‒ Jaehyun intentó hablar y Doyoung colocó un dedo en sus labios en señal de que callara.

‒ Bueno, puede ser que sea por eso, pero fui yo quién tuvo la idea de ver películas ayer en su casa, lo siento.

Algo dentro de Doyoung le generó nauseas y un nudo se formó en su garganta.

Hasta que YoonOh lo comprendió. Había metido la pata.

‒ Oops.

Doyoung se levantó y caminó de vuelta a clases, con unas ganas de matar a todos a flor de piel; se sentía triste y enojado, y celoso, pero eso no iba al caso, por culpa de YoonOh.

‒ ¡Doyoung, espera! 

Kim caminaba esquivando a los estudiantes en el pasillo, el menor lo seguía casi pisando sus talones.

Taeyong apareció y tomó la mano de su novio.

‒ Ahora no, por favor. ‒ soltó con total delicadeza la mano del mayor y siguió en busca de su mejor amigo.

Doyoung no paró su paso hasta llegar a la azotea del colegio, con ganas de matar a YoonOh y a Taeyong y a todos, si es que se podía.

‒ Lo odio, lo odio, lo odio, lo odio, lo odio. 

Hacia varias semanas que Jaehyun se ausentaba a sus típicas noches de películas, o cosas como jugar vídeos juegos. Doyoung lo comprendió las primeras veces, entendía que desde que el menor tenía novio algunas cosas iban a cambiar.

La noche anterior debería haber sido una de esas noches llenas de risas y juegos por parte de ambos, pero YoonOh canceló diez minutos antes con la excusa de que debía ir a visitar a su abuela, pero era mentira.

Jung le había mentido.

Doyoung se estaba cansando. 

‒ Uy, ¿Mal comienzo del día? ‒ la voz de una chica lo sacó de sus pensamientos y enojo.

Doyoung observó de donde provenía la voz, de un costado de la azotea.

‒ Creo. ‒ se apoyó en las rejas de la azotea y siguió pensando en como matarlo.

‒  ¿Con algún chico? 

La muchacha tenía un aspecto bastante "poco femenino", su cabello era corto pero terriblemente adorable, su uniforme un poco desarreglado, la corbata suelta, y su pollera era más larga de lo que acostumbraban las demás chicas a usar.

No era el tipo de Doyoung.

Aunque, últimamente ¿Cuál era el tipo de Kim?

‒ Mi nombre es Jeongyeon. 

‒ Kim DongYoung. ‒ extendió su mano estrechándola con la de ella.

Ella asintió.

‒ Así que, Doyoung, dime ¿Discutiste con tu novio o algo así? 

Doyoung negó rápidamente, claro que no era su novio.

‒ ¿Entonces? 

Doyoung pensó en si contarle a esa chica extraña su enojo y desahogarse, o irse sin decir nada, como cualquier chico hubiese hecho, pero no, sentía que eso no podía hablarlo con tanta libertad con sus amigos.

‒ Con mi mejor amigo. ‒ agachó la cabeza haciendo un puchero involuntario.

JeongYeon soltó una risa.

‒ ¿Te gusta? 

‒ ¡Claro que no! 

‒ Estás celoso, se nota. ‒ ella sonrió mirando como Kim abría sus ojos con sorpresa.

Lo descubrió.

‒ Sólo, no quiero volver a hablarle. ‒ se cruzó de brazos recordando por qué era que estaba ahí.

‒ Cuéntame qué pasó.

Esa chica de cabello corto y bonito rostro le brindaba cierta confianza al castaño. 

Fue la primera vez que Kim DongYoung se ausentó a clases.

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MAATRIOSHKA.


I'M NOT GAY + JAEDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora