En el pasillo
Ella se subió a su espalda.
-Espera, baja, baja- le dijo Sam.
-Ya sé, ya sé, soy obesa y te rompo- dijo, conteniendo una risa.
-No, no es eso, sólo que...- dijo Sam antes de cargarla entre sus brazos estilo nupcial, haciéndola reír como a el tanto le gustaba. -Así está mejor.
Ella se quedó viendo su cabello, rizado y de un extraño color dorado cobrizo, y sus preciosos ojos café claro. Pero ambos tenían novio, Ella por su parte quería cortar con su novio, aunque nunca lo haría si no estaba segura de lo que sentía por Sam.
Ellos nunca podrían....
Ella pensaba en eso cuando el se acercó a su cara poco a poco, hasta que pudieron besarse, algo que ambos habían estado deseando por largo tiempo.
Ella chocó torpemente sus labios con los de Sam, luego el tomo el control del beso y separó con los suyos los labios de Ella.
Sam sabía a chocolate y Ella sabía a menta.
A pesar de su brevedad el beso contenía una emoción que se puede comparar con aquello que sientes cuando subes a una montaña rusa por primera vez, primero no sabes si te gustará y te sientes como ausente mientras lo haces, pero cuando acabas te queda solamente el fantasma de la emoción, fue de aquellas cosas que simplemente no se pueden olvidar. El sintió como sus piernas perdían fuerza, como si estuvieran derritiéndose o volviéndose de gelatina, por lo que él la bajó cuando se separaron, antes de lo que les hubiera gustado, y se quedaron mirando. Ella tenía la mirada más brillante que él había visto jamás, sus ojos miel resplandecían.
Después se acercaron para poder besarse mejor y fue entonces que ambos despertaron del mágico sueño.
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Cortas Escenas Románticas
RomanceCortas escenas algo románticas tal vez empalagosas, tal vez cursis. Créditos de la imagen de la portada: al/ a la autor(a) del dibujo